La crisis de los chips hará que en 2021 se dejen de fabricar 9,4 millones de vehículos
La industria automovilística sigue sufriendo escasez de chips, o semiconductores, y la gran mayoría de marcas debe reestructurar sus planes de producción para adaptarse a esta realidad, derivada de la gran demanda mundial del componente y la caída de producción derivada de la pandemia. Según los datos de AutoForecast Solutions, ya se han dejado de fabricar 8.215.000 vehículos, contando turismos, camiones, autobuses y motocicletas, en todo el mundo, cifra que ascenderá hasta los 9.436.000 a finales de año.
La industria productora de este componente está sufriendo para satisfacer una demanda desorbitada que no solo llega desde la industria de la automoción, sino también de las compañías de telefonía móvil, de ordenadores y de electrónica en general. Durante las últimas semanas, el incremento de casos de Covid-19 en algunos de los países que concentran la mayor parte de la producción de chips, especialmente en Malasia, ha provocado nuevos cierres en plantas de ensamblaje de semiconductores.
España pierde más de 100.000 unidades
Según AutoForecast Solutions, en Europa se han dejado de producir ya 2.253.000 unidades y se podrían alcanzar las 2.713.000. En los mercados norteamericanos la cifra alcanza ya los 2.629.000 y se enfrentan a una potencial pérdida de 2.934.000. En China se han eliminado de las proyecciones hasta 1.615.000 unidades a fecha de la redacción de este artículo y las estimaciones apuntan a un recorte de hasta 1.780.000 al final del año.Del total de unidades perdidas en Europa, en España se superan ya las 100.000 unidades. Plantas como la de Seat en Martorell o las de Vigo, Zaragoza y Madrid de Stellantis, entre otras, han sufrido las consecuencias de la escasez de chips. Fuentes no oficiales de Stellantis, el Grupo Renault y el Grupo Volkswagen explican que el segundo semestre del año se prevé más complicado que el primero en España como consecuencia de la crisis de los chips y que las plantas se enfrentan a una rotura de stocks que retrasará todavía más las entregas de los coches pedidos. Las mismas fuentes advierten que no se recuperará cierta normalidad productiva hasta mediados de 2022.
Martorell estuvo parada los días 6, 7 y 10 de septiembre en la enésima reestructuración de su producción este año por culpa de la falta de semiconductores. En total, han sido 40.000 coches los que ha dejado de producir Seat en su planta catalana. Paralelamente, Stellantis Vigo tiene parado el sistema dos, que monta monovolúmenes y furgonetas, desde el turno de la mañana de este lunes hasta, previsiblemente, hasta el primer turno del jueves. El sistema dos ha parado 15 días desde que los trabajadores de la factoría viguesa volvieron de las vacaciones. Para la planta gallega, el recorte suma ya 70.000 unidades. Otras factorías españolas, como la de Vitoria de Mercedes-Benz o las del Grupo Renault en Palencia y Valladolid, cuentan también por miles las pérdidas por culpa de la escasez de microchips.