Prueba del Volkswagen Golf VIII 1.5 eTSI 2020 mild-hybrid
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En esta ocasión nos ponemos a los mandos de un coche al que le teníamos muchas ganas ya que habíamos oído maravillas de él, y tras la prueba no tenemos más que confirmar que estos rumores. Se trata del Volkswagen Golf VIII con la motorización 1.5 eTSI con tecnología mild-hybrid. Esta versión emplea un motor de combustión de 4 cilindros con 1.498 cc que ofrece 150 cv de potencia y 250 Nm de par, asociado al cambio automático de 7 relaciones DSG, y que se apoya en un sistema eléctrico de 48 V y un motor de arranque/alternador específico para lograr una eficiencia difícil de ver en un vehículo gasolina.
Pero antes de entrar de lleno en su parte técnica y dinámica, demos antes unas pinceladas a lo que supone el aspecto estético del coche. La última generación del Volkswagen Golf ofrece un diseño bastante continuista, lo que no es del agrado de muchos, pero sin duda supone un acierto desde el punto de vista comercial ya que está más que comprobado que el diseño del compacto alemán gusta; y si algo funciona para qué lo vas a cambiar. Aún así encontramos una carrocería de líneas más fluidas y suaves que favorecen la aerodinámica a la vez que modernizan el aspecto general del vehículo.
El interior del Golf VIII en cambio sí rompe por completo con su predecesor a través de un habitáculo muy minimalista y totalmente digitalizado. En este destacan sobre todo en las dos grandes pantallas que coronan la instrumentación (10,25’’) y el salpicadero (10’’), desde las que se visualizan y controla la mayoría de sistemas del vehículo. Sus sistemas también se pueden accionar a través de comandos de voz o bien desde unas teclas de contacto digital que permiten modificar tanto el volumen como la climatización del vehículo ya sea a través de pulsaciones o deslizando los dedos por encima ellos a modo de barra. Lo cierto es que a nosotros no nos acabó este último tipo de control ya que su manejo no es del todo preciso y muchas veces se toda de forma involuntaria y entra en conflicto con el empleo de la pantalla táctil. Sin duda, hubiéramos dejado botones analógicos para algo tan recurrente como la climatización o el volumen.
Otro aspecto que realza el minimalismo del habitáculo es la consola flotante gracias a la utilización de un pequeño selector de cambios del sistema Shift by Wire. Al ser un componente completamente automático y no contar con piezas mecánicas, esta palanca es súmamente pequeña y deja mucho espacio para colocar objetos. Y hablando del espacio interior, cabe reseñar que es prácticamente igual que en del Golf VII, con el que comparte a su vez la capacidad de maletero con 380 litros.
Doble personalidad
Pero hablemos ya del apartado más interesante de este vehículo qué es su comportamiento dinámico y sus prestaciones mecánicas. Del amplio catálogo que ofrece el Volkswagen Golf 8, con alternativas gasolina TSI, diésel TDI, microhíbridas sobre la gama gasolina e incluso híbridas enchufables hasta completar una oferta de 13 combinaciones distintas, tuvimos la ocasión de probar el modelo con motorización mild-hybrid de 150 caballos.Pese a tratarse del modelo más potente de la actual gama, se trata un vehículo extremadamente eficiente, ya que disfruta de dos carácteres muy definidos que se alternan según los modos de conducción disponibles. Nosotros recogimos la unidad de pruebas en Madrid, y para hacer el trayecto hasta Valencia utilizamos el modo ‘ECO’ más eficiente con el que logramos llegar a nuestro destino tras más de 350 kilómetros con una media de 5,4 l/100 km rodando en la mayoría del trayecto con velocidades que digamos que no se ajustaban a lo establecido. No sorprendió esta marca porque superaba incluso a la de algunos diésel de similar potencia aprobados con anterioridad.
Ya en ‘casa’ completamos la prueba, sometiendo al Golf a distintos puertos de montaña conducciones por ciudad y carreteras interurbanas, tras la cual el consumo apenas superó los 6 litros, lo que nos parece algo increíble para un modelo de estas características. Pero no se trata de magia sino ciencia. Y es que este modelo combina el empuje desde parado y en recuperación que le proporciona el pequeño motor eléctrico, la desconexión de dos de los cuatro cilindros del bloque motor cuando no sé necesita tanta potencia, la conducción a vela, y las indicaciones del ordenador de abordo sobre cuándo hay que dejar de acelerar o cómo conducir de manera más eficiente, para registrar unos niveles de consumo y emisiones que se sitúan como una auténtica referencia de eficiencia de su segmento.
Pero con todo lo dicho no hay que pensar que este Volkswagen Golf es un coche perezoso o faltó de carácter, sino más bien todo lo contrario, ya que como hemos dicho se trata de la opción más pestacional que hay por el momento a la venta. Únicamente accionando el modo Sport el coche cambia completamente su personalidad y se transforma en un modelo con unas características dinámicas sorprendentes.
En condiciones normales, ya sea con el modo ECO o el modo estándar, el Volkswagen Golf VIII se caracteriza por ofrecer una conducción neutra suave y agradable en cualquier circunstancia, pero con el modo Sport se endurece su dirección, se agiliza su respuesta al pedal de aceleración y se potencia su estabilidad, ofreciendo una respuesta que se puede catalogar sin complejos como deportiva. Laseguridad que transmite en la conducción con su aplomo y su precisión de dirección permite exprimir al máximo los 150 caballos logrando convertirse un vehículo muy divertido cuando se afrontan tramos revirados.
Hablamos por tanto de un coche con una dualidad extraordinaria tanto en el rendimiento de su motor, que puede ser extremadamente frugal o sorprendentemente potente, así como también del comportamiento general del vehículo, qué pasa de ser exquisitamente cómodo a altamente dinámico. Solo queda decir por tanto que una vez más el Volkswagen Golf se ha superado a sí mismo para seguir siendo la referencia del segmento compacto, y lo llevo haciendo desde ni más ni menos que 1974.