Si tienes un coche automático debes evitar esto a toda costa para que no sufra una avería
Algunas de las principales averías de los vehículos tienen lugar por descuidar el coche con el paso del tiempo. Sin embargo, también hay muchos comportamientos que te ayudarán a prevenir averías y harán que el estado del vehículo sea el correcto. Si tienes un coche automático, te mostraremos algunas cosas que debes evitar.
Averías en el coche
Si eres de los que suele descuidar el estado del coche y se limita a realizar los mantenimientos básicos en las fechas señaladas, quizá deberías estar preocupado de las averías que pueda sufrir tu coche. Es recomendable que revises tu vehículo no sólo antes y después de hacer un viaje, sino también cuando lleva bastante tiempo parado.
Las averías más comunes en los vehículos de particulares suelen tener que ver con la falta de revisiones de elementos básicos, como es el nivel de líquidos, el estado de la batería o incluso el de los neumáticos y frenos. En muchas ocasiones echar un pequeño vistazo de vez en cuando te evitará males mayores.
Carnet de conducir para coches automáticos
Para muchas personas sacarse el carnet de conducir es una auténtica pesadilla por el hecho de aprender a conducir con marchas. Lo que para muchos puede resultar sencillo e intuitivo, para otros se convierte en una auténtica pesadilla. Sin embargo, hay una posibilidad para aquellos que quieren evitar la palanca de cambios a toda costa: el carnet de conducir para coches automáticos.
Este carnet es una variante del permiso B y, como es lógico, te permitirá conducir únicamente vehículos con una transmisión automática. Las pruebas a las que te enfrentas si quieres obtener este carnet son exactamente las mismas que las que tienes que realizar para sacarte el carnet convencional, pero quizá te resulte más sencillo si lo tuyo no son los coches con marchas.
Evita hacer esto con tu coche automático
Existen algunos comportamientos que en tu coche automático pueden tener una repercusión negativa. En primer lugar, circular bajando una pendiente con el vehículo en posición N puede hacer que pierdas el control del coche al no haber tracción, por lo que es recomendable que, en todo caso, lo hagas en posición D.
Al aparcar, debes tener cuidado con la introducción de la posición P, haciéndolo únicamente cuando el coche se haya detenido por completo, ya que se bloquea la caja de cambios y el giro de las ruedas, por lo que debes hacerlo frenando anteriormente y así tu coche sufrirá lo menos posible.