Ken Block muere en un accidente de moto de nieve
Morir disfrutando hasta el último aliento. Cualquier aficionado al motor, e incluso aquel al que los coches le den un poco igual, habrá pensado exactamente eso al enterarse de la noticia que abre hoy esta cabecera: Ken Block ha fallecido. La noticia la ha confirmado su equipo, Hoonigan Racing, que comunicaba a través de instagram lo siguiente: "Con nuestro más profundo pesar, podemos confirmar que Ken Block falleció hoy en un accidente de motonieve".
Las palpitaciones se paran por un segundo. Su historia ha trascendido la competición al uso, pese a que todo comenzó con su carrera como piloto de rallies y, una servidora, tuvo el placer de conocerlo durante la primera edición del World RX de Catalunya en Montmeló. Ken Block se ha ganado una estrella en el paseo de la fama por otros motivos. Hemos seguido sus aventuras durante años, sus Gymkhanas en Youtube y sus propuestas irreverentes al volante de cualquier máquina con ruedas. La última, sin ir más lejos, a los mandos de un Audi S1 Hoonitron... ¡Eléctrico!
Un ejemplo de vida, hasta su muerte
La vida de este piloto, guste más o menos, es un ejemplo de coherencia, pasión y vocación. Su muerte también. Tal como explican en el comunicado, Ken Block murió a los 55 años en un accidente con una moto de nieve en el condado de Wasatch en Utah. La oficina del alguacil de la zona confirmó que el piloto viajaba en una pendiente empinada cuando la motonieve se volcó y cayó encima de él. No se pudo hacer nada, "Fue declarado muerto en el lugar por las lesiones sufridas en el accidente", certifica el comunicado.
Así se dice adiós a una vida disparada de adrenalina, una que da ejemplo desde que arrancó motores en 2005 como Novato del Año en el Rally America Championship. Sus éxitos en el Mundial fueron discretos pero sí consiguió alguna que otra medalla en el Mundial de RallyCross. Gran parte de su carrera la hizo con los de casa, con Ford, pese a que lo conocimos, muchos de nosotros, al volante de un Subaru Impreza WRC STi en un aeródromo.
Esa fue su primera Gymkhana y el resto es historia. Una sobre la que hablaremos a nuestros hijos, incluso cuando se muevan en coche eléctrico o vistan algo de DC Shoes, compañía que cofundó y compró Quiksilver en 2004.