Probamos por primera vez el nuevo Renault Austral
En un reportaje previo, ya desvelamos muchas novedades del Renault Austral: diseño, especificaciones, motores, acabados, precios... pero nos faltaba conocer las sensaciones de conducción. Ahora hemos tenido la ocasión de probarlo por primera vez en su presentación internacional, realizada en España. ¿Y por qué en nuestro país?, porque desde su concepto inicial hasta su ensamblaje final se desarrolla en las fábricas de Valladolid, Sevilla y Palencia. Tanto es así, que Renault no duda en catalogarlo como “el coche más español de la historia”.
Los responsables de la firma francesa también dijeron que el Austral es su lanzamiento más importante de todo el año, y por tanto el modelo que tiene que ejemplificar lo que para la marca del rombo es la evolución hacia la conducción sostenible. Una transición que según sus directivos debe ser lógica y ordenada. O lo que es lo mismo, contando con electrificaciones intermedias hasta la llegada del coche eléctrico puro. Por eso, toda la gama de motores del nuevo Renault Austral tiene algún tipo de electrificación.
Dispone de cuatro motores híbridos: dos con tecnología mild hybrid de 12 V y niveles de potencia de 140 CV y 160 CV, y otros tantos con el nuevo del sistema E-Tech full hybrid de 400 V con potencias de 160 CV y 200 CV. El híbrido de 160 CV no llegará hasta mediados del año que viene, pero el resto de la gama ya estará disponible desde mediados de este mismo mes de octubre, y gracias a su fabricación en España las entregas se realizarán incluso antes de que acabe el año.
Los precios de la gama Austral arrancan con los 30.900 euros de la versión de 140 CV mild Hybrid y el acabado Equilibre, hasta los 43.600 del 200 CV con el acabado Iconic Espirit Alpine. También existe la posibilidad de una multiopción con la que con la que es posible disfrutar del coche por 299 euros al mes tras entregar una entrada de 10.682 euros.
Mucha potencia y bajo consumo
Durante la presentación pudimos probar la motorización estrella del Austral, es decir la E-Tech full hybrid de 200 CV. Esta consta de un motor térmico, dos motores eléctricos (un motor de tracción «eléctrico» y un generador de alta tensión de tipo HSG (High-Voltage Starter Generator), que garantiza el arranque del motor térmico, los cambios de velocidad y la recarga de la batería), una batería de tracción y una caja de velocidades inteligente automática y multimodo con crabots.
La parte térmica se ha confiado un nuevo motor gasolina de 1.2 litros de 3 cilindros con turbocompresor que rinde 130 CV (96 kW) y un par de 205 Nm. Y se asociado a un motor eléctrico más potente y con un par más alto (50 kW y 205 Nm), una batería de iones de litio con mayor capacidad (2 kWh / 400 V) y una caja de velocidades que pasa de 6 a 7 marchas (2 para el motor eléctrico y 5 para el motor térmico). Con 15 combinaciones posibles, esta caja multimodo sin embrague ofrece más par (de 350 Nm a 410 Nm con respecto a la generación anterior), potencia, rendimiento y confort.
Los 200 CV de potencia contrastan con el frugal comportamiento de este propulsor, ya que la marca fija su consumo medio en 4,5 l/100 km y, lo que es más impresionante todavía, unas emisiones netas de CO2 de tan sólo 102 gramos por kilómetro.
Sensaciones al volante del Renault Austral
Hemos de admitir que la primera impresión al arrancar el motor no fue demasiado buena, ya que el propulsor tricilíndrico sonaba y vibraba demasiado. Un ingeniero de la marca nos explicó que estaba relacionado con el calentamiento del motor por tema de emisiones, y nos aseguró de que estaría solucionado antes de que los coches llegasen a los concesionarios, ya que eran conscientes del ‘problema’.
Una vez el motor térmico cogió temperatura actuó de un modo más discreto, aunque siempre de forma más notoria que el cuatro cilindros del Arkana, lo que nos llevó a preguntar por qué no se había utilizado esa misma mecánica para el Austral. La respuesta de los ingenieros fue que necesitaban un motor de combustión con mayor empuje sin el apoyo eléctrico, por lo que no podíamos recurrir a un atmosférico; para mover el Austral hacía falta el par de un motor turbo como el tres cilindros.
En la práctica y más allá de la rumorosidad, lo cierto es que el rendimiento de esta nueva generación del sistema E-Tech full hybrid es muy bueno. La entrega de potencia es contundente, incluso cuando se le exige en puertos de montaña como el que afrontamos en la presentación. Pero si tuviésemos que destacar algo de este motor sería su bajo consumo. Es muy fácil llevar el coche cerca de los cinco litros de media, independientemente del contexto por el que te muevas, ya que tras coronar un puerto, y hacer un uso mixto del coche acabamos el recorrido con una cifra de 5,3 litros en el ordenador de a bordo. Una media impresionante teniendo en cuenta el peso y la robustez del vehículo, y que en ningún momento buscamos lograr la máxima eficiencia posible. No es de extrañar que Renault ponga en la ficha técnica que este coche emite tan sólo 102 gramos de CO2 por kilómetro.
En cuanto al comportamiento general del coche, destacaríamos su confort y calidad de rodadura. Viajar a alta velocidad con él es un auténtico placer en cualquiera de sus plazas, pero sobre todo en la del conductor, donde no se experimenta fatiga con el paso de los kilómetros. En ciudad se desenvuelve ágilmente gracias a la direccionalidad de las ruedas traseras, que le permiten un ángulo de giro más típico en los pequeños SUV del segmento B. Pero que sea un coche hábil en ciudad y cómodo en carretera, no significa que sea torpe en tramos revirados. No es ni mucho menos un deportivo -pese a su Espirit Alpine-, pero ofrece una elevada sensación de seguridad y un buen rendimiento cuando se quiere ir rápido. Podemos decir por tanto sin miedo a equivocarnos que el Renault Austral con el motor de 200 CV es un vehículo polivalente, capaz de desenvolverse eficazmente en cualquier situación.
Otro factor fundamental en la conducción del Austral es la tecnología: tanto por los modos de conducción, como por los modos de funcionamiento como por los hasta 32 sistemas ADAS de ayuda de los que dispone el conductor. Desde asistentes de aparcamiento, pasando por visión de 360 grados del coche, conducción semiautónoma de nivel 2 en carretera, iluminación inteligente matricial, y un largo etcétera de elementos que hacen más fácil, segura y placentera la conducción del nuevo SUV-C de la firma francesa.