La batería también sufre en verano

Hay que prestar especial atención a al mantenimiento de la batería este verano tras haber podido estar sin uso durante el confinamiento por coronavirus

Las altas temperaturas que estamos alcanzando en el incio de este verano causan gran parte de las incidencias mecánicas que estropean nuestros coches, siendo la batería una de las piezas la que más sufre con el calor. Siempre se habla de que este componente se suele estropear en invierno por el frío, pero lo cierto es que en verano causa el 30% de las averías que se producen en los coches.

Un buen mantenimiento de la batería hará que no fallen otros muchos mecanismos del vehículo, como por ejemlo el sistema de refrigeración. Aunque esté detrás solo del 4% de las incidencias, el mantenimiento de la refrigeración apenas cuesta 50 euros, pero en cambio sufrir una avería relacionada con este sistema puede suponer un coste de más de 1.000 euros, es decir, 20 veces superior.

Por tanto, es muy importante seguir un buen mantenimiento de la refrigeración, ya que además tiene la particularidad de que, pudiendo estar en mal estado no es apreciable en desplazamientos cortos por la ciudad, pero en carretera y en un recorrido largo puede manifestarse sin tiempo de reaccionar y creando una grave avería general.

Comprobación del funcionamiento del aire acondicionado
Otro problema que puede ser infravalorado por el conductor y que está muy asociado al verano es el aire acondicionado. Al igual que la refrigeración, es un dispositivo barato de mantener, pues la carga de aire acondicionado ronda los 50 euros, pero caro de arreglar, pues la sola rotura del compresor puede obligar a un desembolso de 400 euros.

Y ya que se revisa el aire acondicionado no está de más mirar el estado del filtro de habitáculo, que apenas cuesta 10 ó 20 euros, pero que al estar expuesto al exterior tiende a ensuciarse mucho con facilidad y, por tanto, acaba afectando al flujo de aire dentro del coche. Esto resta eficacia al sistema y no ayuda a crear una atmósfera templada para conducir, sino más bien cálida, convirtiéndose en otro factor de riesgo para la seguridad al volante.

El calor multiplica las averías en los coches.
Otro elemento que sufre especialmente en verano son los neumáticos, ya que al estar sometidos a altas temperaturas tienden a aumentar presión, generando un riesgo de reventón, con el consiguiente riesgo de padecer un grave accidente. Si bien no es la incidencia más habitual en estas fechas (15% del total), sí es la que más riesgo conlleva. Por ello es sumamente importante revisar la presión de los neumáticos en el taller antes de un viaje largo por carretera, más aún cuando es una operación gratuita.

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