Toyota apuesta más por el hidrógeno con el nuevo Mirai
La segunda generación del Toyota Mirai ya está aquí. Se trata de la mejor oferta de la marca japonesa en materia de electrificación... con hidrógeno. En un encuentro que la marca nos reservó a los jurados del Car Of The Year (presenta candidatura a la short list de 2021), Toyota se mostró nuevamente dispuesta a asumir el reto de popularizar la energía de la pila de combustible, ofreciendo un modelo mucho más agradable a la vista en el planteamiento estético, y con un nivel de prestaciones excelente.
La marca mantiene su apuesta por el concepto sedán, un segmento que poco a poco va retrocediendo en Europa pero que sigue contando con un buen número de adeptos. No olvidemos que el Mirai es un concepto global, la base del futuro para una gama de pila de combustible.
Está ejecutado sobre la plataforma GA-L, que permite ofrecer un gran espacio interior y ubicar las soluciones técnicas de las baterias. Donde antes cabían dos tanques de hidrógeno, el nuevo Mirai incorpora un tercer depósito que le permite incrementar un 30% su autonomía hasta ofrecer unos 650 kilómetros. Antes cabían 4,6 kilos de hidrógeno y ahora permite cargar 5,6 kilos (unos 142,2 litros).
Baterías mejoradas
El sistema del bloque de la pila de combustible se ha rediseñado completamente especialmente para esta nueva plataforma GA-L, consiguiendo una importante reducción de peso y dimensiones de sus principales componentes. Incorpora más celdas (370 en lugar de 330), incrementando su potencia hasta los 128 kW. Su funcionamiento permite temperaturas de hasta -30 grados.Las baterías son de iones de litio (que sustituyen a las actuales de niquel hidruro metálico), más pequeñas y ligeras, con una reducción de peso de algo más de dos kilos (44,6 kilos en lugar de 46,9 kilos).
El reparto de pesos a los dos ejes supone un éxito en ese aspecto. El conjunto de la pila de combustible se ha movido de la parte inferior hasta la zona delantera (habilitando con ello más espacio para los ocupantes).
El Toyota Mirai de segunda generación recibe toda la herencia de la marca en el terreno del hidrógeno, un escenario en el que empezaron a trabajar en 1992. Aunque el primer Mirai no llegaría hasta 2014. Ahora aparece una nueva apuesta que mejora en todos los aspectos al anterior. Más dinamismo, más eficiencia y un estilo renovado con tecnología FCEV.
Más largo y más bajo
Estéticamente su diseño ha evolucionado para complementar los trabajos de mejora en eficiencia y autonomía. En cuanto a dimensiones, el nuevo Mirai gana en longitud con 4,975 metros (gracias a haberse alargado 85 milímetros el voladizo trasero).También ofrece una mayor distancia entre ejes, con 140 milímetros más, llegando a los 2,920 metros. La altura es menor, con 65 milímetros menos, ofreciendo 1,470 metros, y la anchura gana 75 milimetros más (1,885 metros). La imagen ofrece una berlina visualmente más baja y dinámica, lo que va acorde con un coeficiente aerodinámic de 0,29. Su peso total es de 2.415 kilos.
La nueva plataforma admite una suspensión delantera y trasera multilink, sustituyendo la anterior McPherson. Es más firme y ofrece unas mejores reacciones dinámicas. También permite incorporar llantas de 19 o 20 pulgadas, con neumáticos de 235/55 R19 o 245/45 R20.
Mayor potencia
Mecánicamente el motor entrega 134 kW (182 CV) de potencia con un par máximo de 300 Nm. Con ello gana 28 CV respecto a la anterior propuesta del modelo de hidrógeno de Toyota. Además, la tracción es trasera, contrariamente a lo que sucedía en la anterior generación. Ofrece frenos con discos ventilados en ambos ejes y la velocidad máxima es de 175 kilómetros por hora.El interior ha sido completamente renovado, con una pantalla multimedia de 12,3 pulgadas, todos los sistemas de conectividad y ayudas a la conducción disponibles en Toyota, y un puesto de manejo mucho más envolvente que en la generación anterior.
El nuevo Mirai es una muy buena apuesta por parte de Toyota. Como en la electrificación, ellos han hecho el trabajo, ahora solo falta que alguien apueste por las infraestructuras de recarga, el gran caballo de batalla de la sostenibilidad.