Noviembre, el peor mes del año para el sector del caravaning
Malas noticias para el sector del caravaning. Y es que a pesar de la gran demanda e interés que despiertan los vehículos recreativos entre los conductores españoles, el pasado mes de noviembre fue, porcentualmente, el peor mes del año 2022, puesto que se matricularon en nuestro país un total de 297 autocaravanas y furgonetas camperizadas nuevas, aproximadamente un 39% menos que en el mismo mes del año 2021, cuando se vendieron 486 unidades. Por su parte, las ventas de las caravanas registraron una caída del 18,3% tras pasar de las 126 unidades en noviembre de 2021 a las 103 unidades en noviembre de 2022, según la Asociación Española de la Industria y Comercio del Caravaning (Aseicar).
En cuanto al mercado de segunda mano, destacar que se mantuvieron las mismas ventas que en noviembre de 2021, con un ligero aumento en el segmento de las autocaravanas y campers (+0,8%) y un pequeño descenso en el de las caravanas (-9,3%).
Situación de incertidumbre
El sector del caravaning lleva muchos años intentando asentarse en el mercado español para posicionarse entre los principales países europeos en términos de caravaning, junto a Holanda, Alemania o Francia. Y aunque actualmente el sector se encuentra en su mejor momento histórico, lo cierto es que la crisis económica mundial, la inflación y la fuerte subida de los tipos de interés han frenado en seco las matriculaciones de estos vehículos, que ya arrastran ocho meses consecutivos de caídas.
La llegada de la crisis sanitaria por coronavirus y el confinamiento en gran parte de Europa provocó el cierre de muchas fábricas y, como consecuencia, el desabastecimiento de piezas clave para los vehículos recreativos (cocinas, ventanas, mesas, lavabos...). Con el paso del tiempo, se reanudó la producción y la situación comenzó a estabilizarse. Sin embargo, la llegada de la crisis de los microchips, componentes electrónicos y chasis volvió a tambalear el sector.
La falta de suministros que comenzó hace meses y que a día de hoy continúa, ha llevado a muchas fábricas europeas a trabajar a un 50-60% de su capacidad media o, incluso, a detener temporalmente sus cadenas de montaje. Obviamente, estos problemas de fabricación afectan cada día a miles de clientes, pues no hay stock en los concesionarios, los precios no dejan de subir y se han retrasado las entregas de los vehículos comprados.
Según Aseicar, como los concesionarios no saben cuándo les van a llegar modelos nuevos, actualmente, se están dando plazos de entrega de hasta 18 meses para los vehículos nuevos, algo que genera un enorme malestar entre los clientes, pues se suelen gastar una media de 70.000 euros en estos vehículos.
Toda esta situación ha llevado a muchos usuarios al mercado de segunda mano, aunque los precios en dicho mercado también se han disparado entre un 20 y un 30%. De hecho, tal como revela Aseicar, un comprador que no quiere esperar un año a que le entreguen su autocaravana nueva de 60.000 euros, opta por comprarla con dos o tres años de antigüedad por 55.000 euros, o con cinco años de antigüedad por 50.000 euros.
A todo esto hay que añadir la subida del precio de los carburantes, que está haciendo dudar a muchos compradores, ya que llenar el depósito de combustible de una autocaravana puede costar ahora el doble de lo que costaba hace unos meses. A pesar de ello, José Manuel Jurado, el presidente de Aseicar, afirma que "Confiamos que, en el momento que se supere el conflicto bélico en Ucrania, la falta de producto y las dudas en la economía nacional e internacional, la tendencia del sector recuperará la senda del crecimiento ya que sí detectamos que existe muchísimo interés entre el ciudadano en general en descubrir el caravaning y entre futuros compradores en poder disfrutarlo lo antes posible".