Ford Ranger Wildtrak: más capaz y versátil que nunca

Hablar de Ford Ranger en Europa es hacerlo de éxito, además de aventura, pasión y diversión. La primera generación de este pickup data de 1982, pero fue en 2015 cuando alcanzó la primera posición en el viejo continente, un liderazgo que mantiene año tras año y que alcanza a la quinta generación. Sin ir más lejos, en España el 30% de la cuota del mercado del segmento está firmado por este Ranger, del que esperamos una variante Platinum próximamente y una versión X para los Wildtrak de los que hablaremos en este artículo. Sin ánimo de adelantar acontecimientos, la conclusión de los primeros kilómetros al volante es clara: el Ford Ranger Wildtrak no solo ha mejorado, con esta última actualización es capaz de cumplir en todos los ámbitos de tu vida alejada de las ciudades.

Lógicamente, el Ford Ranger Wildtrak no es un modelo recomendable para un urbanita. Mide 5,37 metros de largo por 2,28 ancho, lo que supone 5 cm más que el anterior, y 1,88 de alto. Su distancia entre ejes también crece, hasta los 3,27 metros y la capacidad de carga alcanza los 1.067 kilogramos del modelo anterior. Además, al ser más ancho, la caja posterior admite un europalé y ha sido rediseñada bajo un concepto de organización de la carga, con módulos que pueden dividirse según tus necesidades, estribos resistentes, raíles atornillados y un portón trasero que sirve como banco de trabajo, con regla integrada y pinzas de sujeción.

No olvidemos que el Ford Ranger también puede ser una herramienta de trabajo, como lo es para el esquiador freerider Aymar Navarro, apodado también el Jabalí y embajador de los modelos más aventureros de la firma del óvalo en España. Además de conquistar las montañas nevadas, y bajar por lugares inimaginables, también es bombero en la Vall d’Aran y su preparación física está ligada a la montaña, el hábitat natural de su Raptor y también de la Wildtrak. En sus producciones siempre hay un lugar para este pickup, su compañero de vida y también de la nuestra durante dos días.

En nuestro caso, el modelo probado monta el bloque 3.0 litros de 240 CV de potencia sobre las 3.250 rpm y rinde 600 Nm de par a partir de las 1.750 vueltas. Existe otra motorización más racional, como es la EcoBlue biturbo de 2.0 litros de 205 CV y 500 Nm, que no está nada mal, pero que, teniendo en cuenta la diferencia de apenas 2.000 euros, no puede competir. Únicamente lo haría en el apartado de consumos, con una media por encima de los 8,7 l/100 km frente a los 10,1 l/100 km del V6. Ambos con la combinación de la caja de cambios 10 velocidades de serie, que es manual o automática de seis velocidades en el menos potente (opcional la de diez).

Otro de los puntos a favor del más prestacional es el nuevo sistema de tracción e-4WD permanente, del que puedes aprovechar todas sus ventajas con un modo específico de conducción automático. La acción de los ejes se gestiona a través de una ruleta en el túnel central que identifica 2H (trasera), 4H (total), 4a (automática) y 4L (reductora). Se suma a los menús de conducción Normal, Eco, Deslizante Barro y Arena y Tow Haul específico para remolcar, además del bloque de diferencial trasero pero no delantero (disponible en el Raptor).

De un Ford Ranger, más aún Wildtrak, esperas un comportamiento robusto, capaz y todoterreno. La sorpresa te la llevas al acceder a su habitáculo, coronado por una pantalla central de 12 pulgadas dispuesta verticalmente y con una interfaz comprensible para cualquier usuario de smartphone. El cuadro de instrumentación es más basto, de solo 8 pulgadas pero con la información suficiente para la conducción.

La compatibilidad con Apple CarPlay y Android Auto de manera inalámbrica es coser y cantar, del mismo modo que podrás aprovechar todos los servicios derivados del FordPass y que conectan el coche con tu móvil. Alguna de estas funciones son el bloqueo y desbloqueo de puertas, arranque, estado del vehículo y actualizaciones de software, pero lo más curioso es la iluminación del vehículo, también de la caja, para poder descargarla o trabajarla fácilmente. Un espacio, por cierto, en el que han instalado dos tomas de carga y una persiana completamente eléctrica de serie.

El sistema multimedia “SYNC 4” es el doble de rápido que la generación anterior e incorpora a la perfección los nuevos sistemas de ayuda a la conducción y seguridad, como la cámara frontal y cenital (opcional 500€). El Wildtrak incorpora otras ADAS como el ángulo muerto con alerta de tráfico cruzado, asistente de precolisión y mantenimiento de carril. Este último sistema es algo intrusivo en carretera rápida, donde el Ranger Wildtrak sufre las consecuencias de su desarrollo 4x4 y deja ver su peor versión pese a una mejora increíble del confort de rodadura, insonorización del habitáculo y comportamiento dinámico en carretera asfaltada.

En todos los casos, este Wildtrak es una oda a la esencia americana de un modelo sin precedentes y bien adaptado al mercado europeo. Los guiños a la increíble F-150 saltan a la vista, pero con el cuidado y la sofisticación del viejo continente, destacada en los grupos ópticos con tecnología LED (matricial como extra) y su firma lumínica en forma de C. Como detalle curioso, la parrilla completamente vertical y más grande que nunca está confeccionada mediante un compuesto hidroformado, que permiten diseñar estructuras más complejas y con nervaduras acentuadas como es el caso.

Es difícil imaginarse conduciendo un Ford Ranger Wildtrak en tu día a día, pero existen afortunados que sí pueden decirlo. Por ese motivo, este pickup diseñado en Australia se vende en más de 180 países y se produce en seis fábricas de todo el mundo, siendo la de Silverstone (Sudáfrica) la encargada de las unidades españolas. Unos modelos que, en el caso de la versión probada, llegan con un descuento importante y un precio final al comprador de 50.000 euros que, visto el auge del mercado, me parece más que justificado. Los precios sin descuentos son de 55.930 euros para el 205 CV y 57.930 euros para el V6, del que esperan un mix superior al 60%.