BMW M2: 460 CV, tracción trasera y... ¡manual!

La firma bávara mantiene la esencia del BMW M2 en una generación con 460 CV, tracción trasera y el cambio manual opcional.

Hace unas semanas se filtraron las primeras imágenes del futuro BMW M2, un modelo que no esperamos hasta 2023. Las prisas, y las nuevas tecnologías, han apretado las tuercas a la firma bávara y dichas fotografías no hacen justicia al lanzamiento más esperado para los auténticos petrolheads. El M2 gana en persona, doy fe, y consigue mantener la esencia de un auténtico deportivo con apellido M: tracción trasera, imagen contundente e irreverente y un sistema motriz de 460 CV con el cambio manual opcional.

Los límites de la conducción se reinventan con esta nueva generación del BMW M2 y, todo aquel que ha podido probar este coupé, sabe de lo que hablo. Su carácter indomable ha traspasado las fronteras de la cronología que arrancó con el lanzamiento del BMW 2002 turbo en 1973 y alcanzó su éxito con la pasada generación, un modelo que acumula casi 60.000 unidades matriculadas en todo el mundo.

La nueva bestia

El BMW M2 conserva su tamaño compacto, una de las cualidades que lo convierten en un modelo único por su propulsión. Esta generación es 2,14 milímetros más corta que un BMW M4 Coupé y su distancia entre ejes es 110 milímetros menor. Sin embargo, la anchura de las vías lo percibe como un modelo grande, mucho más capaz que un BMW Serie 2 Coupé como el probado en variante M240i hace unas semanas.

La polémica no tardó en llegar ante la publicación de las imágenes de un BMW M2 en tono Zandvoort Blue sólido, uno de los exclusivos de este modelo junto al Toronto Red del lanzamiento. Muchos alzaron las manos a la cabeza por su extraño frontal, a medio camino entre un coche de los 90’s pero con la dotación tecnológica más avanzada. Mi primera impresión me catapultó a la época del tunning, y no lo digo en el sentido negativo que muchos guardan de esas preparaciones.

La parrilla sin marco, con las barras en disposición horizontal, no sigue la tendencia del “más es más” y me parece un buen contrapunto al resto de la gama M. La toma inferior está dividida en tres secciones muy marcadas, con formas casi rectangulares que tienen una función clave de refrigeración y aerodinámica. El techo puede ser en fibra de carbono (opcionalmente) para reducir 6 kilogramos del peso del conjunto.

La imagen frontal es evocadora, con unos faldones laterales que se dejan ver y conceden mayor protagonismo a los pasos de rueda exageradamente ensanchados. La zaga instala un alerón algo discreto en la tapa del maletero y los reflectores, dispuestos verticalmente, se combinan con un difusor de diseño purista y dos salidas de escape colocadas casi en los extremos.

Una delicia de 460 CV

El diseño, como todo lo subjetivo, enamorará o será odiado, pero es algo diferente. La mecánica, sin embargo, es irrefutable. Este BMW M2 monta el bloque de seis cilindros en línea de 3 litros de cubicaje con tecnología M TwinPower Turbo y potencia máxima de 460 CV (6.250 rpm). Este bloque, diseñado para trabajar mejor a altas revoluciones, ofrece su máximo de 550 Nm entre las 2.650 y las 5.870 rpm. Es 10 CV más potente que el anterior M2 CS de 2020 y supera en 49 CV al anterior M2 Competition de 2018.

De serie llegará con una caja de cambios automática de 8 relaciones M Steptronic, de comportamiento intachable y eficacia excelente. Sin embargo, para los más puristas, BMW promete tener en opción el cambio manual de seis velocidades, con una función “rev-matching” que iguala las revoluciones para un acople más cómodo en las reducciones.

La tecnología llega para quedarse

El BMW M2 puede ser muy purista, pero es un coche bávaro de 2023 y la tecnología está al servicio del conductor. Se podrá ajustar el control de tracción en diez niveles, una función para la que cuenta con un diferencial trasero de tipo bloqueable y, suponemos, concederá la capacidad de derrapar por completo. También se podrá modificar el nivel de asistencia del servofreno, que hace referencia a la fuerza que deberemos realizar sobre el pedal para recurrir a los discos de 380 milímetros con pinzas fijas de seis pistones delante y 370 milímetros con pinza flotante detrás.

A través del M Mode se elegirá el tarado del M2 en tres niveles: Road, Sport y Track. Uno de los aspectos más destacables será la suspensión adaptativa, que cuenta con amortiguadores electrónicos, y el grado de intervención de las ayudas electrónicas. Una dotación que también se aplica al equipamiento, con la misma configuración de dos pantallas (12,3 pulgadas para instrumentación y 14,9 pulgadas de la multimedia) con el BMW Live cockpit Plus de serie.

Para terminar, el interior se compone de asientos de corte deportivo tapizados en Sensatec y Alcantara pero, opcionalmente, podemos ir un paso más allá con los deportivos M de reposacabezas integrados. Los conocemos del BMW, que también estrenó los reforzados con fibra de carbono (opcional en el M2). Si ese es tu estilo, puedes optar por el paquete M Race Track que suma el techo nombrado en fibra de carbono y neumáticos para circuito.

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