Historias del Desierto | China, a la conquista del Dakar
La presencia de pilotos chinos ya empieza a ser habitual en la categoría de coches, pero es cierto que cada vez es más notoria y en esta edición nos encontramos con la presencia de un equipo con cuatro motos cuyo origen es este gigantesco país asiático.
Pero la historia del Dakar se enorgullece de que hace ahora diez años, en la primera etapa entre Rosario y San Luis, Argentina, un Great Wall Haval se impuso en a los mandos de Carlos Sousa. El portugués, de esta forma, colocó por primera vez en la historia del Dakar a un coche de origen chino al frente de la clasificación general de la prueba.
Desde entonces ha habido algunas incursiones de pilotos chinos. No demasiadas. En el 2020, el primer año en Arabia Saudita, participaron tres unidades del que fuese coche oficial en China, un Hongqi CA72 del año 1959. Los tres acabaron la competición. En 2021 fue BAIC quien emprendió la aventura y llevó a la meta sus tres coches, ganando la categoría de debutantes.
Los chinos en el Dakar están escribiendo su propia historia. En coches, tienen un abanderado de excepción, Wei Han, que terminó 10º en 2020 y que este año afronta su sexta edición a los mandos de un prototipo REVO T1+ preparado por HanWei Motorsport. Corren además en este curso otros tres equipos chinos a los mandos de un Hunter que han comprado a Prodrive y que son los que el equipo BRX utilizaba en 2023.
Su Wenmin y Wei Guanghui, por otro lado, tuvieron el privilegio de ondear por primera vez la bandera china en el podio del Dakar ya en 2017 en la categoría de motos. El mejor resultado en una clasificación final lo consiguió Zaker Yapk, quien en 2021 logró acabar la prueba con una meritoria 33ª posición en Jeddah, el mejor resultado de un piloto chino hasta hoy.
En esta edición había seis motoristas montados en una Kove, la moto fabricada en China que el año pasado estrenaron tres pilotos chinos, todos los cuales llegaron a la meta situada a orillas del Mar Rojo. Cuatro pilotos oficiales participan este año en Rally 2 representando a la marca. La historia de Kove empezó hace solo seis años y esta moto existe porque el propietario es un apasionado del Dakar.
En su estreno nadie pensaba en que pudieran terminar y menos que el proyecto fuera serio. Tuvieron problemas, pero reaccionaron muy rápido, haciendo pruebas durante todo el año en México, Argentina y la Baja Aragón, con resultados positivos. La evolución es muy rápida. Esta moto quiere cambiar el orden establecido y, especialmente, para los jóvenes porque es una buena oportunidad para correr al Dakar, ya que cuesta lo mismo que una moto de enduro”.