Citroën Ami Buggy 2025: sin puertas y sin techo, pero con más carácter que nunca
Parece que Citroën no se cansa de romper moldes con su pequeño Ami. Este cuadriciclo 100% eléctrico, que empezó siendo una rareza, ha terminado por convertirse en una pieza clave dentro de la micromovilidad urbana. Ahora, cinco años después de su llegada al mercado, el fabricante francés lanza una versión renovada que no solo cambia por fuera, también por dentro y por enfoque. Y, sobre todo, confirma algo que muchos esperaban: el Ami Buggy vuelve. Pero esta vez para quedarse.
A partir del próximo 6 de mayo se abrirán los pedidos en Europa del nuevo Citroën Ami 2025. Un vehículo urbano, eléctrico y con una filosofía muy clara: ser útil, fácil de conducir y, por qué no, divertido. El nuevo Ami mantiene su tamaño compacto, 2,41 metros de longitud, perfecto para moverse y aparcar en ciudad. También su autonomía, que se mantiene en 75 km, y su capacidad para recargarse en solo cuatro horas desde un enchufe doméstico. En lo esencial, no cambia. Pero el rediseño es evidente.
Lo primero que llama la atención en esta nueva etapa del Ami es su frontal renovado, con faros situados más arriba, cerca de la base del parabrisas. A eso se suma una nueva cápsula central, con el logo de Citroën en rojo intenso (André Red), que parece una sonrisa. Todo se ha diseñado para que transmita simpatía, pero sin perder ese toque juguetón tan reconocible.
En la parte baja del frontal aparecen formas más angulosas, más marcadas. El redondeo desaparece en favor de superficies planas, verticales, que le dan un aire más sólido. Incluso los elementos que rodean las ruedas recuerdan, de alguna manera, a piezas de Lego. No es casual. Este enfoque más robusto también se traslada a la parte trasera, donde la simetría sigue siendo clave en el diseño. Así se reducen costes, sí, pero también se mantiene la esencia del Ami original.
El gran titular de esta actualización, sin embargo, es la llegada definitiva del Citroën Ami Buggy. Ya no se trata de una edición limitada como antes. Ahora forma parte oficial del catálogo. Y eso es una gran noticia para quienes buscan un vehículo eléctrico diferente, con alma.
Este Ami se desmarca por completo del resto de la gama: no tiene puertas ni techo rígido. En su lugar hay barras metálicas negras y una lona enrollable que hace las veces de techo. Si llueve o hace frío, se pueden instalar unas lonas con cremallera. Todo está pensado para que puedas sentirte más cerca del entorno, del aire libre. Es un Ami para disfrutar, para moverse sin prisa, sin complicaciones.
Además, se lanza una versión especial, el Ami Buggy Palmeira, con un diseño aún más rompedor. Lleva un color amarillo exclusivo y viene acompañado de una pequeña figura decorativa: Andy, un robot-mascota que se coloca en el salpicadero. Cuando el coche se mueve, Andy mueve la cabeza. Un detalle simpático, sin duda.
Citroën no se ha olvidado de quienes buscan algo más personal. El nuevo Ami está disponible con tres packs de colores: Spicy (rojo), Icy (blanco) y Minty (verde). Estos kits incluyen pegatinas, tapacubos, redes, alfombrillas y hasta soportes para el móvil. Todo se entrega en casa y se puede montar sin complicaciones. Además, la tecnología sigue creciendo: con My Ami Play, se puede conectar el smartphone al vehículo y gestionar música, navegación o llamadas desde el volante.
El Ami sigue siendo uno de los pocos vehículos que se puede conducir desde los 15 años sin carnet, en algunos países. La clave está en que no pasa de 45 km/h, pero sí ofrece un entorno seguro, cerrado y protegido frente al clima. Mucho más que un patinete o una bicicleta eléctrica. La gama mantiene soluciones para todos: desde el Ami Cargo, con hasta 340 litros de capacidad para repartidores, hasta el Ami for All, una versión adaptada a personas con movilidad reducida. Este último, desarrollado junto a PIMAS, incorpora soluciones de acceso y conducción específicas para devolver la autonomía a quienes la han perdido.