Subaru afina el Outback, su buque insignia, para su sexta generación
El Subaru Outback es, sin lugar a dudas, el buque insignia de la compañía. Aunque nombres como Impreza, XV y, sobre todo, Forester son más conocidos, el Outback aúna todo lo que la firma japonesa quiere en un vehículo: espacio, seguridad y versatilidad. Lanzado por primera vez en 1995, este SUV grande ha ido ganando espacio en el mercado con cada nueva en generación, llegando a una quinta ya muy competitiva que tenía en el plano dinámico sus puntos más débiles. Para la sexta generación, Subaru afina su diseño para que su buque insignia siga siendo un digno contendiente en el mercado.
Estéticamente es muy parecido a su predecesor, pero se muestra más refinado, más fluido y menos sobrio para dar paso a cierta deportividad inédita, que consigue con un frontal más afilado y unos nuevos grupos ópticos, además de con una silueta a base de líneas más fluidas. No obstante, no reniega, ni quiere hacerlo, de su espíritu campero, con grandes protecciones rodeándolo por completo y la nueva parrilla hexagonal con detalles cromados. Esta generación llega con dos nuevos colores exclusivos del modelo, el "Autumn Green" y el "Brilliant Bronze".
El interior también se renueva y apuesta por un enfoque más elegante, menos rudo. Materiales como el 'piano black' hacen acto de presencia en la consola central y mantiene un cuadro de instrumentos analógico, algo que cada vez es menos común pero que encanta a los amantes del motor. La pantalla central crece hasta las 11,6 pulgadas y pasa a disponerse verticalmente para facilitar la lectura de información y la gestión del sistema de infoentretenimiento habitual de Subaru, que la marca asegura haber optimizado. La compañía de Ōta adelanta que los asientos traseros disponen de un centímetro más de espacio para las rodillas, una cifra que puede parecer corta pero que sirve para ganar habitabilidad en un interior ya de por sí muy amplio. El maletero crece 10 litros hasta los 522.
El motor de siempre
No es un Subaru si no monta un propulsor bóxer y el Outback no reniega de esta tradición. Apuesta por un propulsor de 2.5 litros atmosférico de 169 CV de potencia asociado con una caja de cambios variable continua (CVT) que mandará la fuerza del motor a las cuatro ruedas a partir del también habitual sistema de tracción integral permanente Subaru All Wheel Drive, desarrollado a partir de la experiencia de la marca en las competiciones de rallies.Subaru afirma haber mejorado el dinamismo del vehículo con mejoras en la suspensión y el chasis, eliminando vibraciones en la dirección y los asientos. Según la marca japonesa, es más rígido, gracias a la plataforma SGP. Para garantizar buenas prestaciones fuera del asfalto, contará con el sistema X-Mode con los modos nieve/grava y nieve o barro profundos para adaptar la respuesta del sistema de tracción a las condiciones del terreno.
En términos de seguridad, uno de los pilares de Subaru, confía en la tecnología EyeSight, común entre todos los vehículos de la marca, que dispone de 11 sistemas de seguridad, como el control de crucero adaptativo avanzado, el sistema de mantenimiento de carril, el reconocimiento de señales de velocidad o el limitador de velocidad inteligente, entre otros.
El nuevo Subaru Outback se ofrecerá a partir del mes de mayo en tres acabados: Trek, Field y Touring por un precio todavía por anunciarse.