Siete rutas por las Islas Canarias: El Mazda3 en El Hierro
El Hierro merece una visita desde la serenidad, la misma que inunda sus paisajes, el pausado trasiego de sus amables paisanos y la sobrecogedora quietud de la que presume el Mar de Las Calmas. Después de visitar Gran Canaria, Tenerife, Fuerteventura, Lanzarote, La Palma y La Gomera, abordamos la próxima ruta por las Islas Canarias en un intento de armonizar su naturaleza con el temperamento poderoso y seductor del nuevo Mazda3.
La elegancia en el diseño y la finura y sutiliza de los acabados del nuevo compacto son la evolución de un sello que se perpetúa generación tras generación. Ello crea un estilo inconfundible de carrocería con bajo altura y de suaves transiciones en el que todo el peso de su carácter se traslada a la nueva sección delantera, la corpulencia de sus proporciones y el característico desarrollo de los tres cuartos traseros.
La pequeña superficie de la isla invita a circundarla por completo iniciando el itinerario desde la capital, la Villa de Valverde, por la arteria principal HI-1 en dirección al municipio de El Pinar y de ahí, hacia el oeste hasta el Faro de Orchilla, otrora escogido como referencia para el Meridiano Cero hasta su reubicación en Greenwich.
Aprecio por el detalle
El tiempo a bordo del nuevo Mazda3 pasa deprisa no sólo por el confortable y refinado ambiente de su interior y bajo nivel de ruidos sino por un comportamiento que invita en todo momento a disfrutar de unas prestaciones óptimas. Materiales suaves al tacto y una ergonomía envidiable sólo hacen subrayar el dominio de Mazda en otras artes como la de mejorar la interacción entre todo el operativo del vehículo y el conductor. La responsabilidad de su actuación recae, no obstante, en la versión avanzada del motor de gasolina 2.0 SkyActiv-G con sistema M Hybrid y desactivación de cilindros. Rinde 122 cv, entrega un par máximo de 213 Nm y en la unidad que nos acompaña en esta visita a la isla de El Hierro transmite la potencia al suelo mediante un cambio manual de seis velocidades.
Continuamos ruta sin apenas descanso ahora por la HI-400 y la HI-500 y casi sin proponérnoslo alcanzamos el mirador de Lomo Negro, al noreste de la isla. Por el camino, la isla mantiene un desafío constante con el inclemente clima plasmándose en empinadas laderas de pinares que después de unos pocos kilómetros dejan paso a un estéril pero igual de hermoso Sabinar.
Descendemos bruscamente hasta las proximidades de la costa para enfilar el último tramo a través de la carretera litoral de El Valle del Golfo hasta alcanzar con la vista la Reserva Natural de Roques de Salmor.
Cae la tarde y el clásico color "Soul Red Crystal" de la carrocería cambia de tonalidad para acompañar al ocaso. No ha habido aviso de fatiga, uno de los elementos de seguridad que debutan en esta edición junto al detector de tráfico delantero y el asistente de tráfico y crucero, y eso es signo inequívoco de no hemos perdido detalle de esta última visita al archipiélago canario al amparo de la isla que mayor superficie protegida acoge en proporción a su tamaño.
Paradas recomendadas
Explorando sus costas: A pesar de su abrupto relieve la isla ofrece numerosas zonas para el baño. Al norte, el Charco Azul, el Pozo de Las Calcosas y la Maceta. Al sur, la Cala de Tacorón aunque las aguas cristalinas de La Restinga se llevan la palma. Sus fondos están considerados como uno de los más bellos y con mayor biodiversidad del mundo.