Seat aplicará un erte ante la escasez de semiconductores
La marca española deberá reorganizar la producción en el primer trimestre del año para compensar la falta de suministros de microchips en la linea del León, la más afectada
La dirección de Seat y los representantes de los sindicatos se han reunido para negociar la implementación de medidas de flexibilidad con el objetivo de reorganizar la producción en la planta de Martorell por la restricción global en el suministro de semiconductores. Para ello, aplicarán un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (erte) a partir del 25 de enero.
Se veía venir. El despegue del mercado chino tras los primeros meses de pandemia y el consiguiente reajuste de los niveles de producción de componentes semiconductores, pasará factura y afectará a los principales fabricantes de automóviles mundiales, especialmente en el primer semestre de 2021.

Con ello, el sector del autómovil será uno de los más afectados durante el primer trimestre de 2021. El grupo Volkswagen ha sido la primera de las grandes corporaciones en envidenciar el problema. Hace unos días comunicó que deberá interrumpir o modificar la producción de varias de sus marcas en todo el mundo por falta de semiconductores. "La fuertes limitaciones en el suministro de semiconductores crea perturbaciones notables en la producción de automóviles en todo el mundo, que llegan a los productores", apuntaron el pasado viernes.
Erte hasta abril
Tras analizar durante la última semana la situación en el Grupo Volkswagen, la dirección de Seat y los representantes sindicales han acordado aplicar medidas de flexibilidad laboral para reorganizar la producción en la planta de Martorell. A partir del 25 de enero y hasta el mes de abril se aplicará el expediente temporal.

El hecho de que la línea del León sea la más afectada se debe a que el nuevo modelo (del que también deriva el Cupra Formentor) se ensambla sobre la plataforma modular del grupo Volkswagen MQB-A, la que más sufre el desabastecimiento de microchips. Se trata de una evolución de la anterior y difiere en varios elementos de tecnología y software de la del Ibiza y Arona (MQB-A0).
El 'chip prodigioso'
En los últimos diez años la escalada de necesidades ha supuesto inversiones millonarias en los principales fabricantes. Se estima que en un vehículo de tipo medio, con motor de combustión, el valor de los componentes semiconductores que alberga está en torno a los 340 euros, mientras que en un vehículo eléctrico el valor sube hasta más allá de los 420 euros. Los microchips están presentes en todas las partes del automóvil, y los ingenieros estima que en breve la cantidad de componentes en los vehículos alcanzará valores de casi 1.000 euros.

La ley de Moore golpea a Seat
El problema que afronta ahora Seat y el automóvil en general tiene nombre propio. La Ley de Moore. En la última década la cantidad de semiconductores (antes llamados transistores) en un chip se ha ido duplicando cada dos años, dada la complejidad interna, la reducción del tamaño y la mejora de la calidad. Este efecto se conoce como a Ley de Moore (Gordon E. Moore, co-fundador de Intel publicó el artículo en la revista Electronics en 1965 y su teoría sigue vigente) y se aplica tanto a ordenadores como sistemas inteligentes.

Las dimensiones de los semiconductores que se alojan en los chips son minúsculas. Se miden en nanómetros y representan una millónesima parte de un milímetro. Los más utilizados tienen 14 nanómetros y son fundamentales ya que con ellos se puede combinar un rendimiento sólido con un menor consumo de energía. Los hay de 5 nanómetros (cuyo desarrollo completo cuesta cerca de 450 millones de euros), incluso de 7 y 10.