¿Sabes por qué los Fórmula 1 no llevan parabrisas?
Desde sus inicios y hasta ahora, en la Fórmula 1 siempre han competido coches monoplaza y abiertos, quedando los vehículos con techo y parabrisas para otras categorías. Aunque parezca algo irónico, los coches más rápidos del mundo no equipan un parabrisas para proteger al conductor, algo que no concebimos para nuestros coches de calle. Bajo esta configuración, la protección de la cabeza del piloto se confía a un casco y a otros elementos del chasis y la carrocería, aunque según Carglass, la seguridad de éstos aumentaría notablemente si sus monoplazas equipasen un parabrisas que les protegiera la cabeza y además, mejorase su visión.
No obstante, también es cierto que además de proteger a los pilotos ante los distintos objetos que se pueden encontrar en la pista, un parabrisas bien diseñado también mejoraría notablemente su visibilidad. Actualmente, ante condiciones meteorológicas adversas, las gotas de lluvia y la suciedad se acumulan en la pantalla del casco, por lo que el piloto debe ir retirando las finas láminas de plástico que lleva acopladas en la visera para no distorsionar su visión cuando se ensucian.
Un primer intento que dio lugar al "Halo"
Los monoplazas de Fórmula 1 equipan un dispositivo denominado "Halo" que protege la zona de la cabeza del piloto, aunque no completamente. Este elemento no es de gran ayuda ante piezas pequeñas que pueden colarse por sus huecos, ni tampoco cuando la amenaza viene por arriba o en diagonal.Antes de incorporar el Halo en los coches más rápidos del mundo, los monoplazas de la categoría reina probaron en 2017 una especie de parabrisas denominado "aeroscreen", que se descartó por no estar en una fase de desarrollo tan avanzada como la del "Halo". Sebastian Vettel, fue el piloto encargado de probar este primer intento de parabrisas y aseguró que se llegó a marear mientras pilotaba su Ferrari porque el "aeroscreen" distorsionaba la visión. El "aeroscreen" está fabricado en policarbonato, un material más resistente que el cristal en caso de impacto, pero menos traslúcido y rígido.
Este primer intento de parabrisas fracasó, no obstante, los monoplazas de Fórmula 1 llevan desde hace muchos años una especie de pantalla situada justo delante del piloto cuya función es que el aire y la suciedad no golpeen directamente contra la pantalla del casco.
Aeroscreen, el parabrisas que introducirá la Indycar
Red Bull Advanced Technologies ha desarrollado un parabrisas especial para impedir que las piezas de otros coches u otros objetos puedan entrar en el área del cockpit. Se trata de una pantalla balística laminada de policarbonato que rodea el habitáculo con un marco de titanio y cuya capacidad de resistencia será de 150 kiloNewtons de fuerza, lo suficiente para soportar el impacto de una rueda a alta velocidad.