QJ SRV 550 vs QJ SRT 550: ¿Qué modelo me conviene?
Con el buen tiempo arranca la temporada de motorutas, estos eventos organizados que reúnen a miles de motoristas para completar un mismo recorrido al ritmo que cada cual prefiera. La Rider 1000 va ya por su 11ª edición, que se dice pronto, y ofrece un abanico de categorías que la convierten en una de las más cotizadas del calendario. Se dio a conocer, como su propio nombre indica, por la prueba de 1000 kilómetros en una jornada, pero existen también las rutas 300, 500, 700 y, este año, la Rider 1100. En esta primera ocasión, contaremos con las QJ SRV 550 y QJ SRT 550 como monturas para completar los 6 puntos intermedios de la Rider 500 y, de paso, comparamos ambas motos para deducir cuál de ellas es más adecuada.
QJ Motor aterrizó en noviembre en España, con una gama de 7 modelos conformada por La SRT 550, SRT 800, SRK 700, SRK 400, SRV 500, SRV 300 y SRV 125. Hace unos días abrieron los pedidos para su próxima QJ SRT 700 X, que todavía no hemos podido probar, pero se vaticina como una de las trails más asequibles y equilibradas del mercado. Decidirse por un segmento u otro dependerá del uso habitual de la moto, pero también de la estética que más atraiga al comprador. En ese sentido, las QJ SRV y SRT 550 atacan a dos públicos completamente distintos, a pesar de compartir gran parte de sus componentes.
Arranca la Rider 500
Manresa fue el epicentro de esta nueva edición de la Rider 1000, con salida programada a partir de las 9 de la mañana para los que participamos en la ruta de 500 kilómetros. Antes habían partido los valientes de la 1100, que terminaron de llegar pasadas las 5 de la mañana del día siguiente, excepto un correcaminos que la finalizó en tiempo récord e incluso por delante de nosotros a bordo de una Ducati DesertX. Pero, como comenté al principio, en estas motorutas lo importante es completar los puntos, disfrutar y llegar a tu ritmo.
Los primeros kilómetros los realicé con la SRV 550, la variante roadster de la firma china que, claramente, está inspirada en los modelos alemanes que tanto éxito acumulan entre los usuarios más sofisticados y completos.
Su enfoque es urbano, pero también cuenta con una parte ciclo interesante para rutas y escapadas como la Rider 500 por 5.999 euros. Luego le tocó el turno a la QJ SRT 550, una moto ideal para aquellos que empiezan a viajar, por lo que buscan confort, agilidad y un precio asequible de 6.499 euros.
Ambas comparten el bloque bicilíndrico de 554 centímetros cúbicos que rinde 47 CV (35 kW) sobre las 7.500 rpm, con un par máximo de 51 Nm a 5.500 vueltas. Es un bloque que cuadra más con la SRV por su configuración elástica y fácil para el piloto, lo que permite un uso urbano, pero también un empuje notable en la zona baja del cuentavueltas, ideal para un tramo de curvas. De ahí que la SRT también sea equilibrada y ágil, pese a los 235 kilogramos de peso en orden de marcha, que solo se dejan notar cuando la moto está parada.Esencia diferencial
La SRV 550 tiene una altura de asiento de 785 milímetros, por lo que le llegarás igual a la SRT 550. En definitiva, tu estatura no debe ser un impedimento para dar el paso al segmento adventure y con medir más de 1,59, como es mi caso, podrás hacerte con cualquiera de las dos QJ. La decisión dependerá entonces de su parte ciclo, así que vamos a estudiarla mientras os hablamos de la ruta que nos llevó primero hasta Cambrils por Prades, Solsona, el Port del Cantó, Benavarri, Tàrrega y Castellar, cerrando el círculo en Manresa casi diez horas más tarde.
En los tramos de curvas reviradas, y algo de carretera convencional, la SRV 550 se comportó como esperas de una café racer bicilíndrica para iniciados. El puño del acelerador tiene un accionamiento repentino, al que debes acostumbrarte para aprovechar ese impulso en las salidas de las curvas sin necesidad de cambiar de marcha. Su manillar ancho y un buen reparto de pesos ayuda a sentirla aplomada en giros rápidos, al tiempo que se siente ágil y ligera en los más cerrados pese a firmar 206 kg de peso.
La parte ciclo se completa con una horquilla invertida de 125 mm y un monoamortiguador de 26 mm, regulable en precarga. Probablemente, acabarás tocando este parámetro, dado que su puesta a punto es algo blanda y pronto adquieres la confianza necesaria para endurecer el paso por curva. El sistema de frenos es un doble disco delantero de 320 milímetros (ABS) con un mordiente más que suficiente para un ritmo elevado y un disco de 260 mm atrás, perfecto para timonear las curvas. Las llantas de 17 pulgadas calzan neumáticos 120/70 delante y 160/60 en el eje trasero.
La SRT 550
Al llegar al primer punto intermedio realizamos un cambio de montura, tocaba probar la SRT 550. Es ahí cuando noté cierto desgaste en el trasero, derivado de un asiento muy bonito, pero algo duro de la SRV 550. En la adventure, la posición es más relajada, con un asiento mullido, piernas menos flexionadas y una distancia con el manillar adecuada para pilotos pequeños. La palanca con los brazos es clave para realizar kilómetros y kilómetros sin cansancio, un detalle que identifica a las tipo trail como las más adecuadas para este tipo de rutas.
El peso es uno de sus hándicaps, pero una vez estás en marcha, su horquilla invertida de 140 milímetros de recorrido junto al monoamortiguador de 26,5 mm convierten un tramo de rallies en un paraíso de la diversión. En cuanto a los neumáticos, la llanta de 17 pulgadas es la adecuada para un uso puramente asfáltico, con neumático de 120/70 delante y 160/60 atrás.
La facilidad y estabilidad de su conjunto, con una distancia entre ejes de 1,50 metros, te concederán la confianza para ir a más. Esta sensación es un arma de doble filo, dado que pronto sentirás que el bloque de 47 CV se queda corto pero, al mirar la instrumentación LCD, verás que ya estás por encima de los límites marcados. ¿Para qué más?