¿Puedo ponerme moreno mientras voy en coche?
Estás esperando a algo o alguien en el coche y te está alcanzando de lleno el sol: ¿reclinas el asiento, te remangas y aprovechas para broncearte, o buscas un hueco en la sombra para esperar sin achicharrarte? Definitivamente te recomendamos que escojas la segunda opción, ya que a través de los cristales del coche es harto complicado que te pongas moreno, y lo único que vas a conseguir es cocerte a fuego lento.
La piel se broncea cuando la exponemos directamente al sol debido a los rayos ultravioleta (UV). ¿Pero qué pasa cuando un objeto o elemento se interpone entre nuestra piel y los rayos? Cuando un rayo de sol se encuentra con algún elemento, parte de éste se refleja (o rebota), otra parte es absorbida y una tercera parte se filtra y acaba atravesándolo. El porcentaje de estas tres alternativas cambia por completo dependiendo de las características del objeto. Y si hablamos de las ventanillas del coche, dependerá de su grosor o de su tintado, entre otros factores.
Un vidrio común ya es capaz de absorber entre el 90 y el 95% de los rayos UV, pero en el caso de los empleados en los coches, que en su mayoría están laminados para mejorar la insonorización y seguridad del habitáculo, e incluso tintados, filtra prácticamente el 98% de los rayos ultravioleta.
