Sacarse el carné de conducir será mucho más fácil… pero renovarlo más difícil

Tras anunciar que los jóvenes de 16 años contarán con un permiso de conducir para poder conducir los cuadriciclos eléctricos, el ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska, también anunció algunas modificaciones que afectan al carné de coche de toda la vida, es decir el permiso de conducir B. Con estas novedades será más fácil sacárselo, pero más complicado renovarlo.

Empecemos con las buenas noticias, ya que aprobar la parte práctica del examen de conducir será más sencillo, puesto que el ministro del Interior dijo que quieren “promover los exámenes con cambio automático en los turismos. En la actualidad el 98% de los exámenes se hacen con cambio manual. Modificaremos el reglamento de conductores para potenciar y facilitar el uso de vehículos con cambio de marchas automáticos a fin de familiarizar a los nuevos conductores con el vehículo eléctrico”.

Lo cierto es que es una medida lógica, empezando por que cada vez hay más coches con cambio automático en el mercado. La mejora de este sistema en los últimos años ha hecho que cada vez más usuarios lo escojan como opción. Una buena caja de cambios automática hace la conducción más sencilla, cómoda e incluso segura. Pero cuando ya no habrá elección será con la llegada masiva de los eléctricos, ya que aquí desaparecen literalmente las cajas de cambio. En éstos simplemente se acelera y frena con dos pedales, e incluso con la opción ‘one-pedal’ se realizan ambas acciones tan sólo con el pedal del acelerador.

Con la posibilidad de poder examinarse con un coche automático, se acaba con uno de los mayores temores de los alumnos de la autoescuela: que el coche se ‘cale’ en el examen.

Examen psicotécnico más difícil

Sacarse el carné de conducir será más fácil, pero renovarlo será más complicado. Y es que el Gobierno quiere revisar y actualizar "el protocolo de pruebas de aptitud psicofísicas en los centros de reconocimiento médico de conductores, inalterado desde el año 2007. Quince años después como ha ocurrido con el carné por puntos, creemos que ha transcurrido ese plazo razonable para esa revisión", dijo Grande-Marlaska.

Lo que en principio parece una mala noticia, lo cierto es que es un buen anuncio si pensamos en la seguridad global en las carreteras. Renovar el carné se había convertido en un trámite en el que simplemente pagando ya te pasaban las pruebas. Una laxitud extrema en la exigencia de las pruebas hacía que muchas personas, en su mayoría ancianos, pudiesen seguir sentándose al volante de su coche cuando claramente ya no tenían aptitudes para ello.

Si realmente se hace con rigor, nos aseguraremos de que quienes ya no tienen la vista, el oído o los reflejos necesarios para conducir, no puedan renovarse el carné. Pero si se juega con la picaresca, esta medida sólo valdrá para que paguemos unas cuantas veces más antes de que nos den el aprobado final.