Un impuesto verde en 2025 para los coches que contaminen “deliberadamente”
La Ley de Cambio Climático llega a las Corts este miércoles un año después de su presentación, tal como recuerda Mireia Mollà. La consellera de Agricultura y Transición Ecológica no escatimaba este martes las críticas hacia los «tempos» del parlamento valenciano por la ralentización para sacar adelante proyectos legislativos. «Determinadas normativas deberían tener una fórmula expres, no pueden demorarse tanto», insiste.
El texto recoge una fiscalidad verde y finalista con gravámenes como un nuevo impuesto para la compra de vehículos con emisiones a partir de 2025. «Quien compre un coche contaminante estará deliberadamente comprando un coche contaminante», advertía. Según Mollà, para entonces «habrá mucha más flota eléctrica capaz de poder estar en el mercado asequible», electrolineras y enganches en los aparcamientos. La medida excluye vehículos tractores y otros de características especiales. La recaudación irá a un fondo que revertirá en empresa, familias y municipios que cumplan.
“Por fin tendremos un marco normativo”, ha destacado la consellera, quien ha señalado que cuando se anunció dijo que era una ley “más ambiciosa que la estatal” y ahora “Europa nos ha pasado a todos” con sus nuevas normativas y se ha tenido que actualizar. La nueva ley autonómica “debe ser un marco que nos ayude a ir evolucionando y darle sentido a todos los cambios”, destacaba este martes en la presentación del informe del estado medioambiental de la Comunitat Valenciana.
También ha señalado que con la actual “guerra energética” la ley es “más trascendental” por su “impacto social” en el “sufrimiento” que está provocando la escalada de precios entre “muchas” empresas y familias. La consellera ha recordado que la nueva Ley del Cambio Climático incluye “cómo las ciudades y municipios deben adaptarse” en ámbitos como la ordenación urbanística; también incide en la movilidad sostenible y colectiva y comprende medidas para “cumplir los compromisos de 2030 de que el 70% de las fuentes que consumamos de energía sean renovables”, con energías de “aportación propia” y “’made in valenciana’”, no comprada de otros territorios.