Nissan GT-R: ¿Por qué queremos que llegue a Europa?
Hace casi un año que Nissan anunció la despedida del GT-R para el cliente europeo, un adiós que venía cocinándose desde hacía tiempo. La firma nipona echaba las culpas a las normativas ambientales del viejo continente, demasiado restrictivas en el plano de las emisiones y los ruidos. La deriva ecologista obligaba a cortar por lo sano tras más de una década de pasiones y diversión, pese a lo icónico de su historia. Meses más tarde, desde el otro lado del planeta nos llegan las imágenes del futuro Nissan GT-R 2024, una actualización del matagigantes que llegará en primavera a Japón y Estados Unidos.
La presentación oficial se llevó a cabo en el Salón del Automóvil de Tokio 2023, que abrió sus puertas el pasado fin de semana. Son muchas las novedades interesantes en el salón nipón, pero, como buenos petrolheads que somos, vamos a guardar un espacio exclusivo al Nissan GT-R. Sus nombres en clave serán GT-R Premium o GT-R T-Spec 2024 y GT-R Nismo, tres versiones de menos a más prestacionales.
Pocos cambios estéticos
A decir verdad, la evolución en diseño es mínima, pero existe. El frontal tiene más superficie de paragolpes, splitter inferior en única pieza que incluye los apéndices aerodinámicos laterales más marcados. Las entradas de aire a las ruedas y frenos desaparecen y dan paso a un conjunto de luces diurnas en forma de panal de abeja. El paragolpes también ha sido rediseñado, con una forma cóncava que parece absorber el aire a través de la entrada principal.
También parece ser más largo, especialmente en su vista lateral y gracias al capó de longitud notable. Una pieza en la que encontramos dos tomas de refrigeración situadas sobre dos jorobas aerodinámicas y, tras el paso de rueda marcado, una salida del aire que se filtra a través del sistema de frenos del futuro GT-R. Lo más conservador, sin duda, es la zaga y no es de extrañar. Sí vemos un alerón de nueva factura, pero mantiene sus ópticas redondas y míticas de los Godzilla de siempre.
Más cómodo y refinado
Tal como comentaron los japoneses, la nueva era del GT-R se centra en ser completo y deportivo a partes iguales. A las mejoras en el rendimiento aerodinámico, aplicadas con los cambios en su carrocería, se suman algunas modificaciones en el chasis en pro de la comodidad y la ausencia de vibraciones, que reducen al tiempo los ruidos que se filtran al habitáculo.
A nivel mecánico, el Nissan GT-R siempre se ha caracterizado por ser el democratizador de los superdeportivos. Parece que esa seguirá siendo su función, y sin electrificación de por medio, en Japón. Motivo por el que, lamentablemente, no se le espera en Europa. Mantendrá el bloque gasolina 3.8 V6 biturbo de 572 CV de potencia y 633 Nm de par en las versiones de acceso. Sin embargo, y como ya es habitual, esperaremos con ansia la variante Nismo de 608 CV y 651 Nm. Todas ellas combinadas con un cambio automático de doble embrague de seis velocidades y su eficiente sistema de tracción total.
Pero antes de pasar a palabras mayores, hablemos de su versión GT-R T-spec. Se trata de una opción intermedia que añade un toque picantón a la de acceso, que se llamará GT-R Premium. Lo consiguen con una paleta de colores diferenciada (Millennium Jade y Midnight Purple) y llantas de aleación forjadas de 20 pulgadas, terminadas en tono dorado con las pinzas de freno en amarillo para identificar que son más grandes. Además, en su interior vemos una nueva combinación de colores verdes.
Para la variante más radical de los GT-R, la Nismo, los de Nissan disponen de un kit aerodinámico específico para el alerón trasero, difusor posterior, splitter delantero y un tarado de las suspensiones más deportivo. Por primera vez incluye un diferencial de deslizamiento limitado mecánico conectado al eje delantero y un turbocompresor derivado de las carreras. A nivel estético, y dinámico, el capó y el techo serán de fibra de carbono. En su interior encontramos asientos específicos de Recaro, fáciles de identificar por la estructura en fibra de carbono.