Mercedes-AMG SL 63 S E Performance: el SL más potente de todos los tiempos
El SL siempre ha sido un modelo icono de Mercedes-Benz y la última versión de este legendario roadster con todas las innovaciones tecnológicas que presenta traslada este estatus al futuro. Dotado de la quinta serie con la tecnología híbrida E Performance específica de AMG, este roadster ofrece una potencia de 816 CV que le confieren altas prestaciones y la particularidad de poderse personalizar al gusto del propietario para hacerlo todavía más único y exclusivo.
Buena combinación
El motor biturbo V8 de 4.0 litros situado en el eje delantero se combina con una unidad de propulsión eléctrica en el eje trasero. Integra un motor eléctrico síncrono de 204 CV y excitación permanente con un cambio de dos velocidades de conmutación eléctrica y un diferencial mecánico de deslizamiento limitado en el eje trasero. La batería ligera de alto rendimiento va situada encima del eje trasero.
Este diseño compacto ofrece numerosas ventajas. El motor eléctrico actúa directamente sobre el eje trasero y, por tanto, puede convertir su potencia más directamente en propulsión. Esto proporciona un impulso extra al arrancar, acelerar o adelantar. A medida que aumenta el deslizamiento sobre el eje trasero, la fuerza motriz del motor eléctrico también se transfiere a las ruedas delanteras según sea necesario. La conexión mecánica de la tracción total variable AMG Performance 4MATIC+ se hace posible a través del árbol cardán y los ejes de transmisión de las ruedas delanteras.
Una batería de F1
El desarrollo del sistema de almacenamiento de energía de iones de litio se inspira en tecnologías probadas en los monoplazas híbridos de F1 del equipo Mercedes-AMG. La batería ofrece una gran potencia para aumentar el rendimiento general del vehículo. Ofrece una capacidad de 6,1 kWh, 70 kW de potencia continua y 150 kW de potencia máxima. Está diseñada para suministrar y consumir energía con rapidez y no para ofrecer la mayor autonomía posible. No obstante, la autonomía eléctrica de 13 kilómetros permite un radio de acción práctico.
Al igual que en la Fórmula 1, la máxima propulsión está siempre disponible cuando el conductor la necesita, por ejemplo, para poder acelerar con fuerza a la salida de las curvas o al adelantar. La potencia eléctrica siempre puede utilizarse con frecuencia gracias a su alto rendimiento de recuperación y a la recarga en función de las necesidades.
El conductor puede seleccionar ocho programas de conducción: “Electric”, “Battery Hold”, “Comfort”, “Smoothness”, “Sport”, “Sport+”, “Race” e “Individual” que están adaptados a la nueva tecnología de propulsión. Ofrecen una amplia gama de experiencias de conducción eficientes y dinámicas. Los programas de conducción adaptan parámetros importantes como la respuesta del propulsor y la transmisión, el comportamiento de la dirección, la amortiguación del chasis o el sonido. Los programas pueden seleccionarse mediante el botón AMG y la pantalla central de la consola central o los botones AMG del volante.
Detalles estéticos
El rasgo más identificativo de este SL está en la zaga con la tapa de carga integrada y el nombre del modelo resaltado en rojo. Hay embellecedores trapezoidales dobles en los tubos de escape ranurados en el exterior. El distintivo “E Performance” en la aleta lateral indica la exclusividad de la propulsión. De serie lleva llantas de 20 pulgadas en negro mate. Están disponibles numerosas pinturas y detalles de equipamiento individuales así como el programa Manufaktur con una amplia selección de personalizaciones exteriores e interiores. En cuanto al interior, está pensado tanto para quienes buscan la deportividad como para los que valoran el máximo confort.
Se ha trabajado la aerodinámica activa adaptándola a la tecnología de propulsión electrificada. El elemento aerodinámico activo, oculto en los bajos de la carrocería delante del motor, contribuye a equilibrar el comportamiento de conducción. Este perfil de carbono es un desarrollo exclusivo de AMG, reacciona a la posición de los programas de conducción y se extiende automáticamente hacia abajo unos 40 milímetros a partir de una velocidad de 80 km/h. creando el denominado efecto Venturi, que adhiere el automóvil a la calzada y reduce la elevación del eje delantero.
Otro componente activo es el alerón trasero extensible integrado en la tapa del maletero. Cambia de posición en función de las condiciones de conducción. A partir de velocidades de 80 km/h, el alerón adopta cinco nuevas posiciones angulares para optimizar la estabilidad de marcha o reducir la resistencia al aire.