Visitamos el campo de pruebas de Continental en Contidrom
El neumático es una de la partes claves para el correcto funcionamiento de un vehículo. Una buena elección y, por supuesto, unos mejores componentes, hacen que nuestro desplazamiento sea mucho más eficiente y seguro.
En esta ocasión, en Neomotor hemos viajado a la capital del estado de Baja Sajonia, en Alemania, para conocer Contidrom. Inaugurado en 1967 está ubicado en las afueras de Hannover y está ubicado sobre una superficie de 160 hectáreas, lo que viene siendo algo más de un millón seiscientos mil metros cuadrados, con más de cien empleados entre pilotos de pruebas, montadores, técnicos, ingenieros, procesadores de datos, bomberos y un equipo de catering, que ayudan a garantizar que todo funcione correctamente.
Contidrom reúne todas las condiciones necesarias para probar sus neumáticos en las condiciones más extremas. Las pistas de pruebas superan los diez kilómetros de longitud, y en ellas se desarrollan todas las condiciones que un conductor se puede encontrar en su día a día. Estas incluyen desde pisos húmedos hasta muy mojados, además de asfaltos agresivos y, como no podía ser de otra manera, un óvalo en donde se alcanzan velocidades que superan los doscientos kilómetros por hora.
Pero Contidrom no es solo un grupo de pistas sobre las que probar los neumáticos en unas estrictas condiciones. Una de las estrellas del centro es el “Automated Indoor Braking Analyzer” (AIBA). Esta instalación, única en su género, permite probar el rendimiento de frenado de los neumáticos montados en vehículos sin conductor totalmente automáticos en diferentes superficies de carretera, durante todo el año e independientemente de las condiciones meteorológicas. Las pistas pueden utilizarse para pruebas en seco o en mojado. Los resultados son mucho más fácilmente reproducibles que con los métodos convencionales, ya que se elimina de la ecuación el efecto de influencias externas impredecibles.
Los vehículos de prueba se aceleran a velocidades de hasta 120 km/h mediante un accionamiento en línea (como en las modernas montañas rusas) a lo largo de una distancia de solo 100 metros. Las pruebas estándar de frenado en seco se realizan a partir de una velocidad de 100 km/h, mientras que las pruebas estándar de frenado en mojado tienen lugar a partir de 80 km/h. La frenada de precisión se inicia con un controlador ABS sobre calzada seca o mojada. Además, la temperatura ambiente de la “calzada de verano” puede ajustarse entre 10 °C y 25 °C.
Otro edificio clave en Contridom es el que contiene el “Adams” (Automatic Dynamic Analysis of Mechanical Systems). Un simulador que analiza el movimiento de sistemas mecánicos tridimensionales de forma muy realista, teniendo en cuenta todas las interacciones físicas. Utiliza elementos flexibles para integrar componentes elásticos y tiene en cuenta la fricción y los estados de contacto complejos. Los ingenieros utilizan el software para definir juntas, accionamientos y elementos de conexión flexibles como cojinetes de goma, tornillos, amortiguadores y curvas de trazado.
No cabe duda de que la visita fue altamente instructiva, pero lo mejor llegó cuando nos tocó a nosotros ser los probadores de los mejores neumáticos de Continental. Para conocer las diferentes situaciones, además de probar los neumáticos en mojado, lo hicimos en diferentes vehículos, un turismo tradicional y uno deportivo. En una prueba como esta no podía faltar una prueba de frenado, por supuesto en mojado, con vehículos deportivos.
La jornada se cerró haciendo de copilotos en una experiencia en donde los neumáticos fueron sometidos a condiciones extremas. Por un lado, rodamos por la parte alta del óvalo a altas velocidades, y en la recta el experimentado piloto hizo un zig-zag extremos a alta velocidad.
Después de un intenso día en las instalaciones de Contidrom, el resumen es claro, y no es otro que el de “negociar” el tipo de neumáticos que debemos instalar en nuestro vehículo. La seguridad en un vehículo comienza por los “zapatos”, y si estos no tienen las condiciones necesarias, conducir puede ser una actividad de riesgo.