Stella Li, vicepresidenta de BYD: “No le tememos a ninguna marca”
Constructores de tus sueños. Sí, eso es BYD (Build Your Dreams). La compañía tecnológica sigue apostando por Europa como uno de sus feudos más allá de una muralla china que, aparte de su valor histórico y cultural, no es un obstáculo para el desarrollo del futuro de la movilidad. BYD se entiende a sí misma como una empresa global, y como tal explora, investiga y transforma un entorno que cada vez se mueve más rápido.
Es, en esa rapidez, no confundir con inmediatez, donde la marca quiere mostrar su apuesta de presente. En el pasado salón internacional del automóvil de París tuvimos la oportunidad de charlar con diversos CEO mundiales del sector. Pragmatismo en retirada de Carlos Tavares y perspectiva de Luca de Meo, sin duda, pero lo que más nos sorprendió fue el encuentro que Prensa Ibérica mantuvo con Stella Li, vicepresidenta ejecutiva de BYD y CEO de BYD Americas. Decimos ‘sorprendió’ por su cercanía y clarividencia.
Arropada por Alfredo Altavilla, asesor especial para el mercado europeo de BYD, Stella Li mostró su convicción y confianza en un mercado complejo, en plena transformación, que sigue buscando su encaje definitivo en un usuario que ya no se conforma con los estándares ni los clichés. Porque esto ya no va de coche eléctrico, va de movilidad y va de tecnología.
La marca se fundó en 1995 y en sus casi 30 años de desarrollo, la empresa ha pasado de 20 empleados a más de 900.000 personas, con más de 30 parques industriales y más de 40 filiales en todo el mundo. BYD tiene cuatro industrias que persigue la creación de un ecosistema energético de emisiones cero: automóvil, electrónica, nuevas energías y transporte ferroviario.
Todo cambia rápido
En ese contexto Stella Li maneja unos tiempos que, como decíamos, cambian con celeridad. La llegada de BYD a Europa se cimentó en varios países y uno de ellos fue España, donde la evolución frente a los constructores tradicionales ha sido rápida y efectiva. No se mueven por precio, si no por tecnología y funcionalidad. “No tememos a nadie”, no se cansa de repetir Stella Li en nuestra charla. El nuevo Sealion 7 es un ejemplo de esa visión de futuro.
Apostando por una conquista meditada, BYD tiene el objetivo en Europa. Y tiene claro que no es igual que China. “Estamos desarrollando una gama de vehículos que encajan muy bien en el perfil de cliente europeo, están pensados para el mercado exterior, más allá de China, y llegarán a partir del próximo año”, explica la vicepresidenta mundial de BYD.Será en 2025, un año en el que esperan mostrar su verdadero potencial.
“Para nosotros es muy importante trabajar en la imagen que transmiten nuestros vehículos. Quiero que la mayoría de los consumidores europeos conozcan realmente quién es BYD. La marca de coches debe estar por encima de los propios modelos. Estamos desarrollando nuestra marca, nuestra seña de identidad. Ese es mi objetivo. Quiero que todos tengan la oportunidad de probar nuestros coches”, propone Stella Li.
Más que coches
BYD no es solo una compañía de coches, es una compañía de tecnología. “Eso es lo que queremos transmitir. Buscamos construir nuestra reputación como una compañía tecnológica, sí, porque eso es muy BYD. Tenemos 102.000 ingenieros de investigación y desarrollo, 11 centros de R&D y producimos 32 patentes al día -doy fe, porque en su sede de Shenzen hay un muro con mas de 5.000 colagadas-, eso es BYD. Es por eso que nos gusta ser reconocida como empresa tecnológica”.
BYD entra a batallar, sin miedo, en un mercado complejo, cambiante y con diferentes velocidades de implantación tecnológica. Norte y Sur. Eléctricos y combustión (aunque sea hibridada). España está en el sur, con apenas un 5% de mercado eléctrico puro. Como gestionan esos dos mundos en BYD no es complicado. “Para nosotros no es difícil hacerlo. Es muy simple. Disponemos de la tecnología DM-i (hibridación enchufable) y con modelos así podemos llegar con soluciones reales a la gente que tiene un problema con el coche eléctrico. Porque esa será su primera experiencia con la electrificación”, explica la vicepresidenta de la marca china.
Habla de primera experiencia “porque el coche se puede conducir en modo 100% eléctrico en distancias cortas y para trayectos más largos emplea la tecnología PHEV (híbrida enchufable)”, recuerda. “La tecnología DM-i es fundamental para solucionar los dos principales problemas que tienen los coches eléctricos en Europa. En una distancia corta nuestro modelo permite 125 kilómetros de autonomía 100% eléctrica”, apunta Alfredo Altavilla. También reconoce que “además nos enfrentamos a otro reto de los coches híbridos enchufables, que es que las baterías siguen ocupando mucho espacio dentro de la plataforma, lo que conlleva depósitos de gasolina bastante pequeños. Nuestra tecnología, con la Blade Battery, no presenta este problema y podemos cubrir una distancia de 1.080 kilómetros”.
Altavilla tiene una foto clara de Europa (fue máximo responsable del grupo Fiat Chrysler). “Estamos seguros que con nuestra tecnología DM-i todas las dudas que tienen los clientes sobre los coches híbridos enchufables, se desvanecen”, señala el asesor especial de BYD. Se basan en una idea clara: “en un año nuestra gama de coches para Europa tendrá el mismo número de coches eléctricos que los que equipen la tecnología DM-i”, apunta Stella Li. “Eso significa que no atacamos solo un 5% de un mercado como el español, si no que abarcamos el 100% de las posibilidades”, añade Altavilla.
Todos los segmentos
Muchos de los coches que están llegando desde la marca pueden parecer grandes. Y en Europa podríamos estar buscando segmentos más pequeños. “Eso no es un problema, porque también los vamos a incorporar a nuestro catálogo, y de forma muy rápida. El mercado los demanda”, explica Stella Li.
El año 2024 será un buen año para BYD. “La verdad es que cada año, desde que llegamos, está siendo bueno. Cada mes rompemos nuestros propios récords comerciales”, afirma orgullosa la vicepresidenta de la marca. Pero sabe que no están solos en este camino. Más marcas chinas se adentran en Europa, un pastel muy comprimido. ¿Está preocupada por esta llegada? , le preguntamos a Stella Li. Su respuesta fue tajante: “No nos preocupa nadie. No tenemos miedo a nadie, a ninguna marca. No importa cuál sea el mercado porque somos una marca ganadora. Nos va bien, y no tiene ningún sentido preocuparse. De hecho, queremos que todos vengan al mercado, para empujarlo, para educarlo, porque de esta manera crecerá, volará”, afirma.
La marca está invirtiendo mucho en Europa, a nivel comercial y también quiere hacerlo a nivel industrial. “Vamos a tener nuestra primera fábrica en Hungría, que empezará a operar a finales del próximo año”, explica Stella Li. De hacer cosas en España, de momento, no hay noticias.
Preguntada por su modelo favorito, Stella Li nos confiesa que su ojito derecho es el “BYD Dolphin, me encanta. Aunque debo reconocer que el Denza Z9 GT es uno de mis preferidos, es como mi nuevo bebé”.
El miedo de Europa
La marca se enfrenta no solo a los propios chinos, si no a los grandes fabricantes europeos, un mercado que Alfredo Altavilla tiene fotografiado a la perfección. Y como dice Stella Li, “no tememos a nadie”.
Altavilla cree que “el principal problema es que todos los competidores europeos tienen mucho miedo a nuestra ventaja en materia de coste-producción, aunque el problema real es la distancia tecnológica que existe hoy, entre BYD y los fabricantes europeos. Respetamos a todos, pero no tenemos miedo de nadie”, advierte Altavilla.
No quieren hablar de los aranceles hasta que se aclare el panorama, pero sí se muestran preocupados por la regulación prevista por la Comisión Europea con respecto al final de los motores de combustión en 2035. “Es como si la Comisión Europea hubiera dicho que el 1 de enero de 2035 el único reloj que va a estar disponible es el Rolex Daytona. Eso no hubiera significado que la gente hubiera querido comprar un Rolex Daytona, porque hay personas que no les gusta el Rolex Daytona, y también están las personas que no pueden comprar un Rolex Daytona. Eso haría que mantuvieran su viejo reloj en marcha. El problema es que tenemos miedo de que la nueva regulación tenga el efecto contrario y que en lugar de que la gente compre nuevos vehículos, se quedarán con sus coches viejos, y al final tenemos un parque de coches mucho más antiguo que lo que tenemos hoy”, se sincera Altavilla mientras Stella Li asiente convencida.
La vicepresidenta cree que prohibir “no es una buena solución para el medio ambiente, así que pienso que sería mucho mejor educar a la base de clientes hacia esa transición a la electrificación”, y Altavilla remarca que “ la cuestión número uno es que sería muy bueno si la Comisión Europea hubiera apoyado la infraestructura de recarga, sin que todos los países tuvieran la misma velocidad, porque no tiene sentido que tengamos dos velocidades diferentes en Europa, países norte y sur de Europa”.
De cara al futuro inmediato, tras el Sealion 7 el grupo BYD introducirá nuevas marcas. “Primero traeremos el año que viene Denza, y en 2026 lo haremos también con Yangwang”, admite Stella Li.
Capacidad de reacción
Ella tiene claro que no puedes empezar en el mercado solo con coches eléctricos. “Empezar con eléctricos es fácil, pero para que una nueva empresa arranque con éxito no hay otra manera que enfocarse en la tecnología híbrida, Y eso no es tan fácil porque esto demanda mucho conocimiento, mucha capacidad industrial”, señala.
La capacidad de reacción en la toma de decisiones de las compañías chinas contrasta con la lentitud de las europeas. La propia Renault basa su nueva estrategia productiva para los modelos eléctricos en sistemas chinos de producción y desarrollo. “Es cierto, nosotros nos basamos en operaciones diarias. Eso también es la fuerza de BYD. Siempre somos muy flexibles. Tomamos decisiones rápidas, pero si encontramos algo malo, hacemos un cambio de orientación y luego cambiamos y actualizamos. Esto nos hace muy prácticos y podemos avanzar rápidamente”, nos ilustra Stella Li. “Cierto”, admite Altavilla, “y es que habiendo estado 30 años en el otro lado de la moneda, puedo decir que la velocidad de reacción es completamente diferente. Aquí es el doble de rápida. Disponer de 102.000 ingenieros hace una gran diferencia, pero también lo es la comprensión de las particularidades de cada solución técnica. El equipo de ingeniería de BYD reacciona inmediatamente pensando en las alternativas diferentes para resolver un problema. Así que no es sólo resolver un problema. Es re-ingenierizar una solución”.
Preguntamos a Stella, ¿sólo Europa?: “No. Tenemos modelos que encajan en varios mercados. Primero Europa, pero también América”, es un no parar. “Queremos llegar a todo el mundo, no queremos dejar a nadie fuera”.