Sólo un 9% de españoles piensa en comprar un coche eléctrico
El primer Foro de la Movilidad de Alphabet se realizó en 2014, con el coche eléctrico como gran esperanza de la movilidad para el 78% de los españoles; diez años después sólo el 9% de los automovilistas de nuestro país piensa en comprar un coche eléctrico, apenas un 7% lo utiliza para sus desplazamientos, y un testimonial 3% lo hace habitualmente (tan sólo 1 punto porcentual más que en 2022). Esto viene motivado por su elevado coste de adquisición (el 58% de los encuestados no estaría dispuesto a pagar un sobrecoste por un vehículo eléctrico frente a uno de combustión), además de por la escasa red de recarga y la autonomía.
Pese a que se lleva una década tratando de matar al coche de combustión y especialmente al diésel, enfocando al comprador hacia los vehículos eléctricos, una mala gestión económica global, una confusa política de ayudas a la compra del automóvil y la inoperancia en el desarrollo de una infraestructura de carga pública, ha hecho que las cosas apenas hayan podido evolucionar desde 2014. A día de hoy, el 90% de los encuestados afirma tener un vehículo de combustión (diésel o gasolina) y un 10% vehículos propulsados por energías alternativas.
Pero la cosa no pinta mejor en el futuro, ya que al ser preguntados por qué motorización elegirían si tuvieran que cambiar de coche, la mayoría (34%) se descantarían por un híbrido, ya que son los alternativos más baratos que les permiten el acceso a las ciudades con Zonas de Bajas Emisiones (ZBE). Sólo un 10 % elegiría un híbrido enchufable, y apenas el 9% se decantaría por una motorización 100% eléctrica. En cambio, un 25% de los encuestados siguen prefiriendo un coche gasolina y un 18% un diésel. Que por otra parte siguen siendo alternativas excepcionales y cuentan con las tecnologías de combustión más limpias y eficientes de la historia.
Envejecimiento del parque automovilístico
Pero lo peor de todo es que 6 de cada 10 españoles escogerían un coche de segunda mano, de los cuales, la mitad se decantaría por uno de más de 10 años (7 puntos porcentuales más que en 2022). Y nadie conduce un coche viejo por gusto. La gente no tiene dinero para comprar eléctricos, y tiene miedo a comprar coches de combustión por temaor a que en unos años no los puedan utilizar para circular por las ciudades. Por no hablar del precio al que se han puesto los coches en general, que prácticamente doblan el de hace unos años. Así que los automovilistas deciden mantener su coche hasta que ‘reviente’ y cambiarlo después por otro coche de más de 10 años.
Esto tiene una consecuencia gravísima que es el mayor envejecimiento de un parque automovilístico en España, que ya tiene una edad media de 14 años. Es decir que pese a que tratan de que llevemos coches más limpios, la realidad es que llevamos y seguiremos llevando coches más contaminantes e inseguros.
Falta de ayudas
Pese a que como apunta Alphabet, impulsar planes de ayudas como el MOVES resulta indispensable para avanzar en hacer más accesible los vehículos 100% eléctricos y contribuir así a la renovación del parque, lo cierto es que el 84% de los españoles (7 puntos porcentuales más que en 2022) no sabe cómo beneficiarse de estas subvenciones para la compra de vehículos más sostenibles. Consecuencia de la falta de interés hacia ellas, ya que sólo se dirigen a la adquisición de coches enchufables (BEV y PHEV) que apenas suman el 20% de la intención de compra del automovilista español.
Ayudas a la compra de coches con etiqueta ECO o incluso a coches con etiqueta C pero mucho menos contaminantes que los coches de más de 10 años, ayudaría a rejuvenecer uno de los parques automovilísticos más viejos de toda Europa. Por no hablar de cómo se incrementaría la seguridad de los automovilistas con todos los sistemas ADAS que llevan integrados los coches modernos.
Cambio de hábitos en la movilidad urbana
Según el Foro de Movilidad de Alphabet, en 2014 el 77% de los españoles pensaban que se moverían de forma diferente en las ciudades, con mayor uso de vehículos eléctricos, bicicletas y transporte público. Pero 10 años después el coche sigue siendo el medio más utilizado por los españoles (55%), seguido del autobús (36%) y el metro (19%), mientras que la micromovilidad no termina de instaurarse. Solo un 14% de los españoles afirma utilizar bicicletas, patinetes o motocicletas.
Además de seguir siendo el coche el medio de transporte urbano más utilizado, la intención de cambiar el de combustión por un eléctrico ha descendido de manera alarmante. En 2014, siete de cada diez españoles veían en el vehículo eléctrico como la solución para la movilidad urbana, dato que cae a apenas el 18% este año.
Si en 2014, el autobús era el medio preferido por los españoles (58%) para moverse por la ciudad, seguido caminar, coger el coche o el metro; ahora la movilidad a pie va ganando adeptos y asciende 27 puntos porcentuales. También es notable la subida de 16pp de aquellos que deciden hacerlo en su vehículo. Sin embargo, según este estudio, la elección del autobús como medio de transporte habitual cae 17pp durante este periodo, mientras que el metro se mantiene estable. También se registra un aumento entre aquellos que eligen el tren o la bicicleta.
En definitiva, ahora los españoles elegimos movernos a pie como alternativa al coche y al transporte público, y cada vez más buscamos el ahorro, hacer ejercicio o minimizar el impacto medioambiental de nuestros desplazamientos. Esto refleja una mayor concienciación con la salud y el cuidado del medio ambiente.