Zonas de Bajas Emisiones 2023: ¿Qué pasará con los coches con etiqueta B o sin etiqueta?
Llega 2023, un año que estará marcado por las restricciones que se aplicarán en los planes de movilidad de las grandes ciudades. Y es que a partir del 1 de enero de 2023, todos los municipios con más de 50.000 habitantes y los territorios insulares deberán incluir Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) en sus centros urbanos, una medida que recoge la nueva Ley de Cambio Climático y Transición Energética y que también será obligatoria para los municipios de más de 20.000 habitantes cuya calidad del aire sea dañina para la salud.
En España contamos con un total de 149 municipios con más de 50.000 habitantes, donde residen más de 25 millones de personas, más de la mitad de los habitantes de España, según el Instituto Nacional de Estadística. Por lo que, a partir de 2023, España contará con al menos 149 Zonas de Bajas Emisiones, como las que ya existen en Barcelona y Madrid. Pero, ¿qué son exactamente las ZBE?
Según el artículo 14 de la nueva Ley de Cambio Climático y Transición Energética, se entiende por Zona de Bajas Emisiones "el ámbito delimitado por una Administración pública, en ejercicio de sus competencias, dentro de su territorio, de carácter continuo, y en el que se aplican restricciones de acceso, circulación y estacionamiento de vehículos para mejorar la calidad del aire y mitigar las emisiones de gases de efecto invernadero, conforme a la clasificación de los vehículos por su nivel de emisiones de acuerdo con lo establecido en el Reglamento General de Vehículos vigente".
Es decir, se trata de una zona delimitada dentro de una ciudad donde se restringe el acceso y circulación de los vehículos más contaminantes con el objetivo de mejorar la calidad del aire y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero de los automóviles. Y es que según la nueva Ley de Cambio Climático y Transición Energética, el sector del transporte por carretera supone el 25% de las emisiones de gases de efecto invernadero de nuestro país.
La teoría de la nueva normativa es bastante clara: comenzar a implementar medidas de restricción al tráfico más contaminante. No obstante, en la práctica, muy pocas localidades han presentado el plan de su ZBE, de hecho solo lo han hecho 20 ayuntamientos. Aún así, todas coinciden en que serán las etiquetas ambientales de la DGT (B, C, ECO y 0 Emisiones) las que determinarán qué vehículos podrán acceder, circular y estacionar en las zonas protegidas. Sin embargo, en este punto es dónde aparecen las dudas y temores, pues son muchos los conductores que se preguntan si su coche podrá circular sin limitaciones en la ciudad, especialmente aquellos cuyo vehículo luce la etiqueta B (la amarilla), la más contaminante de las cuatro que hay.
¿Cómo afectará la nueva normativa a las etiquetas de la DGT?
A pesar de que la entrada en vigor de la normativa es inminente, la mayoría de municipios todavía no están preparados para poner en marcha su Zona de Bajas Emisiones, ni para cumplir con el resto de medidas establecidas en la Ley de Cambio Climático y Transición Energética.
Cabe destacar que el ayuntamiento de cada localidad será el encargado de establecer, con total libertad, las restricciones de su área urbana; aunque teniendo en cuenta que Madrid y Barcelona fueron pioneras en incorporar las ZBE en sus planes de movilidad, es lógico pensar que el resto de territorios seguirán sus ejemplos.
Dicho esto, los modelos más contaminantes (sin distintivo ambiental) serán, de momento, los más castigados por la normativa, ya que tendrán totalmente prohibida la entrada y circulación en las ZBE de las grandes ciudades. Hablamos de aquellos modelos de gasolina matriculados antes del año 2001, los de diésel matriculados antes de 2006, y las motos anteriores al año 2003. Pero, ¿qué pasará con el resto de distintivos de la DGT?
Teniendo en cuenta que ni Madrid ni Barcelona prohibirán en 2023 la entrada y circulación de los vehículos con etiqueta B en sus ZBE, podemos deducir que el resto de municipios tampoco lo harán. Eso sí, ambas ciudades cuentan con ciertas limitaciones para estas etiquetas, quesólo podrán entrar si estacionan en un parking público, si sus propietarios están empadronados en la zona protegida o si van a acudir a un taller ubicado en la ZBE, entre otras.
Cuando hablamos de modelos con etiqueta B hacemos referencia a los turismos y furgonetas ligeras de gasolina matriculadas desde el 1 de enero de 2001 y de diésel matriculadas a partir de 2006. También tienen distintivo B los vehículos de más de ocho plazas y vehículos pesados de combustión matriculados desde 2006 y las motos fabricadas a partir de 2003.
En cuanto a los vehículos con etiqueta C (la verde), sucede prácticamente lo mismo que en el caso anterior, podrán acceder y circular por las ZBE, pero tendrán prohibido el estacionamiento, salvo en parkings públicos. La etiqueta C le corresponde a los turismos y furgonetas de gasolina matriculadas después de enero de 2006, a los diésel matriculados después de enero de 2015 y a las motos matriculadas a partir de 2007.
Como era de esperar, sólo los vehículos con etiqueta ECO (híbridos o de gas) y, sobre todo, los 0 Emisiones (eléctricos e híbridos enchufables) podrán librarse por completo de las prohibiciones y circular con total libertad por las Zonas de Bajas Emisiones españolas.
Todo esto no significa que a partir del 1 de enero de 2023 los coches sin etiqueta tengan totalmente prohibido el acceso al centro de las ciudades, pues como hemos comentado, la mayoría de municipios todavía no han implantado las ZBE en su plan de movilidad y, por lo tanto, no han establecido las características y restricciones que afectarán a su área protegida. Se trata de un proceso que llevará tiempo, así que iremos conociendo poco a poco las ZBE de los 149 municipios que por ley deben incorporarlo.
¿Qué supone todo esto para el parque automovilístico español?
Según los últimos datos de la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac), el parque automovilístico español está compuesto por aproximadamente 29,9 millones de vehículos. De todos ellos, solo un millón tiene la etiqueta 0 Emisiones o ECO de la DGT, lo que refleja un panorama bastante preocupante: más de 28 millones de vehículos sin distintivo ambiental o con etiqueta B o C.
Concretamente, en España circulan 9,9 millones de vehículos sin etiqueta ambiental, 9,4 millones de vehículos con etiqueta B, 9,6 millones de vehículos con etiqueta C, y casi un millón de vehículos con etiqueta ECO o 0 Emisiones.
Teniendo en cuenta que la nueva normativa impedirá el acceso y la circulación de los coches sin etiqueta en las Zonas de Bajas Emisiones, nos enfrentaremos a una situación bastante compleja y preocupante, puesto que el 33,2% de los vehículos de nuestro país tendrán prohibida la entrada a los principales núcleos urbanos. Asimismo, los vehículos con etiqueta B, que actualmente representan el 31,5% del parque rodante , tendrán ciertas limitaciones, como la prohibición de estacionar en las zonas de bajas emisiones.
La gran pregunta que surge a raíz de todo esto es ¿qué pasará con los casi diez millones de vehículos ‘caducados’ que cada vez tendrán más impedimentos para circular? ¿Sucederá lo mismo con los vehículos con etiqueta B en unos años? Con la entrada en vigor en 2023 de la nueva normativa se está creando una situación de incertidumbre en lo referente al sector del automóvil que, a su vez, está generando mucha desconfianza y dudas entre los conductores. Todo apunta a que después de las restricciones de los coches sin etiqueta será el turno de los vehículos con distintivo ambiental B o C. De momento, para poder extraer conclusiones, no nos queda otra que esperar a que se concreten todos los planes de las 149 ZBE españolas.