Con este truco puedes conducir 11 kilómetros por hora más rápido sin que te pillen los radares de la DGT
Existe un truco con el que puedes conducir más rápido sin riesgo a ser multado por la Dirección General de Tráfico (DGT). Además, es súper sencillo de aplicar, por lo que lo podrás viajar en coche sin miedo a que te pille un radar de la Guardia Civil de Tráfico.
El truco se basa en dos simples aspectos: circular a la velocidad que marca el GPS, y jugar con el margen de error de los radares, aplicando la ‘Regla del 7’, del 5 y del 3.
¿Sabías que puedes conducir más ‘rápido’ de forma legal?
Lo primero que debes saber es que la velocidad real del coche, y por la que te juzgará la DGT, es la que marpeca el GPS, y no el velocímetro del vehículo. El navegador nativo del coche, o aplicaciones como Google Maps o Waze, indican de forma precisa y sin fallos a qué velocidad circulas en realidad. Pero, ¿por qué el coche marca más velocidad? Pues porque por ley la velocidad indicada por el vehículo nunca podrá ser inferior a la velocidad real del vehículo. Digamos que al marcar más velocidad en la instrumentación se están curando en salud.
Esta diferencia, que suele rondar entre los 3 y los 5 km/h según el vehículo, te permite circular un poco más ‘rápido’ de lo que te permitiría el velocímetro, pero de forma totalmente legal y sin riesgo alguno de que la DGT te ponga una multa por exceso de velocidad. Si a eso le sumamos el margen de error de los radares de la Guardia Civil de Tráfico, aún podremos conducir más rápido sin que nos multen. Pero ojo, hasta aquí la legalidad. El siguiente truco te permitirá aumentar todavía más la velocidad sin que te pillen, pero te desaconsejamos que lo hagas ya que estrás circulando por encima de los 120 km/h reales.
Estos son los márgenes de error de los radares de la DGT
Los radares de velocidad de la Guardia Civil de Tráfico tienen un margen de error que te permite circular más rápido de lo legal sin que te pueda multar la DGT. Pero esta ‘ventaja’ está limitada según el tipo de radar sea. Para asegurarte de que nunca te pillen, debes aplicar la regla del 7, del 5 y del 3.
Regla del 7: Los radares que controlan carreteras con un límite máximo de 100 km/h no saltarán hasta que el vehículo sobrepase este límite por 7 km/h. Por ejemplo, en una vía de 90 km/h, no serás sancionado hasta superar los 97 km/h. Sin embargo, si el límite es superior a 120 km/h, el margen de error se amplía al 7%. Así, en autopistas con límites de 120 km/h, podrías alcanzar más de 128 km/h sin sanciones.
Regla del 5: La regla del 7 se aplica principalmente a radares móviles tipo Veloláser, pero los fijos se rigen por la regla del 5. En vías con límites por debajo de 100 km/h, el radar saltará a cuando sobrepases en 5 km/h la velocidad establecida. Es decir, que en vías de 90 podrás ir a de 95 km/h, en las de 80 a 85 km/, en las de 60 a 65 km/h.... En carreteras con límites de 120 km/h, el margen se establece en 126 km/h.
El radar del Helicóptero Pegasus si sigue la regla del 5 para la velocidad, añade un margen de error de sólo el 3% en la medición de distancias.
El radar que menos margen de error tiene es el de tramo, con sólo un 3% de desacierto, al igual que los radares fijos. Por suerte éstos suelen estar bien indicados por la DGT en sus mapas, así que es sencillo no ser multados por ellos.
Es posible conducir a 131 km/h sin ser multado
Si juntamos los más de 8 kilómetros por hora extra que nos permite la ‘Regla del 7’ en autopista, y los 5 kilómetros por hora de margen máximo que tiene el GPS respecto al velocímetro, podremos incluso superar los 131 km/h sin ser multados. Pero cuidado porque con esta cifra estrás al límite de que te pueda cazar un radar.
Desde Neomotor siempre aconsejamos circular a velocidades legales, por lo que como mucho nos podremos ajustar a lo que marque nuestro sistema GPS, pese a que el velocímetro muestre un exceso de velocidad. Si aplicamos los márgenes de error de los radares y superamos ese límite, no sólo nos estaremos exponiendo a recibir una multa si fallamos en los cálculos, sino que aumentamos exponencialmente la posibilidad de sufrir un accidente.