Porsche Boxster Concept: un diseño que marcó tendencia en los años noventa
En enero de 1993, Porsche presentó oficialmente el Boxster concept car en el Salón del Automóvil de Detroit, ante la atenta mirada de sus clientes potenciales. Este llamativo y atractivo descapotable destacó principalmente por su motor con cilindros en disposición horizontal, del mismo modo que el histórico Porsche 365 o que la saga 911 desde 1963. Cabe destacar que el término Boxster es un acrónimo formado por las primeras letras de 'bóxer' y las últimas de 'roadster'.
La idea principal de la compañía era presentar el prototipo en el Salón de Ginebra, que se celebraba en el mes de marzo. Sin embargo, finalmente se optó por hacerlo en el Salón de Detroit: "Mi jefe, Harm Lagaaij, me presionó mucho con el diseño del Boxster, sobre todo en lo que concernía al detalle de las formas. Tuvimos suerte de poder contar con Peter Müller, un fantástico modelista que empezó a trabajar, a mano alzada, exclusivamente a partir de mis dibujos. En un primer momento habíamos pensado presentar nuestro concept car en Ginebra, en marzo de 1993. Pero nos decidimos por Detroit, que se celebra en enero, porque no queríamos perder el tiempo. Además, el nuevo roadster estaba claramente enfocado al mercado estadounidense, donde Porsche debía reforzar su posicionamiento. En aquel momento, Mazda con su Miata (MX-5 en el mercado europeo) y BMW con su Z1, ya estaban presentes en este segmento", explica Larson.
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Gracias al Boxster diseñado por Grant Larson, Porsche dio continuidad al diseño de algunos de sus primeros deportivos: el Spyer, el Speedster o el Roadster. Asimismo, se pueden ver referencias claras de este concept car en los modelos 550 Spyder y 718 RS 60 de la década de 1950. Algunos rasgos como el motor en posición central, el corto voladizo trasero, el frontal que se extiende mucho más allá del eje delantero o la salida de escape situada en el centro de la zaga, son herencia de modelos de antaño y aportan un toque de distinción al prototipo. Los grupos ópticos con tecnología de iluminación innovadora y las entradas y salidas de aire también fueron elementos relevantes. Por otro lado, el diseño interior destacaba por la presencia de una serie de componentes metálicos pintados en el mismo color de la carrocería, presentes en la consola central, la instrumentación y los paneles de las puertas.
Tras su presentación, el Boxster concept car recibió una respuesta muy positiva por parte del público y de los periodistas expertos, algo que influyó decisivamente en el desarrollo final del coche. Tal como explica Grant Larson: "Poco después de la presentación en Detroit, recibimos órdenes de no seguir avanzando en el diseño. El Consejo de Dirección nos dijo entonces que, por favor, creáramos el Boxster de serie exactamente así".