Probamos la gama SUV de Citroën: Prácticos, confortables y aventureros
Conocedores de la multitud y dificultad de los caminos y pistas que surcan el Desierto de Tabernas en Almería, donde hemos rodado y probado infinidad de todoterrenos –auténticos, de los que además de 4x4 cuentan con reductora-, recibimos con sorpresa la invitación de Citroën para rodar allí y poner a prueba su gama SUV y su sistema Grip Control.
"Qué valientes", pensamos, porque hay que serlo para meterse por esos lugares donde por muy bonitos, altos y pintones que resulten los C3 y C5 Aircross, no debemos olvidar que se trata de vehículos con tracción delantera. "Escogerán rutas sencillas, no se complicarán mucho" concluimos. Nada más lejos de la realidad…
Cuando salíamos del aeropuerto almeriense, para tomar carreteras secundarias y llegar a la autovía, nuestro escepticismo iba en aumento. El C3 Aircross que conducíamos, con el motor diésel de 120 cv y cambios automático EAT6 –recomendable combinación hasta ahora no disponible-, recorría silenciosa y confortablemente la autopista. Con el nuevo modo sport de su cambio conectado, disponíamos de buena aceleración y adelantábamos alegremente… pero el itinerario nos desviaba por un camino. Empieza la fiesta. Seleccionamos el modo Todocamino en la ruleta del Grip Control –dispone de tres posiciones más: asfalto, arena, nieve o ESP OFF- instalada muy accesiblemente en la consola central, frente a la palanca del cambio y avivamos el ritmo en busca de comprobar su capacidad de tracción sobre caminos anchos, bastante planos y con mucho chinarro suelto.
El C3 Aircross nos transmite seguridad y confianza en estas comprometidas condiciones, mostrando mucha nobleza de reacciones cuando nos tragamos alguna curva. Sin darnos cuenta, el camino se va estrechando, rompiendo y comienzan unas pronunciadas subidas y bajadas, además, encontrando tramos de arena a nuestro paso. Pues sí que están valientes estos chicos de Citroën, pensamos mientras que la generosa distancia al suelo y el buen diámetro de sus ruedas bastaban para sortear todas las dificultades. Llegamos a situaciones en las que muy pocos usuarios de este compacto, pero espacioso, SUV se atreverían a transitar. Pudimos comprobar, como cuando atravesábamos zonas de arena o barro y con sólo girar la ruleta del Grip Control el C3 Aircross encontraba la tracción necesaria para salir airosos.
El C3 Aircross está disponible con cuatro completos niveles de acabado (Live, Feel, Shine y Origins), tres motorizaciones gasolina (82, 110 y 130 cv), dos diésel (100 y 120 cv), cambios manuales y también con el muy mejorado automático de 6 velocidades EAT6 aparejado al 120 cv diésel o el 110 de gasolina.
Su precio es bastante ajustado ya que parte de los 14.650 euros -precio con promociones y sin financiación- y llega hasta los 23.550 euros del 120 cv diésel, automático y en acabado Shine.
Nos subimos al C5 Aircross, esta vez con el motor gasolina de 180 cv y el cambio automático de 8 velocidades EAT8. La diferencia de tamaño es notable, éste C5 Aircross resulta comodísimo incluso antes de arrancar, ya que cuenta con 5 espaciosos asientos individuales especialmente diseñados para resultar muy confortables.
Una vez en marcha, destaca su buen aislamiento, con un bajísimo nivel sonoro y una total ausencia de vibraciones. La tecnología aplicada por Citroën en el que pasa por ser su modelo estrella incluye un sinfín de ayudas electrónicas a la conducción, pero su suspensión con amortiguadores progresivos e hidráulicos, la mayor distancia al suelo de la categoría, con 230 mm. y una ruedas con 720 mm. de diámetro le hacen incluso más apto para el off-road que su hermano pequeño. Además, el C5 Aircross añade un muy útil control de descenso electrónico al Grip Control, de manera que la confianza con la que acabamos moviéndonos se asemejaba a la de un vehículo de tracción total.
Además de su muy confortable rodar sobre cualquier superficie, el C5 Aircross destaca por su generoso espacio interior, semejante al de un monovolumen, el maletero más grande del segmento con nada menos que 720 litros de capacidad –hasta 1.630 si abatimos y deslizamos los asientos- y una extraordinaria modularidad interior que le permite la friolera de 81 configuraciones diferentes.
Disponible en cuatro completísimos niveles de acabado (Start, Live, Feel y Shine), el C5 Aircross cuenta con dos motores de gasolina de 130 y 180 cv y dos diésel con idénticas potencias, además de cambios manuales de 6 o automáticos de 8 velocidades.
Como sucede con el C3 Aircross, sus precios son bastante contenidos, arrancando en unos ajustados 21.350 euros y llegando hasta los 36.249 euros.