Mazda reinventa la electrificación con el nuevo MX-30 R-EV
Mazda suele nadar a contracorriente. Por ejemplo, en plena era eléctrica sigue desarrollando y comercializando grandes motores diésel. Pero con el MX30 e-Skyactiv R-EV ha ido un paso más allá y directamente se ha creado su propia piscina para nadar como le de la gana, ya que cuenta con un concepto de propulsión único en el mercado que combina las características de un híbrido enchufable, un eléctrico de autonomía extendida y un gasolina... con motor rotativo.
Pero vayamos por partes, porque es la única manera de poder entender este revolucionario coche. Mazda lo define como un híbrido enchufable, ya que tiene un motor gasolina, acompañado de un motor eléctrico que puede mover el coche por sí mismo y que se alimenta de unas baterías que se pueden cargar en una toma de corriente externa.
La batería de ion litio de 17,8 kW le permite recorrer 85 kilómetros en modo 100% eléctrico. Como el resto de modelos PHEV del mercado ésta admite recargas en corriente alterna, pero además puede conectarse a cargadores tipo 2 y CCS. En un punto de carga rápida de 36 kW o más, la batería puede pasar del 20% al 80% en unos 25 minutos. Con carga normal trifásica de 11 kW, la batería se recarga en unos 50 minutos. Y en corriente alterna de 7,2 kW requiere aproximadamente una hora y media. Pero el MX-30 R-Ev no sólo toma energía sino que también piuede suministrarla con una potencia de 1500 W, utilizando la toma de corriente del maletero.
Hasta aquí el Mazda MX30 e-Skyactiv R-EV se podría considerar un PHEV al uso, con la ventaja de tener una carga rápida. Pero la cuestión es que cuando las baterías se agotan durante el trayecto, no es el motor de combustión el que propulsa al vehículo como en el resto de híbridos enchufables, sino que el motor gasolina hace las veces de generador para recargar las baterías que alimentan al motor eléctrico, que es el que en todo momento y sin excepción se encarga de mover las ruedas. Por tanto el Mazda MX30 e-Skyactiv R-EV podría considerarse también como un coche eléctrico de autonomía extendida, con un depósito de gasolina de 50 litros.
Otra peculiaridad de este coche es que Mazda podría haber recurrido a sus motores Skyactiv G para montar el ‘generador’ en el MX-30 R-EV, pero querían un propulsor ligero y que ocupase muy poco espacio. Algo que por suerte ya tenían en la marca y se llama motor rotativo. La firma japonesa ha recuperado para este coche una tecnología que llevaba sin utilizar desde hace unos 10 años con el último RX-8. Compacta y ligera, esta nueva versión tiene 830 cc y ofrece 75 CV de potencia. Se ubica junto al a un motor eléctrico, para entregar en combinación 170 CV y 260 Nm de par motor. No se trata de una gran cifra pero es más que suficiente para mover con soltura el coche en cualquier circunstancia, con una aceleración progresiva y agradable.
Tres modos de conducción
Un sistema de propulsión tan ‘complejo’ se simplifica dándole al usuario tres modos de conducción preestablecidos: Normal, EV y Carga. El primero es el que está por defecto y combina el motor eléctrico y el combustión de la manera más efectiva y eficiente posible. En principio el motor rotativo está inactivo, pero cuendo se necesita más potencia de la que puede suministrar la batería, el motor rotativo se activa y suministra a la batería la energía adicional necesaria, en función de la presión sobre el acelerador.
El modo EV mantiene en modo eléctrico durante el mayor tiempo posible, de decir, hasta que la batería se agota por completo o, como antes, cuando se precisa un plus de potencia.
El modo Carga se utiliza para preservar energía en la batería. Es útil, por ejemplo, si queremos guardar carga en carretera para cuando lleguemos a la ciudad donde es más eficiente, o si vamos de camping y queremos emplear la batería del coche para alimentar equipos eléctricos. Es posible definir la cantidad de carga de la batería que se desea reservar, en incrementos del 10%. Cuando la carga de la batería cae por debajo del nivel de reserva especificado, el generador se activa, recarga la batería hasta el nivel especificado y se encarga de mantenerla en ese nivel de carga. Mientras la batería se encuentra por encima del nivel de carga establecido, el coche funciona en un modo Normal.
Primeras sensaciones al volante del Mazda MX-30 e-Skyactiv R-EV
Como cualquier PHEV, el Mazda MX-30 R-EV arranca en modo 100% eléctrico y así continúa hasta que se agota la energía de sus baterías o se pega un pisotón al acelerador. Con el motor de combustión apagado se comporta igual que el MX-30 original, es decir: de forma suave, silenciosa, con muy buenos tactos de conducción y con un comportamiento súper equilibrado entre confort y deportividad; aunque primando siempre el primer aspecto. El coche acelera de forma constante y lo suficientemente contundente como para no echar en falta potencia en ningún momento, pero no tiene un carácter explosivo como otros eléctricos con su entrega de par inmediata. Por cierto, la velocidad máxima está limitada a 140 km/h.
Una vez se agotan las baterías o se le exige al motor, entra en escena el motor rotativo. La primera vez que lo hizo fue tras salir a autopista y pisar a fondo para ganar velocidad rápidamente. En ese mismo instante se iluminó el testigo del motor rotativo en el cuadro, pero lo cierto es que no hacía falta la indicación ya que es bastante evidente cuando lo hace, y más si está frío. Podríamos decir que se trata de un sonido ‘peculiar’, puesto que no hay otro motor como este en el mercado, y que debemos acostumbrarnos a él, pero lo cierto es que por su constancia llega a ser algo incómodo en ocasiones, siendo sin duda el aspecto que nosotros mejoraríamos de este modelo. Incluso a altas velocidades penetra la constancia de propulsor rodando a unas revoluciones constantes. En todo caso es justo añadir que las unidades de prueba de la presentación eran modelos preserie, por lo que no hay que descartar ajustes que logren mitigar la rumorosidad antes de que el coche llegue a los concesionarios.
En cuanto al comportamiento general del coche, mantiene el ADN de Mazda, con una dirección que como suele ser habitual en la marca roza la perfección, y un aplomo que transmite una gran seguridad en carretera gracias a un acertado tarado de suspensiones, combinado con una gran agilidad y sencillez de manejo en entornos urbanos. Es decir, un coche polivalente y aconsejable para casi cualquier tipo de uso, ya que es más espacioso y capaz de lo que parece por fuera, con unas cómodas traseras a las que se accede por su curioso sistema de puertas a contramarcha y con un maletero de 350 litros (332 en la versión Edition R).
Precios y acabados del Mazda MX30 e-Skyactiv R-EV
Mazda ha dejado a elección del consumidor optar por el Mazda MX-30 original con su motor 100% eléctrico, o por el híbrido enchufable MX-30 R-EV, ya que ambos comparten el mismo precio, estando disponibles desde 38.050 euros en su acabado básico Prime Line. Sobre esto cabría descontar las ayudas del MOVES y la campaña de la marca de 3.000 euros, junto a otros 600 si se financia el coche. Además, Mazda ofrece distintas fórmulas de renting y Flexiopción, para disfrutar del coche desde una cuota al mes de 250 euros.
Además del acabado de acceso Prime-Line está disponible el Exclusive-Line, el Avantage y el Makoto, además de la versión especial Edition R, que sería el topo de gama y que sería el único en el que habría variaciones de precio respecto al MX-30 eléctrico. A su vez es el único con una decoración especial con un tono bicolor. Y ya que hablamos de estética cabe reseñar que apenas hay diferencias entre el modelo eléctrico y el PHEV, al margen de unos símbolos específicos en los laterales de la carrocería e inserciones en los repasacabezas y las alfombrillas.