Este es el Top10 en la historia de Maserati

Hablar de Maserati es hablar de más de un siglo de historia viva automóvil. Desde su fundación en 1914, la marca italiana ha sido sinónimo de lujo y altas prestaciones. Hoy, repasamos diez modelos que no solo definieron su historia, sino que también dejaron una huella imborrable en esta induustria.

El Maserati Tipo 26 marcó el punto de partida de la marca. Era un coche diseñado para competir, pero también para ganar. Con su motor de ocho cilindros sobrealimentado y 128 CV, este modelo se alzó con la victoria en su categoría durante la Targa Florio de 1926, pilotado por Alfieri Maserati. Pesaba menos de 800 kg gracias a su carrocería de aluminio, una auténtica hazaña técnica para su época. Fue el inicio de una tradición ganadora que aún perdura.

Tras la Segunda Guerra Mundial, Maserati dio un giro hacia los coches de calle con el A6 1500 Gran Turismo. Este modelo, diseñado por Pinin Farina, representaba elegancia y deportividad en estado puro. Además, el A6 tuvo versiones monoplaza, como el A6GCM, que destacaron en la Fórmula 1 y 2. Fue el precursor de una filosofía que convirtió a Maserati en un referente de los deportivos de lujo.

El Maserati 250F es una leyenda. En su debut, ganó el Gran Premio de Argentina con Juan Manuel Fangio al volante. Era un monoplaza diseñado para competir al más alto nivel, con un motor de seis cilindros y 2,5 litros que alcanzaba casi 300 CV. En 1957, Fangio logró su quinto campeonato mundial con este coche, consolidando su estatus como uno de los más icónicos en la historia de la Fórmula 1.

Con el 3500 GT, Maserati revolucionó el concepto de gran turismo. Este modelo, diseñado por Carrozzeria Touring, combinaba un chasis tubular con una carrocería de aluminio que destacaba por su belleza y aerodinámica. Equipado con un motor de 6 cilindros y 220 CV, fue uno de los primeros coches italianos en incorporar inyección electrónica. No era solo un coche; era una declaración de estilo para las estrellas del momento.

Maserati rompió moldes con el Quattroporte. Un sedán de lujo que combinaba la comodidad de un coche familiar con las prestaciones de un deportivo. Era una idea innovadora para una marca tan ligada a la competición, pero funcionó. A lo largo de seis generaciones, el Quattroporte se ha mantenido como un emblema de elegancia y exclusividad.

El Maserati Ghibli, diseñado por Giorgetto Giugiaro, es una obra de arte sobre ruedas. Su línea alargada y agresiva marcó un antes y un después en el diseño de los deportivos. Bajo el capó, un motor V8 de hasta 335 CV en su versión SS lo hacía tan rápido como impresionante. El nombre Ghibli ha resurgido en varias ocasiones, pero siempre manteniendo su esencia: ser un deportivo único.

Con el 3200 GT, Maserati dio un paso hacia la modernidad. Su diseño era rompedor, especialmente gracias a los icónicos pilotos traseros en forma de boomerang. Además, su motor V8 Biturbo de 370 CV ofrecía prestaciones excepcionales. Este modelo marcó el inicio de una nueva era para la marca y fue la base para modelos posteriores como el Maserati Coupé y el Spyder.

El MC12 fue diseñado para ganar, y lo logró. Este superdeportivo, basado en el Ferrari Enzo, dominó en la categoría GT1 y se convirtió en un referente en el mundo de la competición. Con un motor V12 de 630 CV y una aerodinámica radical, alcanzaba los 330 km/h. Su versión de calle, limitada a solo 50 unidades, es hoy una pieza codiciada por coleccionistas.

El GranTurismo fue un éxito inmediato. Este coupé de dos puertas y cuatro plazas combinaba lujo y prestaciones, con un motor V8 atmosférico que inicialmente ofrecía 405 CV. Su segunda generación, lanzada en 2023, incluye una versión 100% eléctrica llamada GranTurismo Folgore, con 761 CV y un diseño aún más refinado.

El Maserati Grecale demuestra que la marca también puede brillar en el competitivo segmento de los SUV. Disponible en versiones híbridas y eléctricas, destaca por su equilibrio entre rendimiento, comodidad y tecnología. Su variante eléctrica, el Grecale Folgore, acelera de 0 a 100 km/h en solo 4,1 segundos, llevando la innovación al siguiente nivel.