DS 3 Crossback E-Tense, lujo eléctrico en formato B-SUV
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Cuando en el mundo del automóvil hablamos de sostenibilidad, nos vienen la cabeza términos como frugalidad, ahorro o practicidad, pero nunca lujo o sofisticación, ya que en un coche eléctrico lo que se busca es la mayor eficiencia posible, aunque sea a coste del diseño o la calidad de materiales. Pero la exclusiva marca francesa DS no podía permitir que sus coches electrificados fueran en contra de su propio ADN, en el que características como la elegancia o la distinción son innegociables. Y la mejor prueba de ello la encontramos en el modelo que ocupa este reportaje, el DS 3 Crossback E-Tese, es decir la versión 100% eléctrica de su atractivo B-SUV. Con un motor de 136 cv y una batería de 50 kWh, ofrece una autonomía sobre el papel de 320 km, aunque después veremos que en la práctica esta cifra es bastante optimista.
El DS 3 Crosbback es un SUV compacto de 4,1 metros de longitud, 1,8 de anchura y 1,5 de altura, que destaca principalmente por su diseño. Pese a sus ajustadas dimensiones, este todocamino llama la atención allá por donde pasa por su refinado y moderno aspecto. El frontal impone por su elevado capó, la sobredimensionada calandra y una firma lumínica compuesta por unos faros rasgados de forma diamantada y luces de día verticales, que realzan la robustez del paragolpes delantero. Concretamente, esta versión 100% eléctrica del todocamino francés se distingue por los DS Wings Satin Chrome y la rejilla de la calandra de color Gris Anthracite que contiene el logo E-Tense. El paragolpes trasero es específico y también se ofrecen las exclusivas llantas de aleación Kyoto de 18 pulgadas y el nuevo color Cristal Pearl.
No menos llamativa es la vista lateral, donde se aprecia la gran distancia al suelo de la carrocería, y donde se distinguen detalles estéticos exclusivos como las manecillas de las puertas enrasadas en la carrocería y que se despliegan al abrir el coche, la aleta de tiburón invertida en el pilar B, o el techo bitono y flotante que le aporta al DS 3 Corssback un aspecto muy deportivo que también acentúa la gran nervadura lateral en forma de cuña que ayuda a incrementar la sensación de aplomo del vehículo.
Pero si hablamos de sensación de estabilidad tenemos que hablar sin duda del diseño de la zaga. Un paragolpes con unos hombros muy marcados y con una anchura reforzada visualmente con unas falseadas tomas de aire en sus extremos, unos pilotos muy rasgados y en posición elevada, y un techo mucho más estrecho que la parte baja de la carrocería, transmiten que el coche va muy asentado sobre el asfalto pese a su notable altura.
Si a todos estos aspectos de diseño le sumamos el llamativo logo de una marca tan joven como DS, obtenemos un coche original, distinto, sofisticado y atractivo que va robando miradas allá por donde pasa.
Un interior de auténtico lujo en el DS3 Crossback E-Tense
Pero si el exterior del DS 3 Crossback E-Tense ya impresiona, el interior es donde realmente este modelo marca la diferencia. La mayoría de eléctricos del mercado cuentan con interiores sencillos, por dos razones: reducir el peso para elevar la eficiencia, y por otro reducir los costes lo máximo posible ya que un coche de propulsión electrificada ya es caro de por sí por el elevado precio de las baterías. Pero como decimos, DS es una marca que basa su razón de ser en el lujo y la sofisticación, y no podía renunciar a su ADN por la innegociable condición eléctrica de su nueva gama de vehículos.Por ello la versión E-Tense (que es como se denominan a los modelos electrificados de DS) ofrece el mismo interior de que sus hermanos con motor de combustión, o si cabe más espectacular por las gráficas de flujo de energía que se reproducen en sus imponentes pantallas.
“¡Hala!”, “¡Vaya tela!”, “¡Wow!”, “¡Impresionate!” o “Qué bonito!”, son las expresiones que emplearon la mayoría de personas a las que invitamos a acceder al habitáculo del DS 3 Crossback E-Tense durante la prueba. Las mismas que exclaman los que entran ahora al DS7 Crossback E-Tense que tenemos entre manos y del que pronto veréis la prueba.
Y no es de extrañar que queden tan asombrados, ya que el DS 3 Crossback tiene un diseño interior tan inusual como impactante. Lo primero que llaman la atención son las formas poligonales y romboides de casi todos sus elementos: aireadores, botones de la consola y túnel central… Una visión impactante que se acentúa con las dos imponentes pantallas que dominan el habitáculo: la principal de 12 pulgadas sobre el salpicadero y una segunda de 10 pulgadas en el cuadro de instrumentos digital.
Esta segunda es totalmente configurable y ofrece distintas configuraciones para mostrar la información referida a la conducción, priorizar la navegación, simplificar la información para no distraer al piloto o mostrar el flujo de energía del sistema de propulsión. Además, existe una opción de configurar la información a gusto del conductor para mostrar aquello que se quiera.
Y la pantalla central no sólo es más grande, sino también más completa, ya que en ella se muestran varias funciones de la instrumentación digital, además de poder controlan de forma táctil casi todos los sistemas del vehículo, si bien DS ha tenido el gran acierto de ofrecer un botón individual bajo la pantalla para dar acceso directo a las principales funciones: climatización, navegación, radio, teléfono, volumen, configuración del vehículo, aplicaciones del sistema, e incluso calefacción de los asientos. Casi todos tiene su réplica en el pequeño volante multifunción, e incluso se pueden activar mediante unos sencillos comandos de voz. Lo cierto es que nos ha encantado la disposición de los mandos y la facilidad de manejo de los mismos, incluyendo la acertada ubicación de los elevalunas en la consola central, de modo que el copiloto puede ayudar al conductor con el control de las ventanillas de todo el vehículo si los niños se ponen pesados. Además, desde ahí también se bloquean las propias ventanas y el cierre centralizado.
Para rematar la perfecta ergonomía del DS3 Crossback E-Tense hemos de destacar otros aspectos como la comodidad de sus asientos, totalmente regulables de forma electrónica, la buena situación y el tamaño del volante, la perfecta ubicación del Head-Up Display, la buena visibilidad que se disfruta desde el puesto de conducción, tanto en la posición más alta como baja del asiento, o el fácil acceso a la gran palanca de cambios.
En cuanto a la calidad de los materiales, hemos de decir que son más atractivos a la vista que al tacto. Algunos plásticos tanto de las superficies como de la botonería nos daban la sensación ser algo endebles y estar demasiado ‘sueltos’, lo que también jugaba en contra de algunos ajustes, sobre todo en las zonas con plásticos duros. Un extraño contaste con respecto al buen tacto de las partes dotadas de cuero, como la palanca de cambios, los asientos o el propio volante.
Hemos dejado para el final la evaluación de la habitabilidad y capacidad de carga del DS 3 Crossback E-Tense, ya que se encuentra en la media del segmento. Las plazas delanteras son muy amplias y cómodas, y en las traseras se disfruta de dos buenos asientos en los extremos más un hueco en medio en el que puede viajar un adulto sin problemas gracias a la ausencia de túnel de transmisión, al buen espacio para las rodillas por la generosa batalla y a un aceptable espacio libre hasta el techo. En cambio, una cintura de la carrocería demasiado levada junto con unas ventanillas traseras muy pequeñas hace que se sienta un poco de sensación de enclaustramiento, sobre todo en el caso de niños o personas de baja estatura. Por lo que respecta al maletero, la buena ubicación de las baterías no afecta al espacio y sigue ofreciendo los 350 litros de las versiones con motor de combustión.
Suavidad de referencia
Si tuviésemos que destacar una sola virtud del DS3 Crossback E-Tense, esta sería sin duda la suavidad de conducción. Y no os penséis que lo decimos de cualquier eléctrico, ya que este es especialmente agradable de conducir, puesto que a la común ausencia de ruido de cualquier FCEV cabe añadir otros aspectos como la insuperable insonorización del habitáculo que también impide que se cuele en el interior el ruido de rodadura o del viento por el grosor de los cristales y las láminas de las puertas; la suavidad de una dirección que a baja velocidad se podría manejar con un solo dedo; la permisividad de una suspensión capaz de filtrar cualquier bache que quiera filtrarse en el habitáculo; el buen tacto de los pedales, que para nada tienen ese tacto artificial de algunos eléctricos; las agradables reacciones de la tracción a la demanda del pedal del acelerador; o la sencillez con la se maneja la panca de cambios o las levas que se esconden tras es volante. Y lo mejor de todo es que esta suavidad no conlleva un tacto artificial y poco informativo que transmita inseguridad al volante, si bien es cierto que a altas velocidades se echa en falta una dirección algo más firme.Aunque esto de no debería ser un problema, ya que el DS 3 Crossback E-Tense no está pensado en absoluto para ser un deportivo, pese a que como buen eléctrico con entrega inmediata de par, es una auténtica bala en salidas desde parado y cortas recuperaciones. Este SUV eléctrico ofrece tres modos de conducción: ‘Sport’, para disfrutar al máximo de los 136 cv y, sobre tos, de los explosivos 260 Nm de par motor; ‘Normal’ para una conducción confortable; y ‘Eco’ en la que se prioriza la eficiencia y la conservación de la energía. A este fin también se destina el modo ‘B’ (Brake) de la palanca de cambios, con retenciones más acusadas para optimizar la regeneración de energía.
Al recoger el coche y con la barra de carga de batería a tope en el cuadro de instrumentos, el coche marcaba 230 km, una cifra muy lejana a los 320 que anuncia la ficha técnica. Este dato nos desalentó bastante al inicio de la prueba, pero lo cierto es tras casi dos días rodando por ciudad la autonomía seguía clavada en 230 km, lo que nos reconcilió con el fabricante francés. Tenemos que decir eso sí, que realizamos en este tiempo una conducción ultra eficiente que posiblemente mejorase los registros de lo que tenía guardado en su memoria el ordenador de a bordo. El que haya llevado un coche eléctrico sabrá que el conductor se ‘electrifica’ hasta tal punto que cada ruta convierte en un desafío de eficiencia para mantener al máximo la autonomía. Acelerando suavemente, frenando de igual forma, avanzándonos a los semáforos, aprovechando las inercias y jugando con las regeneraciones, probablemente mejoraríamos los registros que tenía memorizados el ordenador de a bordo, lo que explica que no sólo no descendiesen los kilómetros, sino que aumentasen por momentos en los primeros días.
De cualquier modo, y al margen de conducciones ultraeficientes, con su batería de 50 kWh el DS 3 Crossback E-Tense ofrece autonomía más que suficiente para que un usuario medio, que viene a hacer unos 40 kilómetros diarios, no tenga que recargar la batería en prácticamente una semana. Y cunado toque hacerlo, puede recuperar hasta el 80% de la energía en 30 minutos en una toma de 100 KW; el 100% en 5 horas en un enchufe de casa gracias al cargador de serie de 11 kW que viene de serie; 8 horas en uno de 7,4 kW y 17 h en uno de 3,7 kW.
Además, desde los distintos controles que permite este modelo tanto desde la propia pantalla del vehículo como a distancia con el smartphone, se pueden programar las cargas para que se realicen en las horas de menor coste de la electricidad. Y ya que hemos citado el apartado de la conectividad, cabe reseñar que como no cabe de otro modo en un vehículo de la firma de lujo DS, el DS 3 Crossback E-Tense, ofrece un equipamiento de infoentretenimiento, seguridad y conectividad que se encuentra a la vanguardia del segmento.
En los acabados superiores, como Performance Line +, encontramos todas las innovaciones de última generación: DS Connect Nav y su conectividad DS Connect Box, luces inteligentes DS Matrix LED Vision, además del ADML Proximity que hace que aparezcan las manillas de las puertas cuando la llave se encuentra a menos de 1,5 metros del vehículo. Este equipamiento también se encuentra en la versión Grand Chic, que cuenta también con la pequeña pantalla frente al conductor y la tapicería de cuero.
En resumen, el DS 3 Crossback E-Tense es un SUV eléctrico para clientes exigentes que primen la calidad y la distinción por encima de la practicidad, ya que, si bien ofrece algo menos de autonomía que algunos de sus rivales, brinda un nivel de diseño, tecnología, confort y sofisticación que es hasta la fecha incomparable en su sector. Eso sí, lo bueno se paga y el pequeño SUV eléctrico de la firma de lujo francesa es también algo más caro que sus rivales directos, con un precio que parte desde algo más de 37.000 euros.