Probamos el BMW M2 CS, un deportivo de los que ya no quedan

Probamos la versión más extrema del Serie 2, un deportivo que aúna tradición y modernidad para ofrecer grandes dosis de acción y derrapes

Solo hacen falta 10 minutos al volante del BMW M2 CS para saber que es un superdeportivo en mayúsculas. De los que ya no quedan. Para lo bueno y para lo malo. Esta versión todavía más extrema del Serie 2 es un clásico instantáneo, como lo fueran el BMW 1M, el M3 E30 o E46 CSL, por su propuesta, que se encomienda a la deportividad sin concesiones y a las sensaciones y el dinamismo. Por supuesto, es moderno, con la electrónica jugando a favor de la integridad física del conductor, pero subirse a un M2 CS es una experiencia única.

Y lo es porque cada vez hay menos vehículos que, en tiempo de la electrificación y la demonización de las emisiones, sigan apostando por un propulsor de gasolina de seis cilindros en línea y 450 CV configurado para tener un único propósito: liberar toda su potencia sobre las ruedas traseras. Lo es también porque, en la época del cambio automático, rápido y preciso, BMW apuesta por un cambio manual, de recorridos cortos y marcados para dar control total al conductor. Lo es porque al BMW M2 CS hay que mirarlo con respeto, pero no por sus detalles en fibra de carbono, sus llantas doradas, su color exclusivo Azul Misano o los 103.900 euros que cuesta, sino porque este vehículo propone un desafío. 

Perfil del BMW M2 CS | Foto: BMW
Perfil del BMW M2 CS | Foto: BMW
Él siempre te lo dará todo, pero espera lo mismo de ti. El M2 CS ofrecerá toda su fuerza y sus cualidades dinámicas desde el mismo momento de apretar el botón de arranque. No teme al desgaste, al derrape ni a demandar grandes cantidades de gasolina. A cambio, espera que el conductor no reniegue de una vehículo rudo, de sensaciones duras, incómodo, por qué no decirlo. Si bien es cierto que en modo confort se puede aspirar a circular cómodamente por ciudad, mejor esquivar baches y badenes.

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¿Apto para el día a día?

El BMW M2 CS no es el deportivo más potente de la firma bávara, ese privilegio se lo deja a coches como el M5 CS o como el M8 Competition, pero no lo necesita. Tiene el tamaño perfecto y el peso ideal para ofrecer lo que su comprador quiere, grandes dosis de acción, un eje trasero muy juguetón y una de las direcciones más precisas del mercado. En los modos deportivos se muestra ágil, de aceleración muy potente y mejor recuperación. Enlazar curvas es una delicia y jugar con el eje posterior un regalo. Sin duda, su hábitat natural es el circuito.

Motor del BMW M2 CS | Foto: BMW
Motor del BMW M2 CS | Foto: BMW
Pero, ¿qué hay del M2 CS fuera del circuito? ¿Es el deportivo para cada día que asegura BMW? Con los datos en la mano, sí. Puede serlo. Su maletero de 390 litros es suficiente para el día a día y la banqueta trasera ofrece espacio, muy justo, para dos ocupantes. Sus asientos son cómodos y envolventes pero al arrancar su espíritu combativo demanda más que un asiento mullido. Tampoco sus 4,46 metros, una longitud muy 'urbanita', son garantía, pues, por sus características, es complicado maniobrar en espacios cortos. Conclusión, ¿es apto para el día a día? Sí, pero conociendo sus limitaciones.

https://neomotor.sport.es/pruebas/prueba-del-bmw-m8-competition-cabrio-625-cv-a-cielo-abierto.html

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