¿Por qué los neumáticos de los coches son negros?
Siempre que pensamos en un neumático, el color que nos viene a la mente es el negro, puesto que todos los que montan los vehículos actuales son de este color. No obstante, si piensas que a lo largo de la historia los neumáticos han sido siempre de color negro u oscuros, estás equivocado.
Los primeros neumáticos de la historia no tenían nada que ver con los de ahora, ni en cuanto a su estructura, ni en su composición, ni mucho menos en su color, puesto que eran blancos. Esto se explica porque el principal componente de los neumáticos en aquella época era el caucho, una sustancia de color lechoso con toques rosáceos que se extrae del árbol amazónico Hevea Brasiliensis, el cual crece de manera natural en la cuenca amazónica. Actualmente, en algunos museos de coches históricos puedes seguir encontrando neumáticos blancos o de color crema.
No obstante, con el paso del tiempo, los fabricantes de automóviles se dieron cuenta de que el color blanco de los neumáticos no era el más adecuado para un elemento que se desplaza continuamente por tierra. Por ello, en 1917 se produjo un acontecimiento muy importante que marcaría un antes y un después en el proceso de elaboración de los neumáticos: la incorporación del negro de carbón, un polvo fino que se obtiene de la combustión incompleta de derivados del petróleo.
Actualmente, un neumático está formado entre un 25 y un 30% por negro de carbón, por lo que además de ser de color negro, también es más resistente al paso de los kilómetros y cuenta con un mejor agarre. Es cierto que con la tecnología tan avanzada de la que disponemos hoy en día, podríamos fabricar neumáticos de todos los colores. No obstante, que sean de color negro es algo a lo que estamos acostumbrados, algo que tenemos asumido de forma innata porque forma parte de nuestra cultura. Por ello, es probable que los neumáticos continúen siendo de color negro por muchos años más, o puede que para siempre.