Probamos el Mercedes-Benz Clase A
Podríamos decir que Mercedes-Benz ha creado un nuevo segmento con la última generación del Clase A. Sólo por su tamaño se puede relacionar a este coche con el grupo "C", puesto que por comportamiento, seguridad, prestaciones y, sobre todo, tecnología, podría perfectamente incluirse en segmentos superiores.
No es habitual que comenzemos hablando del interior en la prueba de un coche, pero es que el habitáculo del Clase A es de todo, menos habitual. Si nos tapasen los ojos y nos metiesen en él, al quitarnos la venda sería imposible intuir que estamos en un coche del segmento C. El puesto de conducción poco o nada tiene que envidiar al del Clase C, o incluso al del Clase S.
La disposición de los elementos, los materiales utilizados y el aumento del tamaño útil en el nuevo Clase A, son excepcionales. Nada más sentarte a los mandos de este coche te das cuenta del generoso espacio que se ha dispuesto en la parte delantera. La anchura para los hombros, y las piernas, y la separación entre asientos son realmente amplias, y sucede exactamente igual para las plazas traseras.
Y todo ello sin con un ligero aumento de tamaño respecto al anterior Clase A de solo 120 mm y con un maletero que también crece 30 litros hasta alcanzar los 360.
Si hablamos de materiales utilizados, Mercedes ha echado el resto. La calidad empleada para este nuevo Clase A mejora claramente lo que hemos visto hasta ahora en este segmento, y nos deja un mensaje muy claro de las aspiraciones de este modelo.
Pero lo qué realmente nos impresionó fue su carga tecnológica. Cuenta con un sistema multimedia que resulta como poco impactante, al emplear dos grandes pantallas digitales, de la misma forma que lo hacen sus hermanos mayores el Clase E y S pero con un detalle particular: la pantalla de delante del conductor no dispone de visera, es decir está abierta totalmente. Estas pantallas pueden ser de distinto tamaño: una opción es que las dos dispongan de 7 ó 10 pulgadas, pero también se pueden combinar y disponer de una de 7 y la otra de 10, a gusto del propietario.
Desde éstas se pueden visualizar y manejar la mayoría de sistemas del vehículo, si bien el sistema multimedia MBUX reúne un mundo nuevo para la relación coche-conductor, en el que destaca la interacción vocal. Diciendo "Hey Mercedes", el sistema se comunica con la persona. El nuevo sistema es compatible con numerosas funciones de infoentretenimiento, como introducir destinos, llamar por teléfono, seleccionar música, escribir y escuchar mensajes, consultar el pronóstico del tiempo y funciones de confort como la climatización o las luces.
Además, y al contrario de la mayoría de sistemas utilizados por otras marcas hasta la fecha, se puede utilizar un lenguaje muy coloquial, sin los molestos comandos preestablecidos. Basta con decir tengo hambre para que te busque un restaurante cercano, o quiero ir al cine para que te localice las salas disponibles a tu alrededor.
Por si todo esto no fuese suficiente, el sistema cuenta con inteligencia artificial, por lo que el coche irá aprendiendo de los gustos, trayectos y preferencias del conductor para hacerse cada vez más intuitivo e independiente en la su suporte al usuario.
Pero no todos los avances del Clase A se basan en la tecnología. Este modelo también es estéticamente más atractivo que su predecesor, cuenta con motores más eficientes a la vez que potentes, y brinda una dinámica de conducción mucho más depurada.
La unidad que tuvimos a nuestro alcance respondía a la versión 180 D, es decir, que bajo su capó montaba un motor diésel de 1.5 litros con 116 cv de potencia y 260 Nm de par motor, ligado al excepcional cambio de marchas automático de doble embrague y 7 relaciones.
Este conjunto propulsor ofrece un ejemplar compromiso entre prestaciones y consumos. Es más, sorprende que este coche pueda mantener registros en torno a los 5 litros a los 100, con la gran entrega de potencia que ofrece tanto en ciudad como en carretera.
Por último nos gustaría destacar el comportamiento de este nuevo Clase A, donde una vez más podría situarse en segmentos superiores, ya que brinda un aplomo, una sensación de seguridad y una calidad de rodadura que poco o nada tiene que envidiar a la de las grandes berlinas.
Mercedes-Benz se lo ha puesto realmente difícil al resto de modelos compactos del mercado.
[gallery link="file" td_select_gallery_slide="slide" ids="6294,6295,6292,6293"]