Así será la movilidad en la “nueva normalidad” tras el coronavirus
Todos los expertos apuntan a que debemos aprender a convivir con el coronavirus, lo que supondrá cambiar muchas de las costumbres que teníamos antes de la pandemia por COVID-19. El estado de alarma ha sido la primera de estas modificaciones, pero una vez superemos las distintas fases de desconfinamiento, veremos que muchos de los cambios emprendidos en nuestra rutina seguirán manteniéndose en una “nueva normalidad”. Entre estos cambios se encuentra sin duda la movilidad, que nada tendrá que ver con lo vivido antes del coronavirus.
El miedo a nuevos contagios hará que la gente modifique por completo su manera de desplazarse diariamente, siendo el transporte público el más castigado al ser utilizado y compartido por cientos de miles de personas. Pasar del actual aislamiento a subirse a un autobús o metro repleto de personas va ser un cambio que va a costar de asimilar.
Aproximadamente el 20% de quienes utilizaban el transporte público para acudir a su puesto de trabajo diariamente, lo hará a través de medios privados una vez finalice el confinamiento por coronavirus. Así lo refleja un estudio de acierto.com, que también desvela que incluso una cuarta parte de quienes se desplazaban andando, usarán su vehículo tras el estado de alarma. Pero con vehículo privado no nos referimos sólo al coche, si bien es el medio que mayor protección ofrece frente a nuevas infecciones.
En cambio, muchos estudios revelan que la intención de compra de un coche tras el estado de alarma y la reapertura de los concesionarios es muy creciente, ya que es concebido como el medio más seguro para desplazarse ante la amenaza de contagio por coronavirus. La posibilidad de viajar solo, sin contacto con los demás y en un habitáculo aislado, reconforta mucho a aquellos que todavía tienen miedo a nuevas infecciones.
Auge de la bicicleta
Pero si podemos hablar ya de un medio de transporte privado destacado en esta carrera de la movilidad hacia la “nueva normalidad”, es sin duda la bicicleta. Algunos estudios multiplican incluso por siete el uso de este medio. Durante el fin de semana, la ocupación del carril bici se incrementó un 300% en algunos municipios como Madrid, aunque no hay que perder de vista que éste también es un medio para hacer ejercicio en esta vorágine deportiva que se ha desatado tras la llegada de la Fase 0 del desconfinamiento.
La bicicleta, u otros medios privados como el patinete eléctrico, van a pugnar duramente contra el coche, que ha sido hasta la fecha el rey en el transporte individual. Pese a la caída de ventas y el descenso del tráfico, datos como el repunte de hasta un 200% en las suscripciones a coches de alquiler durante tras el inicio de la desescalada, o el aumento de un 10% del propio tráfico desde que llegó la Fase 0 del desconfinamiento, apuntan a que la gente sigue confiando notablemente en el coche para sus desplazamientos diarios. Tanto es así, que la DGT ya ha hecho un llamamiento a la calma ante una posible avalancha de automovilistas cuando se permita la libre circulación de vehículos. Esa protección que ofrece el coche frente al coronavirus, e incluso frente al tráfico, con respecto a otros medios de transporte privados, puede hacer que las calles de las ciudades se vean pronto saturadas por infinidad de automóviles.