Collboni borra el urbanismo táctico dibujado por Colau en la calle de Pelai
Como el que borra los dibujos de una pizarra para empezar la nueva clase, el gobierno de Jaume Collboni ha iniciado este lunes las obras de reforma de la calle de Pelai, una remodelación sucinta, que se prolongará una semana, para crear un cordón de servicios en la parte de la calzada que da a la acera del lado mar, que se instalará donde ahora se encuentra dibujada una de las muestras de urbanismo táctico proyectados durante el último mandato de Ada Colau.
Los trabajos servirán para dotar al espacio de más aparcamientos para bicis y motos y para facilitar la carga y descarga, según precisa el consistorio. En concreto, habrá 64 plazas más para motos, 72 más para bicis y 20 nuevas DUM (Distribución Urbana de Mercancías) para carga y descarga.
Adiós a los dibujos en la calzada
Y todo ello quedará configurado en la zona en la que Colau implantó parte de su urbanismo táctico, mediante pintura hecha en la calzada, en una actuación que supuso eliminar dos carriles de circulación de vehículos para ganar espacio para el peatón. Lo eliminado ahora serán esos dibujos que tanto debate generaron en la capital catalana, con apasionados defensores y detractores.
Según la primera teniente de alcalde, Laia Bonet, el cambio responde a dos hechos: la necesidad de atender la demanda de más aparcamientos para motos, bicis y descarga y la constatación de que el uso por parte de los peatones de la zona dibujada en la calzada “ha sido prácticamente inexistente” desde que se implantó.
Sin afectaciones
Aunque tendrán una carga simbólica considerable, y una voluntad de mostrar que hay cierto punto de inflexión en el urbanismo de la ciudad, los trabajos no supondrán afectación alguna a la circulación ni al espacio peatonal.
En lado mar de la calzada de Pelai entre la plaza de la Universitat y la calle de Balmes se concentrarán las plazas de carga y descarga y se mantendrán los espacios para contenedores de residuos. Entre Balmes y la plaza de Catalunya se generará un doble cordón de servicios en el que habrá plazas de carga y descarga y se crearán las de bicis y motos. Los peatones, argumenta Bonet, siguieron yendo por la acera, y en cambio la zona de urbanismo táctico acabó convirtiéndose en un lugar improvisado de carga y descarga.
Los ‘Comuns’, en contra
La exteniente de alcaldía y mano derecha de Ada Colau, la concejal Janet Sanz, se ha pronunciado esta tarde en contra de la actuación. “Desmantelar una acción urbanística consensuada y con proyecto estructural en proceso sin alternativa es pura gesticulación y irresponsabilidad”, ha disparado en Twitter. Para Sanz, la medida municipal “constata” falta de “modelo de ciudad” de su ex socio de gobierno.
Reclamación de un carril bici
El anuncio ha generado protestas por el hecho de que la zona peatonal que desaparece no dé lugar a un carril bici en lugar de a los aparcamientos anunciados.
Si Barcelona en Comú acaba entrando en el gobierno, será interesante ver cuál es el desenlace y el futuro de estos proyectos que se implantaron en la capital catalana cuando los de Colau eran el socio principal. De alcanzar los mismos socios un nuevo pacto en breve, los Comuns serían ahora el socio menor por un concejal de diferencia (10 de los socialistas contra 9 de Barcelona en Comú). El PSC tenía dos menos en el mandato 2019-2023 (10 contra 8).