El acuerdo de Nissan para cerrar sus plantas en BCN
El pasado miércoles se puso punto y final a la negociación más larga de la historia de Nissan Motor Ibérica. Lamentablemente no fue una negociación para la adjudicación de un nuevo modelo, todo lo contrario, se trató del acuerdo con los trabajadores para pactar las condiciones del cierre de tres plantas, Montcada i Reixac, Sant Andreu de la Barca y Zona Franca. Un duro tragon que digerir tras cuarenta años de historia de la marca en Barcelona y tras 100 años de Motor Ibérica en España.
Makoto Uchida, el CEO de Nissan Motor Company, dictó sentencia el 28 de mayo de este año y Frank Torres, vicepresidente de producción de Nissan en Rusia y 'ex' de Nissan en Zona Franca, fue el encargado de ejecutarla. La tarea de Torres no fue fácil y le cayeron muchos palos por parte de los trabajadores que le tacharon de todo menos de guapo. Pero la decisión era irreversible, por mucho que desde las instituciones trataran de hacernos llegar a todos mensajes de que era posible salvar la situación.
Una negociación muy dura
Con la sentencia sobre la mesa de los trabajadores solo quedaba saber cómo y, especialmente, cuándo se iba a producir el fatal desenlace. La pandemia no hizo sino acabar de martillear los clavos del ataud. Con el erte primero y el ere después, empezó la partida de una negociación que de inicio planteó el horizonte del 31 diciembre de 2020 como fecha para echar el cierre.Administraciones y entidades se unieron al clamor de los empleados (más de 2.500 directos y casi 15.0000 indirectos) contra la posición de la empresa. Unos y otros se apresuraron a cruzar quejas de que la otra parte no quería hablar con ellos. Postura propia de todas las negociaciones sindicales.
La negociación no ha sido fácil. Con la mediación de la Generalitat de Catalunya (que tiene la competencia en materia laboral) se llevaron a cabo unas conversaciones dentro del periodo de consultas que finalizaron hace quince días sin acuerdo (como estaba previsto). La empresa mantenía su postura de no pactar nada si no se regresaba al trabajo, y los sindicatos no querían pactar si no se retiraba el expediente de regulación de empleo iniciado. Aun así, en más de una semana de tira y afloja, y tras ocho sesiones de mediación, pudimos ver como el escenario iba cambiando.
Desenlace 'feliz' por decir algo
La negocación se fue tensando, hubo muchos nervios. Los trabajadores se manifestaron en Barcelona, Madrid, Cantabria y se instalaron en Zona Franca mientras duraron las conversaciones. Nissan aceptó hablar de un cierre más allá de junio de 2021, incluso habló de diciembre de 2021 y ofreció unas compensaciones por indemnización entre tres y cuatro veces por encima de lo que se estaba dando en el mercado.Los sindicatos se mantuvieron firmes en el pulso, y llegó el último día de mediación. Acabó sin acuerdo. La empresa acordó una prórroga hasta el pasado martes. Sin acuerdo. Empezaron a hablar de nuevo en una reunión que se alargó más de 30 horas hasta que al fin, a media tarde del miércoles 5 de agosto, las partes llegaron a un acuerdo.
La asamblea de trabajadores aprobó el acuerdo por unanimidad y tras el verano volverán a la planta para finiquitar los pedidos de vehículos que tienen pendientes. Las pick-up de Mercedes-Benz, además de los pedidos de las Nissan Navara y Renault Alaskán, así como la furgoneta eléctrica eNV200. Empezará entonces la cuenta atrás defintiva para el cierre de Nissan Motor Ibérica, el 31 de diciembre de 2021.
Con el cierre de Nissan acabará una bonita historia en Catalunya de la marca que inició su campaña en los años 80 con el famoso eslógan de "Nissan, los japoneses", como si eso de ser japonés se valorara mucho. No será un final'feliz', obviamente, porque un cierre nunca lo es. Entonces molaban esos eslóganes, sí, pero ahora, con el follón del coronavirus, los cierres de empresas y la fragilidad económica que se avecina, ésto no será tan fácil de digerir.