Contestar un WhatsApp es como conducir 20 segundos a ciegas
Uno no es consciente de lo peligroso que es utilizar el móvil mientras se conduce, hasta que te muestran las consecuencias reales de esta mala práctica. Y no nos referimos a los accidentes que crea o las muertes que causa en carretera -pese a que distracciones son responsables de más de 20% de los accidentes con víctimas y del 35% de los fallecimientos-, sino a cuánto tiempo apartamos la vista de la carretera y qué distancia recorremos al mirar la pantalla, contestar una llamada o escribir un mensaje.
La Dirección General de Tráfico (DGT) ha elaborado un informe en el que plasma a la perfección estas irregularidades para que la sociedad se conciencie de lo peligroso que es utilizar el móvil al volante.
Por ejemplo, responder una llama a través del móvil cuando circulamos a 120 km/h hace que recorramos 264 metros sin prestar atención a la conducción, lo que supone atravesar longitudinalmente dos campos y medio de fútbol. O lo que es lo mismo, conducir con los ojos cerrados durante ocho segundos.
Si los que llamamos somos nosotros y marcamos el número de teléfono, habremos apartado de la vista de la carretera durante 13 segundos, lo que supone conducir distraidamente y sin prestar atención al tráfico a lo largo de cuatro campos y medio de fútbol. Tanto responder una llamada como hablar después de marcar nosotros el número multiplica por cuatro las posibilidades de sufrir un accidente.
Pero sin lugar a dudas lo peor es enviar un SMS o un WhatsApp, puesto que concentrar la atención en la escritura hará que, si circulamos a 120 km/h, recorramos nada menos que una distancia de 660 metros, es decir, más de seis campos y medio de fútbol, totalmente distraídos. Eso equivale a la friolera de conducir durante 20 segundos a ciegas, lo que multiplica nada menos que por 23 las probabilidades de desencadenar o sufrir un accidente.
Otro dato que refleja a la perfección el peligro que supone utilizar el móvil al volante es que esta práctica es igual a ponernos al volante con 1,0 g/l de alcohol, es decir, el doble de lo permitido por la legislación vigente.
Para evitar esta mala práctica entre los conductores, la DGT ha fletado este verano 15 furgonetas camufladas que se encargarán expresamente de multar a todos aquellos que utilicen el móvil al volante. Estas furgonetas forman parte del dispositivo de la Operación verano que puso en marcha recientemente la DGT con nada menos que 1.300 radares.