El precio de los automóviles nuevos se dispara y la OCU propone medidas para ayudar a las familias
Un total de 149 municipios de más de 50.000 habitantes tienen la obligación de activar este año una Zona de Bajas Emisiones (ZBE) en aras de reducir el impacto de los vehículos en la contaminación ambiental. De esta manera, muchas familias tendrán que sustituir su viejo automóvil al no cumplir los nuevos requisitos para circular por estas áreas por otro que sí cuente con el aval que otorga el distintivo ambiental de la Dirección General de Tráfico (DGT).
Un avance para mejorar el impacto de la contaminación en la salud de las personas, pero a la vez un contratiempo para no pocas economías domésticas ante la magnitud que implica el desembolso. Ese esfuerzo se agrava al tener en cuenta que el precio de los vehículos nuevos ha aumentado un 40% de media en los últimos cinco años, según un estudio de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU). Un escenario que abocará a muchos conductores a adquirir un coche de segunda mano, más asequible y ajustado a sus posibilidades.
Las conclusiones de este estudio han llevado a la OCU a reclamar la ampliación del plan Moves III a vehículos de segunda mano con etiqueta Eco o Cero Emisiones, de manera que se posibilitaría el acceso a un coche nada contaminante o con muy bajo impacto a hogares que necesiten acceder con frecuencia a estas ZBE.
Las ayudas en vigor alcanzan los 4.500 euros para automóviles eléctricos (que se elevan hasta los 7.000 euros si se entrega a la chatarrería un vehículo de más de 7 años) y de 2.500 euros para vehículos híbridos enchufables (cifra que se duplica si se entrega a cambio un vehículo de más de 7 años para achatarrar).
Cambio de sistema
La OCU reclama además que se modifique el sistema de etiquetas ambientales para que el motivo para vetar el acceso a un vehículo tenga que ver con las emisiones reales por encima de la tipología del motor, como sucede actualmente. Nbo en vano, recuerda que muchos tusismos diésel o gasolina contaminan menos que los híbridos enchufables de gran cilindrada.
Y sugiere que en ese replanteamiento se amplíe la oferta a híbridos no enchufables, nuevos o de segunda mano, al cumplir el perfil de ser más asequibles y menos contaminantes. Y pide más flexibilidad a los ayuntamientos que inaugurarán zonas de bajas emisiones, posibilitando el acceso a dichas áreas al menos tres veces al año de vehículos sin el distintivo ambiental de la DGT, ante eventuales situaciones de necesidad.