Los 15 coches que hicieron historia en el salón del automóvil de Barcelona
Repasamos las anécdotas y la historia de una selección de los 15 coches que marcaron la historia del Automobile Barcelona a lo largo de sus 41 ediciones.
A lo largo de sus 41 ediciones, el salón internacional del Automóvil de Barcelona (rebautizado Automobile Barcelona en 2017) ha habido muchos modelos que han marcado un antes y un después. Tras repasar lo más granado de cada una de las ediciones, Neomotor os ofrece una selección de los vehículos más curiosos y de las anécdotas relacionadas de estos 102 años de salón del automóvil de Barcelona.
El Mercedes-Benz 130H
La cuarta parte de uno de los dos palacios en los que tuvo lugar el VII Salón del Automóvil de Barcelona en 1935 lo ocupaba Mercedes-Benz. La marca alemana trajo a la muestra barcelonesa varios como modelos destacados el 130 de motor posterior y un impresionante 500 K roadster en blanco y con carrocería Erdmann & Rossi, en una plataforma giratoria. El 130 era uno de esos coches que marcaría una época para la marca, pero para olvidar ya que nunca fue uno de sus superventas.

Ese fue su principal problema ya que era muy pesado atrás. El Mercedes-Benz 130 llegó a venderse con carrocerías sedan de dos puertas y descapotable. Sin embargo, el bajo volumen comercial hizo que la marca lo dejara de producir al año siguiente, en 1936.
Dodge Serra 3700 Coupé
Los carroceros españoles estaban de moda en los años 70 y uno de los modelos que causó furor en la XIV edición de salón del automóvil en 1972 fue el Dodge Serra 3700 Coupé, con su versión de prototipo que posteriormente se pondría a la venta. Este modelo se fabricaba solo por encargo y costaba 550.000 pesetas, una cifra muy elevada por aquel entonces, aunque si los queríamos tapizados en piel inglesa el precio subía 25.000 pesetas más. Este coche estaba fabricado por el carrocero barcelonés Pedro Serra y era un cupé 2+2 que ofreció un primer prototipo a partir del cual se esperaba fabricar 40-50 coches en los talleres de Carrocerías Serra (Pullman S.A.).

Citroën GS
En la época en la que el salón se celebraba cada año, la llegada del Citroën GS representó toda una revolución. Corría el año 1973 y la marca francesa concurrió a la muestra barcelonesa con su último lanzamiento mostrado meses atrás en París. El Citroën GS era un portento de la ingeniería y sus puntos más fuertes era una suspensión hidroneumática de altura variable (heredada del popular tiburón, el DS) y un motor de pistones rotativos Wankel, colocado en posición horizontal refrigerado por aire de 60 CV (que evolucionaba del motor bicilíndrico del popular 2CV) que alcanzaba los 150 km/h y ofrecía unas muy buenas prestaciones. No disponía de circuito de agua ni radiador, entre otras cosas.

El Seat 600 más caro
En la edición del año 2007 Seat mostró en su estand del pabellón italiano el Seat 600 más caro de la historia. El modelo en cuestión no tenía un precio elevado, ni siquiera por el equipamiento adicional que llevaba. Como los 600 de la época su coste rondaba las 65.000 pesetas. El 600 en cuestión se mostró junto a otros modelos del la marca con un marcado carácter deportivo. El precio que pagó Seat por él fue muy superior al de compra del año 57, y es que el coche en cuestión era una donación de un particular que lo dejó en herencia a Seat. A priori era un 600 más, pero la marca tuvo que pagar 700.000 pesetas por él. Y no por un tema de impuestos ni de derechos de aceptación de herencia.

Mercedes-Benz 300D
La edición XVII del Salón de Barcelona de 1975, ocupó 250.000 metros cuadrados, 60.000 de ellos correspondientes a stands, un excelente tamaño teniendo en cuenta el entorno en que se desarrolla, en plena crisis del petróleo con una bajada de las ventas y un precio del barril que había multiplicado su precio por 10. En esa edición Mercedes presentaba el 300D, un diésel en el que junto con Peugeot eran únicos especialistas, y que apostaba por un tipo de combustible que la crisis energética potenciaría notablemente. Este 300D era en uno de los primeros diésel prestacionales del mercado. El horno no estaba para bollos y Mercedes consiguió con este coche unos resultados excelentes.

Seat Altea Freetrack
En la edición de s alón del automóvil de Barcelona del año 2007, que contó con 43 marcas expositoras y 250.000 metros cuadrados de espacio, la marca española Seat presentó en sociedad el primer todoterreno de su historia: el Seat Altea Freetrack. Estaba montado sobre la base del Altea XL y se desarrolló completamente en el Centro Técnico de Martorell. El modelo Freetrack que se presentó en el salón ofrecía dos motorizaciones, una diésel de 170 CV y otra de gasolina de 200 CV. Inicialmente funcionaba con tracción delantera y solo en caso de pérdida de adherencia en la carretera se transfería la fuerza al eje posterior.

Ford Fiesta
A partir de 1977 el Salón Internacional del Automóvil de Barcelona pasa a ser bienal, siguiendo la tónica de los principales Salones Internacionales (con excepción del de Ginebra que siempre fue anual). Cada vez eran más los modelos de marcas de fabricación nacional presentes en el Salón. Ese año sacaron la cabeza el Seat 131 berlina y familiar así como el Chrysler 150 que se comenzó a fabricar en Villaverde. Sin embargo, el coche que marcaría una época y que significaría mucho para el sector en España fue el Ford Fiesta. El pequeño utilitario se presentó en el salón de 1977 con una versión de acabado Ghia.

Moskovitch 2140
La desaparición de los cupos de importación y la reducción de los aranceles por la próxima entrada de España en la CEE hizo que las marcas presentaran en la edición XXI del Salón Internacional de Barcelona de 1981 menos novedades pero que llegaran con stands con mucha más presencia. Destacaban las marcas Premium de gran éxito por un lado y, por otro, muchas marcas del Este de Europa que no quisieron perderse en salón como Lada, Moskvitch y Polski.

Fiat Uno
La XXIII edición del Salón de Barcelona fue inaugurada por el Rey Juan Carlos I, corría el año 1985, y por primera vez acudía como monarca, siguiendo la tradición establecida por su abuelo Alfonso XIII en los Salones de comienzos de siglo celebrados en Barcelona. De los muchos modelos que se presentaron lo que más llamó la atención fue la puesta de largo del Fiat Uno turbo. Un pequeño utilitario equipado con un motor 1.3 litros refrigerado por agua, que tenía una potencia máxima de 105 CV. Fue el primero de su generación. El Fiat Uno había llegado para reemplazar al reconocido Fiat 127 bajo el nombre clave de proyecto 146.

BMW 750
BMW mostró en el Salón del Automóvil de 1987, la XXIV edición, una de sus estrellas del momento, el 750 con motor de 12 cilindros en V. Fue ina edición con gran presencia de coches japoneses: Nissan, Honda, Toyota, Subaru, Mazda, Suzuki y Daihatsu estuvieron presentes, aunque la ‘bestia’ alemana se llevó buena parte de la admiración de los visitantes.

Con este socio de 12 cilindros, el Serie 7 acreditaba los 300 km/h de velocidad máxima, si bien fue el primer modelo moderno que se autoimpuso el límite de velocidad de 250 km/h (que muchos modelos siguen manteniendo en la actualidad). Entre los equipamientos que se mostraron en el salón de Barcelona estaba el teléfono portátil integrado con servicio de fax, enfriador de vino, doble acristalamiento y control electrónico de estabilidad.
Mercedes-Benz SL Roadster
El buen momento económico que atravesaba el mundo en 1989, se contagiaba al automóvil y en la edición de ese año se contó con 150 expositores distribuidos en casi 100.000 metros cuadrados. La XXV edición del Salón contó con una amplia representación de los más potentes coches alemanes, desde BMW M5 hasta el nuevo motor V8 de Audi . Sin embargo, ese año 1989 fue el año de regeneración del Mercedes-Benz SL Roadster. Hacía tres generaciones que el modelo era considerado como uno de los más atractivos del mercado, pero en las dos últimas entregas había perdido algo de fuelle en las ventas. La segunda generación fue criticada por el escaso espacio atrás, algo que trató de solucionar la tercera, sin conseguirlo.

Audi 100 S4 (Quattro)
Audi presentó en el XXVI Salón de Barcelona en 1991 el S4, berlina derivada del Audi 100 que montaba motor de 5 cilindros y 20 válvulas, tracción total y caja de cambios de 6 velocidades, algo muy novedoso para el momento. Con este modelo la marca de los cuatro aros consiguió reposicionar su oferta a un nivel más deportivo. El Audi 100 había llegado a su techo y el A4 era la nueva propuesta con la carrocería de medidas similares. La marca mostró el S4 con la intención de ofrecer un gran salto cualitativo.

Renault Laguna Break
En la edición XXVIII del Salón del Automóvil de Barcelona de 1995 Renault mostró como primicia mundial el Renault Laguna Break, el familiar que completaba la gama de este modelo. También contaba con el Spider junto al que posó el piloto entonces de Benetton-Renault, Michael Schumacher. El Renault Laguna Break (que en Francia recibía el nombre de Nevada) había llegado al mercado para completar la oferta del Laguna, un coche que sustituyó al Renault 21 como parte de la ofensiva francesa en el segmento D (el de las berlinas de tamaño medio). El Laguna se mantuvo con ese nombre 21 años hasta que fue reemplazado por el Talismán.

Mecánicamente montaba mayoritariamente motores de gasolina (95, 115 y 170 CV, con solo una oferta diesel de 85 CV. En cuanto a niveles de equipamiento, la vorágine de Renault llevó a que el Laguna contara con ocho versiones distintas.
Dodge Viper GTS
Uno de los coches más potentes expuestos en el Salón de Barcelona del año 1997 fue el Viper GTS. La marca americana contaba con una buena reputación entre los modelos deportivos, y el Viper se presentó en Barcelona con un modelo de 455 CV de potencia. La historia de este súperdeportivo se inició en 1991 con el primer RT y el vehículo que pisó la moqueta del Palacio 1 de Motjuïc fue el segundo de su gama (presentado en Estados Unidos en 1996).

Hispano Suiza Alfonso XIII
En los albores del primer salón del automóvil de Barcelona uno de los modelos que nos sirven para definir el debut de la tradición ferial en el sector de la automoción es el Hispano Suiza denominado Alfonso XIII. La marca catalana, la primera dedicada a la fabricación de coches de la historia de España, presentó ese modelo en la Exposición de 1913. El constructor ya había creado más de 200 coches de 24 series distintas, y el Alfonso XIII recibió ese nombre en honor al rey, gran amante de los automóviles.

Se llegaron a comercializar un total de 500 unidades y su producción duro cuatro años (1911-1914). El Rey Alfonso XIII llegó a disponer de tres unidades de este modelo (cada una evolucionada de la anterior) en su colección de coches particular.