Nissan lanza las versiones e-4ORCE en los X-Trail y Ariya
Nissan puede presumir de contar con uno de los historiales todoterreno más destacados dentro de la industria del automóvil. La firma nipona siempre ha sido un referente en materia off road y, en consecuencia, en sistemas de tracción total gracias a modelos como el ya icónico Patrol o la primera generación Qashqai, con la que nació un nuevo segmento que iba a cambiar por completo la fisionomía de la automoción europea, el de los SUV.
Una posición referente en materia TT que también se traslada al sector de los coches eléctricos con un modelo como el Leaf, un auténtico pionero de un mercado que se ha convertido en el principal protagonista y base sobre la que se desarrollará la movilidad futura.
Dos motores eléctricos para una tracción 4x4 eficiente
Ahora, Nissan combina toda su experiencia 4x4 y eléctrica con el desarrollo del e-4ORCE. Se trata de una tecnología que se centra en la gestión y control de tres factores; los dos motores eléctricos, las cuatro ruedas motrices y el chasis.
Se trata de un sistema creado para su utilización tanto en los propulsores 100% eléctricos de Nissan como en los de la serie e-POWER basados en la hibridación de unidades de gasolina y electricidad. Dos propuestas tecnológicas claramente diferenciadas pero que tienen un punto en común; los motores eléctricos son los encargados de mover las ruedas.
De momento, Nissan ha implementado la tecnología e-4ORCE en los X-Trail y Ariya. En el primer caso se refuerza el sistema e-POWER con un segundo motor eléctrico delantero que acompaña al ubicado en el eje posterior y al de gasolina de 1.5 litros. El resultado final es una potencia conjunta de 213 CV. En el caso del Ariya e-4ORCE, la doble motorización eléctrica sube la potencia hasta los 306 CV.
En ambos casos una batería es la encargada de alimentar a los dos motores eléctricos montados en los dos ejes y proporcionar un control independiente de las cuatro ruedas. Asimismo, se consigue una óptima distribución del par entre la parte delantera y trasera acorde al estado del firme por el que se circula y la posición del vehículo, a la vez que gestiona la intensidad de la frenada. Si a ello se la añade un control continuo del chasis, trazada y precisión de la dirección los beneficios en estabilidad, frenado y tracción son más que notables.
Una de las claves de la eficacia del e-4ORCE es el equilibrio conseguido en la distribución de la potencia de los dos motores eléctricos con una rapidez de respuesta hasta 10.000 veces superior que la de un sistema mecánico de tracción total.
Entre otras ventajas adicionales destaca el aumento de confort que se consigue debido a la considerable eliminación del cabeceo de la carrocería en frenadas fuertes, gracias a la función de freno regenerativo que se produce en los dos ejes que provoca un reparto de la fuerza de frenado más equilibrada.
Asimismo, el hecho de ser un sistema de doble motor le permite prescindir de un eje de transmisión y un diferencial, dejando más espacio para el habitáculo.