¿Cómo se reclama una multa de la DGT? Te enseñamos las formas de hacerlo

Seguro que más de una vez te han puesto una multa con la que no terminabas de estar de acuerdo. Si es el caso, lo más probable es que hayas tenido que pagarla, ya sea por pereza o por no saber cómo reclamarla. Pues bien, la DGT recuerda que existe una manera de solicitar una devolución, y más abajo podrás averiguar cómo.

Como ya sabrás, la Dirección General de Tráfico realiza campañas a menudo en las que trata de concienciar a los conductores sobre el uso del teléfono mientras conducen, el del cinturón, o la ingesta de bebidas alcohólicas y otras drogas antes de conducir. La mayoría de las personas suele respetar la normativa, pero aún hay muchos conductores que hacen caso omiso de las recomendaciones de la DGT.

Probablemente en alguna ocasión te haya llegado alguna notificación en la que se te sanciona por haber superado los límites de velocidad que establece la vía. Si es el caso, debes saber que la DGT sólo tiene una forma de notificar una multa, y es a través de correo certificado. Si hace poco te ha llegado una multa con la que no estás de acuerdo, te enseñaremos cómo puedes reclamarla.

Según indica la DGT, puedes solicitar la devolución del importe de una multa que ya hayas pagado si identificas alguna anomalía que esté sujeta a reclamación. Puedes solicitar una devolución del importe pagado por ejemplo cuando se produzca una duplicidad en el pago o cuando el importe abonado no coincida con el de la sanción.

A través de este trámite sólo puedes solicitar la devolución de multas impuestas por la DGT, por lo que antes de realizar la solicitud de devolución debes comprobar quién te ha puesto la multa, pues no todos los organismos funcionan igual y los criterios pueden variar en función de a quién te dirijas.

Puedes solicitar la devolución presencialmente (en cualquier Oficina de Tráfico en la que podrás pedir cita llamando al 060) o por internet a través del Registro Electrónico. Lo único que necesitas es:

Los cepos son dispositivos (normalmente de metal) diseñados para bloquear e impedir la circulación de vehículos estacionados de manera indebida, así como evitar el robo de un coche aparcado. Su uso viene, mayoritariamente, por parte de los Agentes de Tráfico, los cuales los utilizan para inmovilizar a vehículos que no pueden circular por la vía pública, aunque sea temporalmente.

Cuando se coloca un cepo inmovilizador en la rueda de un coche, se impide su movimiento al bloquear el giro de la misma. Los cepos pueden colocarse por varios motivos, entre los que está el negarse a pagar una o varias multas de tráfico, por lo que te recomendamos que siempre que puedas la pagues o la reclames.