Guía completa para viajar en coche en verano
A nadie se le escapa que el accidente de coche es una de las principales causas de muerte en nuestro país. Un riesgo que se eleva en verano debido a la intensidad y cantidad de tráfico en las carreteras. Por ello, si vamos a desplazarnos en coche este verano, conviene tener muy en cuenta esta guía de viaje para circular lo más cómodo y seguro posible.
Lo primero que hay que hacer es asegurarnos de que el coche está en estado óptimo con una profunda revisión:
Es esencial comprobar el líquido refrigerante, para ver que está en nivel y en estado óptimo, para garantizar la correcta refrigeración del vehículo frente a las altas temperaturas.
De igual modo, se debe mirar el nivel de aceite para que las piezas del motor estén bien lubricadas. El aceite debe de estar en el nivel correcto y en buen estado.
Los neumáticos son el único punto de contacto entre el coche la carretera, por lo que su ‘salud’ es fundamental para la seguridad. Hay que tener en cuenta que debe ser el mismo modelo por eje, con índices de velocidad y carga correctos, y sin presentar desperfectos evidentes y un dibujo con más de 1,6 mm de espesor. Igualmente, los fabricantes de neumáticos recomiendan sustituirlo cuando este es inferior a 3 mm. Es esencial asegurarse de que no estén cristalizados y que las medidas se corresponden con lo que marca la documentación de tu coche, así como revisar la presión de los mismos en función del peso que vaya a llevar nuestro vehículo.
Tanto o más importante que lo anterior, es comprobar que las luces no estén fundidas, ya sea las de cruce, las largas, las antiniebla, los intermitentes o el freno trasero. También los faros principales deben estar en buen estado y no presentar opacidad que dificulte la visibilidad en condiciones de poca iluminación.
También hay que mirar el buen estado de las escobillas limpiaparabrisas. Y no hay que olvidar rellenar el líquido del limpiaparabrisas. La luna del parabrisas no deberá tener roturas o grietas.
Debemos revisar que tanto los discos como las pastillas y el líquido de frenos estén en buen estado.
El sistema de climatización, además de ser imprescindible para el bienestar del conductor y posibles pasajeros, ha de revisarse para asegurar su correcto funcionamiento y reducir la contaminación.
En los meses de calor son frecuentes las altas temperaturas, que pueden afectar a la batería del coche. Por eso es asegurar que salimos de viaje con un estado óptimo de la misma.
Si el filtro antipolen del habitáculo no se encuentra limpio y en buen estado, podría obstruirse y ocasionar graves averías como que el motor del ventilador se gripe o que aumente el consumo de combustible. Con el calor muchas partículas quedan suspendidas en el aire y por tanto el filtro deberá retener una cantidad mayor de suciedad.
Por último, los cinturones y airbag tienen que estar en perfecto estado, ya que son esenciales en caso de accidente.
Muchas de estas inspecciones las puede hacer uno mismo, pero lo ideal es llevar el coche al taller antes de un viaje largo para comprobar que todo está correcto.
Documentación lista
Además, debemos examinar que llevamos los elementos necesarios en caso de avería o accidente: chaleco reflectante, pareja de triángulos de señalización de emergencia, gato, herramientas, juegos de luces y fusibles de repuesto.
También debes asegurarte de que llevas toda la documentación necesaria, tanto personal como los correspondientes documentos del coche: seguro, permiso de circulación, documento de ITV, etc.
Estudiar el trayecto con antelación a través de un mapa o guía de viaje, y conocer bien el camino, rutas alternativas, dónde comer, dónde repostar e incluso dónde dormir puede venir muy bien a la hora de partir.
Antes de ponernos en camino, nunca está de más saber el tiempo que nos vamos a encontrar por el camino. De esta forma podremos estar prevenidos ante cualquier inclemencia meteorológica. Para ello, consulta aquí el tiempo.
Asimismo son importantes detalles como llevar un juego de llaves de repuesto, unas gafas adicionales si las utilizas y las gafas de sol para evitar deslumbramientos o tener a mano todos los objetos que se pudieran necesitar durante el viaje.
Durante el viaje
Los días soleados debemos evitar viajar en las horas centrales del día ya que el calor puede ser un mal aliado para realizar un largo recorrido al volante. Sin embargo, en zonas más frías, el sol puede evitar la aparición de hielo en las carreteras y, por lo tanto, en estos sitios es preferible realizar los recorridos justo al contrario, en las horas en las que el sol esté más alto.
Es conveniente realizar descansos de unos diez minutos por cada dos horas de conducción. De esta forma estiraremos las piernas y nos repondremos un poco del cansancio que produce estar continuamente en la misma postura.
Durante el viaje hay que evitar hacer comidas abundantes porque esto aumenta de forma considerable la somnolencia. Aún así, siempre resulta aconsejable descansar un poco después de las comidas e, incluso, dormir si fuera necesario.
Conducir es una actividad que requiere estar con todos los sentidos pendientes de lo que se está haciendo y, por este motivo, lo más aconsejable es hacerlo estando relajado. Por ello, resulta peligroso conducir después de una fuerte discusión, de un impacto emocional fuerte o de un gran estrés.
Durante el viaje también debemos tener cuidado con las distracciones ya que son uno de los principales factores de riesgo en los accidentes ocurridos en los viajes largos principalmente porque, tras llevar varias horas al volante, nos confiamos y nos distraemos con cualquier cosa, algo que puede resultar fatal.
Al situarnos al volante debemos también tener cuidado de no ingerir medicamentos que puedan afectar a la conducción.
En viajes largos con muchas curvas es habitual que aparezcan síntomas de mareo. Si, además, viajan niños resulta todavía más común. Para evitarlo podemos tomar alguna medicación específica antes de montar en el coche. Como remedio casero hay quien dice que colocando unas hojas de perejil en el vientre durante el trayecto, se evitan los mareos.
Abróchate siempre el cinturón de seguridad y lleva a los niños sujetos con un asiento infantil homologado. Respeta la señalización y la velocidad máxima permitida y guarda siempre la distancia de seguridad entre vehículos.
Qué hacer en caso de accidente
Las averías o los accidentes en plena carretera provocan situaciones de alto riesgo. Por eso, es vital echar siempre que podamos una mano para evitar males mayores. Pero, para ello, deberemos seguir también una serie de recomendaciones:
Si nos vemos involucrados en un choque, es importante tomar nota de las matrículas de todos los vehículos involucrados y, si tenemos una cámara fotográfica, no está de más tomar algunas fotos con la posición de los vehículos y los daños causados.
Las cuatro reglas básicas a seguir cuando nos quedemos tirados en la carretera son:
Cuando nos encontremos ante un accidente de tráfico, debemos parar a prestar ayuda pero, para ello, debemos actuar con determinación y rapidez pero sin perder los nervios ya que podríamos provocar otro segundo accidente.
En caso de que hubiera heridos, no debemos llevarlos en nuestro coche y, si no fuera necesario, sería preferible ni siquiera moverlos del sitio en el que se encuentren.
No suministre comida, bebida ni medicamentos a los heridos a no ser que siga las recomendaciones explícitas que le den por el teléfono de socorro.
En caso de que el herido no respire, se le puede practicar la respiración artificial y si ha perdido también el pulso, cabe la opción de intentarle reanimar por medio del masaje cardiopulmonar. Aunque sólo se debe realizar la maniobra si se tiene experiencia, ya que de lo contrario puede ser contraproducente.