Tesla recibe luz verde para la ampliación de su fábrica de Berlín
Tesla tiene finalmente luz verde para comprar el terreno necesario para ampliar su planta de Grünheide, Alemania, tras varias semanas de negociaciones con las autoridades locales. Sus planes pasan por una ampliación de 100 hectáreas para incrementar su capacidad productiva y logística, así como para optimizar el transporte de sus productos y crear espacios para que los trabajadores se sientan más cómodos.
De momento, la compañía norteamericana tiene el permiso para hacerse con esas 100 hectáreas, al este de la factoría, aunque no todavía para la construcción de las instalaciones que pretende. Para ello deberá pedir más permisos, un trámite que no será sencillo pese al favor de la administración pero que deben superar si quieren acometer la ampliación. Según confirman desde la marca, iniciarán la tramitación de estos permisos este mismo año.
Tesla contra los ecologistas, otra vez
Si algo ha caracterizado la breve historia de la planta de Tesla en Berlín son las disputas de la marca con los ecologistas, que consiguieron retrasar el inicio de las operaciones hasta el pasado mes de marzo alegando que su construcción y actividad eran un riesgo para el medioambiente. Solo cuando Tesla se comprometió entonces a aplicar un férreo control del gasto de agua y llevar a cabo políticas de reducción del uso del líquido elemento dejaron de insistir.
No obstante, los permisos para la nueva expansión de la fábrica deben pasar no solo por las autoridades y las administraciones, sino por las asociaciones ecologistas y vecinales, que no ven con buenos ojos la operación. De hecho, como adelantó Neomotor, tanto verdes como vecinos se han quejado continuamente de la planta. En septiembre, tras un incendio menor en las instalaciones de reciclaje de la fábrica, una asociación vecinal de Grünheide emitió un comunicado asegurando que “las medidas de mitigación de impacto medioambiental no se han llevado a cabo todavía”. “Solo a través de una enorme presión a las autoridades fue posible que Tesla empezara a operar tan pronto sin las medidas preventivas suficientes”, sentenciaron.
Objetivo: un millón de coches al año
Tesla dice que su planta alemana es capaz de producir hasta 500.000 unidades anuales, de momento del Model Y, pero la compañía busca que, con la ampliación, se alcance en los próximos años el millón de unidades anuales. Como adelantamos en este portal, La compañía capitaneada por Elon Musk, CEO de Tesla, quiere incrementar el espacio de almacenamiento, así como incrementar su área logística e instalar una estación de tren. Tesla también estaría interesada en integrar una guardería en la fábrica y un centro de formación para sus trabajadores.
Esta búsqueda de espacio de almacenamiento, áreas logísticas y infraestructuras para dar salida a sus coches serían la fórmula ideada por Tesla para incrementar la producción, ya que Elon Musk se ha quejado varias veces este año de que no son capaces de enviar todos los coches que producen, por lo que se producen importantes diferencias entre los coches fabricados y entregados al final de cada trimestre.
Según las primeras informaciones, esta estación de tren daría servicio a una línea desde la ciudad de Erkner hasta la factoría para el traslado de pasajeros -con hasta 40 trenes diarios para 400 pasajeros- y de coches y componentes -hasta 24 trenes al día-. Tesla financiaría la nueva infraestructura, que incluiría más de medio kilómetro de nueva vía.
Tesla espera tener los permisos a principios del año que viene, pero los ecologistas y vecinos no están por la labor. De momento, la planta de Grünheide da trabajo a 7.000 empleados de los 12.000 que planea contratar la marca. Según medios locales, la compañía quería producir a un ritmo semanal de 5.000 unidades a la semana para finales de año, pero sus dificultades para encontrar personal han imposibilitado el hito. Según esos mismos medios, son las condiciones laborales las que no satisfacen a los trabajadores, que están abandonando la planta. De hecho, desde el sindicato IG Metall, Tesla paga un 20% menos que sus competidores. Elon Musk está disputando su guerra particular en Twitter, pero Tesla no es el paraíso que aparentaba.