Porsche Museum 959 Paris Dakar Restauration

Porsche restaura el 959 que brilló en el Dakar en 1986

El Porsche 959 que quedó subcampeón del París-Dakar en 1986 vuelve a rodar tras una profunda restauración

Atravesar hoy día el desierto con un Porsche 911 Dakar y todos sus avances tecnológicos, nada tiene que ver con la odisea que suponía hacerlo en el año 1986 en un coche mucho más rudimentario. Una gesta que lograron Jacky Ickx y Claude Brasseur a los mandos del 959 París-Dakar, con el que terminaron segundos en el rallye más duro del mundo. Precisamente para conmemorar aquella hazaña, Porsche ha restaurado el modelo original, que tan sólo fue batido por los franceses René Metge y Dominique Lemoyne en un coche gemelo, lo que demostraba el dominio de la firma alemana en una competición.

Porsche Museum 959 Paris Dakar Restauration
Porsche Museum 959 Paris Dakar Restauration
Porsche Museum 959 Paris Dakar Restauration
Porsche Museum 959 Paris Dakar Restauration
Porsche Museum 959 Paris Dakar Restauration
Porsche Museum 959 Paris Dakar Restauration
Porsche Museum 959 Paris Dakar Restauration
Porsche Museum 959 Paris Dakar Restauration
Porsche Museum 959 Paris Dakar Restauration
Porsche Museum 959 Paris Dakar Restauration
Porsche Museum 959 Paris Dakar Restauration
Porsche Museum 959 Paris Dakar Restauration
Porsche Museum 959 Paris Dakar Restauration
Porsche Museum 959 Paris Dakar Restauration
Porsche Museum 959 Paris Dakar Restauration
Porsche Museum 959 Paris Dakar Restauration
Porsche Museum 959 Paris Dakar Restauration
Porsche Museum 959 Paris Dakar Restauration
Porsche Museum 959 Paris Dakar Restauration
Porsche Museum 959 Paris Dakar Restauration

Ese doblete resultó extraordinario teniendo en cuenta que el Dakar es un rallye pensado para coches todoterreno y camiones. Pero además, el tercer Porsche 959 que hacía las veces de coche de apoyo, cruzó la meta en sexta posición con Roland Kussmaul, responsable del Proyecto, y Wolf-Hendrik Unger a bordo. Porsche aún conserva este trío en su colección. “El vehículo ganador permanece intacto, lo mantenemos en una cápsula del tiempo, por así decirlo, y dejamos que las huellas del rallye permanezcan en él el mayor tiempo posible”, explica Kuno Werner, Jefe de Taller del Museo Porsche.

Una larga adaptación al desierto

Fueron necesarios dos años para transformar el 959 en un ‘todoterreno’. Tuvieron que reforzar el chasis, montar amortiguadores dobles en el eje delantero y neumáticos con tacos. También lograron que en función de las necesidades de motricidad, el diferencial central con control electrohidráulico distribuyese la potencia de forma variable entre los ejes delantero y trasero de este Porsche, que alcanzaba una velocidad máxima en 210 km/h.

Además, para hacer frente a la dureza del Dakar, Porsche decidió reubicar las unidades de control del motor en una posición más elevada con el objetivo de poder vadear ríos sin sufrir daños. Igualmente, el sistema de refrigeración se optimizó para su uso en competición y, para ahorrar el mayor peso posible, se optó por el uso del kevlar en la carrocería, las puertas y el capó. Gracias a ello, el peso en vacío quedó fijado en 1.260 kilogramos.

Piezas de la carrocería del Porsche 959 Paris Dakar

Con estas y otras muchas modificaciones “conseguimos la victoria en el año del estreno, y todos nuestros coches llegaron a la meta; en la siguiente edición, ninguno de los tres coches consiguió terminar la carrera. Aquello fue devastador, pero logramos levantarnos y prometimos que volveríamos. En 1986 funcionó de nuevo: hicimos doblete y los tres vehículos llegaron hasta el final”, recuerda Peter Falk, por aquel entonces Director de Competición de Porsche.

Mantener la originalidad

La unidad del Porsche 959 París-Dakar que venció se mantiene prácticamente igual que cuando acabó. “Queríamos mantener su condición de usado, pero técnicamente debía permanecer impecable”, comenta Werner. En cambio, el vehículo subcampeón de 1986 se restauró reemplazando la menor cantidad posible de piezas y conservando un gran número de componentes originales. Esta unidad tiene alrededor de 18.000 kilómetros, resultado de sus participaciones en rallyes y de varias jornadas de pruebas. Igual que su homólogo de serie, el vehículo de carreras está propulsado por un motor bóxer refrigerado por aire/agua con sobrealimentación mediante turbocompresores. Debido a la mala calidad del combustible suministrado en África, la potencia del seis cilindros se reducía a 400 CV.

El motor original del 959 Paris-Dakar

“El 959 París-Dakar fue un escaparate tecnológico en su momento y por eso resulta emocionante restaurarlo. En 1986, su llegada supuso un desafío para la industria del automóvil; hoy, en cambio, somos nosotros los que vivimos el desafío”, asegura Uwe Makrutzki, Director de Restauración de Fábrica de Porsche Classic. Su equipo y el de Kuno Werner trabajan mano a mano y se coordinan a la perfección. Porsche Classic desmonta, reacondiciona y monta el motor, la caja de cambios y la transmisión. Todos los componentes presentaban pocos daños o ninguno. “El estado del vehículo era muy bueno cuando comenzó la restauración. No había grandes deformaciones ni corrosión. Al igual que con cualquier restauración que persigue el objetivo de conservar la originalidad en la medida de lo posible, el equipo examinó cada componente de forma individual”.

Tal había sido el celo por cuidar la originalidad de aquellos coches, que en el desmontaje los mecánicos encontraron arena y suciedad del desierto africano. Nunca se había separado la carrocería por completo hasta ese momento. “Esto no es algo habitual para nosotros, pero resulta fascinante. Hoy podemos saber por los restos de lodo que había en el interior que el 959 París-Dakar cruzó ríos y que el agua llegó hasta el interior”, revela Werner. Las pequeñas áreas de corrosión que hay en algunos paneles de la carrocería se conservan en lugar de repararse para preservar la pátina que habla de la historia del coche.

Un esperado reencuentro

Tras restaurarlo, nadie mejor para dar el visto bueno el propio Jacky Ickx. El expiloto tuvo el honor de ser el primero en conducir el 959 ya restaurado en una cantera. “Los recuerdos surgen de manera inmediata al subirme al coche. Me vienen a la cabeza todas las personas que participaron en aquel Dakar de 1986”, comentó Ickx. “El 959 de calle era un coche muy deseado, todos querían conducirlo en la carretera; y en ese momento Porsche decide enviar uno a un rallye en el desierto. Es fantástico formar parte de esta historia”, dijo el expiloto. Nadie podía esperar el éxito que acabó cosechando. “El desierto es como el mar, no hay dos dunas (ni dos olas) iguales”, dice Ickx al describir la dureza del rallye.

Jacky Ickx conducniendo el 959 restaurado

Documental de la restauración

El 959 París-Dakar estará expuesto del 23 al 26 de febrero de 2023, el en el salón del vehículo antiguo Retro Classics, en Stuttgart, como parte de la exhibición especial “75 años de deportivos Porsche”. Por otra parte, un equipo de grabación ha acompañado a Porsche durante todo el proceso de restauración para hacer el documental ‘959 París-Dakar’, que se puede ver en el canal de Porsche en YouTube. De este modo, el espectador podrá conocer todos los trabajos realizados, así como la primera prueba del coche tras la finalización del proceso.

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