¿Cómo conducir de manera eficiente?
Este vídeo es más que necesario hoy en día. El precio de la gasolina ha conseguido cierta estabilidad, pero sigue sin estar como antaño. Además, nuestra educación implica también el cuidado por el medio ambiente y ser un conductor eficiente no solo es bueno para nuestro bolsillo, también para el planeta. Según un informe de la DGT, conducir de manera fluida y a velocidades constantes reduce el consumo de combustible una media del 15%, un porcentaje que también ahorramos en CO2 emitido a la atmósfera. Bien sea por tu implicación medioambiental o el ahorro, este artículo sobre conducir de manera eficiente es más que necesario.
Los primeros puntos no tienen tanto que ver con la manera de conducir, sino con la preparación y el mantenimiento del vehículo. Lo primero, y más lógico, es evitar llevar más peso del necesario o hacer kilómetros de más, algo que se soluciona estudiando la ruta con antelación. Además, ahora puedes prevenir los atascos y las retenciones gracias a la función hora de llegada/salida del Google Maps.
Llevar la presión correcta en los neumáticos es clave para el ahorro de combustible, así como mantener las revisiones al día para controlar piezas de desgaste. Además, en invierno la calefacción apenas aumenta el consumo, pero el aire acondicionado sí es significativo. En ambos casos, lo mejor es buscar una temperatura media y evitar variaciones muy elevadas.Si todo esto lo tienes claro, pasamos al volante y os contamos los trucos para bajar el consumo fácilmente:
Conducir de manera eficiente
Tal como nos explican en los cursos de conducción del RACC Advanced Driving Center primer punto es el arranque y, en muchos casos, no es necesario pisar el acelerador para completar los primeros metros. El par motor, especialmente en los diésel, nos permite mover el coche y evitamos un consumo de carburante inútil. Lógicamente, en una pendiente esto no es aplicable y deberemos iniciar la marcha con primera, sin abusar del acelerador y rápidamente, tras unos dos o tres segundos (5 o 6 metros) cambiamos a segunda si el terreno es llano.
Como veréis en el vídeo, y podréis comprobar durante la circulación, la anticipación es buena consejera del ahorro. Aceleramos de forma progresiva, sin pisar a fondo y cambiaremos aproximadamente entre las 2.000 y 2.500 revoluciones en un gasolina y entre las 1.500 y 2.000 en los diésel. Siempre y cuando hablemos de motores de cilindrada ajustada y no atmosféricos, el resumen es: marchas largas y mantener las revoluciones a rayas. Eso sí, sin pasarnos porque necesitamos un margen de reacción, también del motor, ante cualquier imprevisto.
Menos velocidad y constancia
Cumplir con las velocidades límite marcadas en la vía no solo es obligatorio, también es recomendable para reducir el consumo. A menos velocidad el consumo se reduce, pero especialmente si lo hacemos de manera constante, sin acelerar ni frenar innecesariamente.
Consejos que pierden algo de valor ante una pendiente, que lógicamente es el momento de más estrés para el motor y los embragues. Es recomendable evitar la reducción de marchas, pero tocará, ante un porcentaje de inclinación, será necesario en algún momento. Para ello vuelve a ser vital la anticipación, evitando acelerones en mitad de la pendiente. El truco es acelerar antes de dicha pendiente, en la parte plana o bajada previa, así tienes que dar menos gas en plena subida, que es el momento de más gasto.
En las bajadas es más eficiente circular en marchas largas y rodar por inercia: ¡Nunca poner el punto muerto! Es un mito que todavía escuchamos a día de hoy y, no solo es un riesgo, tampoco es significativo en el consumo. En los coches nuevos existe el modo Vela, encargado de apagar el motor pero dejar la dirección de manera electrónica para reducir drásticamente los consumos en la conducción por inercia.
El freno motor es un gran desconocido para muchos conductores, ¿No os parece? En muchas desaceleraciones no es necesario apretar el pedal del freno, solo con levantar el pie y dejar rodar al vehículo ya se reduce la velocidad lo suficiente. De nuevo, la anticipación será clave y mirar lejos todavía más.