¿Puedo tener una moto eléctrica sin cargador en el parking?
La electromovilidad ha llegado para quedarse, de eso no cabe duda. La preocupación por el medio ambiente hace que las nuevas generaciones de urbanitas no solo se preocupen por las etiquetas de la DGT, también quieren formar parte de la solución. Sin embargo, el poco nivel adquisitivo, la incertidumbre y la falta de infraestructura son enemigos de la transición eléctrica. En este artículo trataremos de aportar algo de luz sobre una de las dudas más recurrentes: ¿Puedo tener un scooter eléctrico sin cargador?
La emergencia climática y la concienciación de las nuevas generaciones ha sido el caldo de cultivo perfecto para el nacimiento de compañías que diseñan, desarrollan y producen nuevos vehículos cero emisiones. Es el caso de Ray Electric Motors, afincada en Sant Joan Despí (Barcelona) y encargada de la fabricación del modelo Ray 7.7. Hemos elegido este scooter eléctrico por su parecido, en cuanto a prestaciones y conducción, con un modelo de 125 cc o 300 cc. Además, no tiene baterías extraíbles, así que, sí o sí, debes enchufar el scooter a una toma de corriente.
Según el Eurostat en 2018 casi un 65% de la población española vivía en pisos. Puede que la pandemia modifique ligeramente esos datos pero sigue estando muy lejos de la media europea del 46%. Eso dificulta tener un cargador individual, tipo wallbox, para la carga particular en una plaza individual. De modo que, obliga a depender de la infraestructura pública, que tampoco es boyante. Es el pez que se muerde la cola.
Ray 7.7 en cambio, y con la intención de ir un paso más allá en su capacidad, autonomía y eficiencia, ha optado por un modelo de batería fija. Tenemos, por tanto, que encontrar cargadores para enchufar este scooter pero: ¿qué pasa si no tenemos en nuestro parking?
El modelo más tecnológico

Los ideólogos de esta marca son unos auténticos apasionados de Tesla, y se nota. Han recurrido a materiales y dispositivos de vanguardia para ofrecer un scooter de 10,7 kW de potencia, unos 14 CV, con picos de hasta 23 CV. La aceleración es de lo mejor en un vehículo eléctrico, también en este modelo de 290 Nm de par inmediato pero adaptable al modo de conducción elegido: Flow, City y Sport. Ninguno de ellos limita la velocidad punta que alcanzas, pero sí afecta a la curva de potencia. Es decir su entrega y la intromisión de la frenada regenerativa en los modos City y Sport.
Una conducción especial

Una autonomía que se homologa en 150 kilómetros y que, tras una semana de uso, puedo asegurar que se aproxima de manera casi perfecta a lo que concede realmente la Ray 7.7. Eso la sitúa entre las más interesantes para aquellos que viven en el extrarradio o no tienen un cargador en casa, como es mi caso.
¿Cuánto tarda en cargar?

Este enchufe te permite conectar el scooter a tomas de corriente alterna de hasta 3,3 Kw. Las ciudades como Barcelona y Madrid están repleta de este tipo de puntos de carga y solo tarda 2 horas y media en conseguir el 0 a 100%. Un proceso que pocas veces deberás completar, dado que irás enchufándola cuando tengas oportunidad.
Es más, la firma no recomienda ese gasto extremo por un tema de salud de la batería, tratando siempre de mantener del 20 al 80%. En ese caso, pocas veces nos veremos obligados a estar más de 2 horas esperando a que se cargue. Tiempo suficiente para aprovechar los recados, comidas, momentos en la oficina y compras varias para ir completando esa carga.
¿Cómo aprovechar la red pública de cargadores?

Además, y gracias a la aplicación de Ray, podrás realizar un seguimiento del proceso de carga, programar dicha carga en caso de tener un enchufe en casa, marcar el límite de carga que deseas y gestionar la velocidad de carga. Esto último es interesante en caso de tener más tiempo, dado que puedes alargar la vida útil de la batería.
Y eso no es todo, también puedes establecer un punto habitual, ver tus medias de consumo, estadísticas y mucho más. Pero sin duda, lo más interesante, es el navegador integrado en su pantalla compatible con la aplicación que comentábamos, y que resulta de lo más intuitiva para moverte por la ciudad con flechas y avisador de metros hasta la intersección.
Conclusión: ¿Puedo tener el Ray 7.7?

Es este último punto es el más complicado de un Ray 7.7 que, con un precio de 7.593 euros, se puede considerar modelo premium. Con la intención de acabar con esa barrera de adquisición, Ray Electric Motors ha puesto en marcha el servicio de financiación, al estilo renting, con una entrada de 1.796,37 € y cuotas mensuales de 99 euros durante 2 o 3 años. La decisión final es de: quedártela, entregarla pagando la última cuota o cambiarla por la siguiente generación.
¿Cómo va el Ray 7.7?

Luego está el tema de la marcha atrás que, teniendo en cuenta el peso de las baterías y lo fácil que es revertir el movimiento del motor, nos ayuda a subir y bajar la moto al caballete central. Eso sí, el acompañante o paquete va bastante elevado y sus estriberas se entrometen demasiado en el espacio del conductor, un punto negativo que deberán mejorar para la siguiente generación. Una hornada que, esperemos, mejore el aspecto del diseño frontal en líneas generales. Para gustos colores.
Eso sí, deberás tener en cuenta algunas diferencias como el tacto del puño del acelerador, que es bastante natural, pero te concede una entrega significativa. Especialmente en el modo Sport. Por suerte, Ray ha montado un buen sistema de frenos con bomba axial con disco de 260 mm delante y 220 atrás, además de la denominada frenada regenerativa de los modos City y Sport. Tiene un mordiente contundente, así que cuidado con la maneta.