El análisis del GP de Francia de Fórmula 1
21 junio 2021 09:09
Max Verstappen le volvió a ganar la partida a Lewis Hamilton después de un emocionante final
Max Verstappen consiguió en Paul Ricard una espectacular victoria que al inicio de la carrera se le había puesto cuesta arriba y en la que fue crucial la estrategia que adoptó Red Bull para superar a Mercedes.
1. Un puñetazo encima de la mesa
El GP de Francia fue propicio en esta ocasión a Max Verstappen y su Red Bull, quien además de sumar su quinta pole logró su duodécima victoria, la tercera de la temporada y también la decimotercera vuelta rápida, que le proporcionó un punto adicional. Todo ello llegó en una carrera que se le puso cuesta arriba al holandés en la primera curva cuando bloqueó las ruedas traseras y se salió de la pista, dejando el liderato de la carrera en manos de Lewis Hamilton. La fortuna le dio después una segunda oportunidad a Max y pudo asestar un puñetazo encima de la mesa, no ya solo para ganar en Paul Ricard sino para dejar bien claro después de siete carreras que sus intenciones van esta vez en serio. Tengo la impresión de que toda la temporada va a ser una lucha cerrada y la regularidad será clave. Los fallos a partir de ahora se pagarán a precio de oro.
2. Mercedes, un monopolio en peligro
Mercedes lo ha ganado todo desde 2014, con un dominio aplastante sobre sus rivales. Hoy, sin embargo, este monopolio está en peligro, más que nunca. Max Verstappen y Red Bull quieren y han demostrado que también pueden. La victoria en Paul Ricard fue una demostración de velocidad, estrategia y seguridad en sí mismos, superando el error del piloto en la salida. Lewis Hamilton, de verse como líder y encaminado hacia el octavo título, se mantiene a 12 puntos por detrás de Verstappen y en un momento en el que el Red Bull también domina el campeonato de constructores. Los austríacos le ganaron la partida a Mercedes en todo, desde la estrategia, recuperando en la primera parada el liderato que dejó escapar Max en la salida y arriesgando en una segunda parada para correr con neumáticos más blandos y frescos, al mecánico, con un coche más descargado en las rectas.