El Cupra León Competición corta el viento
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Uno de los aspectos más complicados a la hora de crear el automóvil es el de la aerodinámica, ya que tienes que conjugar técnica y diseño para que el coche ofrezca la menor resistencia al aire posible sin dejar de ser un coche atractivo. En un vehículo de calle el trabajo aerodinámico se centra en reducir consumos, elevar el confort acústico e incrementar la seguridad, mientras que en un coche de competición se busca ganar velocidad tanto en recto como en el paso por curva.
Precisamente esta complicada tarea es la que ha llevado a Cupra a someter al León Competición, el nuevo modelo de para circuitos basado en el nuevo compacto de Seat, al avanzado túnel de viento en el que la marca realiza sus test aerodinámicos. Se trata de una sala con un circuito cerrado, en la que enormes ventiladores con un rotor de 5 metros y 20 aspas mueven el aire provocando vientos de hasta 300 km.
Estas instalaciones son de las más completas e innovadoras de la indústria, ya que cuentan con una particularidad que hace que los tests se hagan en condiciones prácticamente reales. Son capaces de simular la carretera al permitir que las ruedas giren gracias a unos motores eléctricos que mueven unas cintas debajo del coche. De este modo pueden llegar a simular velocidades del vehículo de hasta 235 kilómetros por hora con las cargas aerodinámicas reales para obtenemos el resultado de cómo el coche se va a comportar en pista.
Los datos de la resistencia se interpretan y comparar hasta la más mínima variable para mejorar la aerodinámica del vehículo. Cada milímetro de cada pieza es clave, ya que se consigue además de reducir el consumo, incrementar la estabilidad, el confort y la seguridad. Todo esto se hace con una supercomputación.
Pero incluso antes de que el coche entre en el túnel de viento, 40.000 portátiles trabajando al unísono se ponen al servicio de la aerodinámica. Se trata del superordenador MareNostrum 4, el más potente de España y el séptimo de Europa. Científicos de todo el mundo lo utilizan para realizar todo tipo de simulaciones, y en el caso de un proyecto de colaboración con Seat, se aprovecha su potencia de cálculo para luchar contra el viento.
El resultado de todo esto es un Cupra León Competición con menor resistencia al avance y mejor downforce, lo que va a dar mejor tiempo por vuelta en pista. A su vez todo este estudio servirá para aplicar los resultados de competición al resto de modelos de producción de la marca como el Cupra León y el Formentor para mejorar sus prestaciones.